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Lunes, 29 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Llegan los buques de combate portadrones: el coreano HCX-23

El buque de combate de superficie HCX-23 desplaza nada menos que 6.000 toneladas y actuará como plataforma multidrón. (Octavio Díez Cámara)

La coreana Hyunday Heavy Industries ha desarrollado HCX-23, un buque de combate de superficie concebido para actuar en escenarios actuales y futuros que a las armas convencionales suma el ser puramente una plataforma portadora de drones: sistemas autónomos aéreos, navales y submarinos.

HHI ha desarrollado el HCX-23 como una evolución del anterior HCX-21. Se trata de un diseño conceptual que nos presenta una buena referencia de hacia donde pueden evolucionar los navíos de combate de las próximas décadas.

Las líneas del HCX-23 son especialmente furtivas para incidir en su discreción y dificultar su neutralización, estando en la zona de proa sus armas ofensivas. (Octavio Díez Cámara)

En este trimarán, que pudimos ver en el marco del salón militar DSEI, que tiene un desplazamiento sustancial, se conjugan destalles como la furtividad de su diseño, su elevada velocidad y amplio radio de acción, el poder llevar un complejo conjunto de armas convencionales o el poder operar con distintos tipos de sistemas aéreos controlados a distancia (UAS, Unmmanned Aerial Systems), sistemas autónomos de superficie (USV, Unmmanned Surface Vehicles) o sistemas autónomos submarinos (UUV, Unmanned Underwater Vehicles).

Algunos detalles

La maqueta del HCX-23 en el que ya trabaja Corea del Sur y que hemos podido ver y fotografiar con cierto lujo de detalles es la de un potente buque de combate superficie de uso militar. Con casco trimarán, desplaza nada menos que seis mil toneladas y tiene una eslora de 135 metros, siendo su manga de 35 y su calado de 17.

En el hay que señalar la presencia en la parte proel del HCX-23 de un cañón naval semi encastrado y un lanzador vertical VLS para poder disparar armas como misiles antibuque, misiles de crucero o misiles antiaéreos, sistemas que le permitirán enfrentarse a diferentes tipos de amenazas y cumplir distintas misiones. Llevará también un sistema láser avanzado ahora en desarrollo.

En la zona de popa se observan dos impulsores para moverlo y una apertura de grandes dimensiones para largar y recoger UUVs y USVs.  (Octavio Díez Cámara)

Sus formas de este buque de combate de superficie son especialmente furtivas y ahondando en la búsqueda de la máxima discreción se ha previsto que sus sensores se ubiquen en las superestructuras o en el caso cuando no sea necesario su empleo.

La propulsión del HCX-23 es a través de dos impulsores tipo jet, logrando ese concepto una notable velocidad que le permite operar en aguas abiertas o en entornos ahora tan en boga como el litoral. Observándolo, se aprecia en el buque de combate de superficie HCX-23 que puede llevar pequeños drones que se aprecian justo detrás de la superestructura principal.

Complementariamente, este diseño de Corea del Sur incluye una amplia pista de vuelo a popa donde pueden operar aeronaves de despegue vertical autónomas y en la parte trasera inferior del casco hay una disposición que facilitaría lanzar navíos o sumergibles autónomos para llevar a cabo cometidos de lo más variado. (Octavio Díez Cámara)

 


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