En un contrato histórico para la cooperación en materia de defensa entre Noruega y el Reino Unido, ambos gobiernos han anunciado un acuerdo estratégico para la adquisición de cinco fragatas Tipo 26, diseñadas específicamente para la guerra antisubmarina. No solo reforzarán la seguridad marítima en el flanco norte de la OTAN, el acuerdo también promete un impacto económico significativo en el Reino Unido, con la creación de miles de empleos y el fortalecimiento de la industria de defensa británica.
El gobierno británico, a través de un comunicado oficial, destacó que la decisión de Noruega de seleccionar las fragatas Tipo 26 inyectará £10 mil millones en la economía del Reino Unido, sustentando 4.000 empleos en la cadena de suministro hasta bien entrada la década de 2030. Más de 2.000 de estos puestos de trabajo se generarán en los astilleros de BAE Systems en Glasgow, Escocia, mientras que 432 empresas británicas, incluidas 222 pequeñas y medianas empresas (pymes), se beneficiarán del programa, con una distribución significativa en Escocia (103), el noroeste de Inglaterra (47) y las West Midlands (35).
El primer ministro británico, Keir Starmer, subrayó la importancia de este acuerdo dentro de su “Plan para el Cambio”, que busca combinar crecimiento económico con seguridad nacional. “Este acuerdo de £10 mil millones es un testimonio del talento de miles de trabajadores británicos, desde aprendices hasta ingenieros, que no solo están proporcionando capacidades de vanguardia a nuestras Fuerzas Armadas, sino también garantizando la seguridad del Reino Unido, Noruega y la OTAN en las próximas décadas”.
Por su parte, Charles Woodburn, director ejecutivo de BAE Systems, expresó su satisfacción por la confianza depositada en la industria británica. “La decisión de Noruega refleja su fe en nuestra capacidad para entregar una plataforma de guerra antisubmarina de clase mundial, fortaleciendo aún más la alianza estratégica entre ambos países”, señaló.
Una alianza estratégica para fortalecer el flanco norte de la OTAN
Desde Oslo, el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, destacó que la elección del Reino Unido como socio estratégico responde a los objetivos establecidos en el Plan de Defensa a Largo Plazo de Noruega. “Esta alianza con el Reino Unido nos permitirá alcanzar nuestras metas estratégicas, fortaleciendo la cooperación en materia de defensa y asegurando nuestra capacidad para proteger las zonas marítimas del Alto Norte”.
El acuerdo contempla la operación conjunta de una flota combinada de 13 fragatas Tipo 26 (ocho británicas y al menos cinco noruegas), diseñadas para detectar, rastrear y neutralizar submarinos hostiles. Estas fragatas, equipadas con sensores avanzados, sistemas de comunicación de última generación y un diseño flexible para futuras actualizaciones, representan una respuesta directa a las crecientes amenazas rusas en el norte de Europa. Además, el programa incluye mantenimiento compartido, entrenamiento conjunto de tripulaciones e intercambios de personal, lo que profundizará la interoperabilidad entre la Marina Real Británica y la Marina Real Noruega.
El ministro de Defensa noruego, Tore O. Sandvik, resaltó la importancia de operar buques idénticos. “Esto no solo facilita el mantenimiento y reduce costes, sino que también permite una cooperación más eficiente en misiones desafiantes. Estamos explorando la posibilidad de utilizar tripulaciones mixtas y plataformas no tripuladas para maximizar la eficacia operativa”, explicó.
Cooperación industrial y beneficios para Noruega
Un aspecto clave del acuerdo es la amplia cooperación industrial entre ambos países. El Reino Unido se ha comprometido a garantizar una colaboración con la industria noruega equivalente al valor total de la adquisición, lo que representa una oportunidad significativa para el empleo y la innovación en Noruega. “La industria noruega desempeñará un papel crucial en el mantenimiento y la modernización de estas fragatas. Hemos identificado múltiples áreas donde nuestras empresas pueden competir por contratos”, afirmó Støre.
Las fragatas noruegas estarán equipadas con helicópteros antisubmarinos, aunque aún no se ha decidido el modelo específico. Además, Sandvik señaló que se explorarán avances tecnológicos, como el uso de plataformas no tripuladas, en colaboración con el Reino Unido.
La selección del Reino Unido como socio estratégico no fue una decisión sencilla. Noruega evaluó propuestas de Francia, Alemania, Estados Unidos y el Reino Unido, todos aliados cercanos en la OTAN.
El acuerdo se enmarca en un contexto de fortalecimiento de la relación bilateral entre Noruega y el Reino Unido, que comparten una larga historia de colaboración militar, especialmente en el Atlántico Norte. Noruega participará en el despliegue completo del Grupo de Ataque de Portaaviones del Reino Unido en 2025 y colabora activamente en la protección de la infraestructura submarina crítica en el norte de Europa.
Proyección
Ambos gobiernos están trabajando en la finalización de un acuerdo vinculante que establecerá el marco de esta colaboración estratégica. Una vez firmado, se iniciarán las negociaciones contractuales con BAE Systems, el principal proveedor británico, para definir detalles como el precio y el calendario de entrega, con las primeras fragatas noruegas programadas para entrar en servicio a partir de 2030. Paralelamente, se negociarán acuerdos de cooperación industrial para maximizar los beneficios económicos en ambos países.
Este acuerdo no solo representa un avance en la modernización de las capacidades navales de Noruega y el Reino Unido, sino que también fortalece el flanco norte de la OTAN en un momento de crecientes tensiones geopolíticas. La combinación de tecnología de punta, cooperación industrial y una alianza estratégica a largo plazo posiciona a ambos países como líderes en la seguridad marítima del Alto Norte, garantizando la protección de sus intereses comunes y el fortalecimiento de la alianza atlántica. (Luis Andrés Lautaro)
Foto 1: Imagen virtual del buque de combate Tipo 26 con bandera noruega.
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