Las tensiones que se están viviendo en los últimos años en las áreas de interés próximas a Japón, fruto tanto del expansionismo de chinos como de la amenaza de Corea del Norte, ha llevado al Gobierno nipón a propiciar la obtención de sistemas de armas que, desde el punto de vista tecnológico, serán disruptores.
Uno de ellos está destinado a los futuros destructores del novedoso tipo 13DDX que estarán focalizados en las capacidades de Defensa Antiaérea y se han comenzado a fabricar recientemente para que, como está ya programado, puedan ser una realidad en los primeros años de la próxima década.
Para ellos estarían destinadas armas como un láser de alta potencia, radares capaces de seguir objetivos hipersónicos o un avanzado cañón eléctrico del tipo railgun. Lo está desarrollando, desde los primeros años de la pasada década, la agencia ATLA (Acquisition, Technology & Logistics Agency) y recientemente se ha embarcado para las primeras pruebas en el buque Asuka que, con un desplazamiento de unas 6.200 toneladas, pertenece al Mando de Investigación y Desarrollo.
El pasado 9 de abril fue presentado al Vicealmirante Omachi Katsushi, Comandante de la COMSDFLT, la Flota de la Fuerza de Autodefensa de Japón. El railgun japonés, que es un cañón que aprovecha la energía eléctrica para impulsar un proyectil a grandísima velocidad -que algunas fuentes sitúan en Mach 6,5- y hacer que sus efectos al impactar sean especialmente lesivos en el blanco.
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El Asuka es un navío de experimentación nipón que dispone a proa de espacio para instalar armas como el railgun que ahora se prueba. (Octavio Díez Cámara)
Las pruebas ya realizadas en tierra, con algunos disparos que parecerían haber demostrado la validez del concepto, van a ser continuadas por Japón. Se validará la instalación del cañón a bordo y sobre todo el concepto a él asociado de energía eléctrica para impulsar al proyectil hacia el punto buscado. Los railgun se benefician de un concepto electromagnético para, en contraposición con la propulsión química clásica basada en pólvoras, dar al proyectil la velocidad inicial buscada. Ofrece ventajas como su velocidad extrema o la capacidad de realizar varios disparos con gran rapidez, aunque requiere de tecnologías muy punteras para lo que es el suministro eléctrico, su propia concepción y funcionamiento o hasta la refrigeración de un tubo del que se dice que tiene una vida útil de poco más de un centenar de disparos.
Sabemos, por documentación que hizo pública en su día el Ministerio de Defensa de Japón en relación a la instalación de un cañón railgun en un destructor del tipo 27DDG, que puede ser usado para batir objetivos como misiles hipersónicos, aviones de combate, aeronaves no tripuladas y de otro tipo.
Los japoneses con este diseño, que además usa proyectiles que son económicos de adquirir y muy rentables frente a los cada vez más costosos misiles, parece que lideran las tecnologías asociadas a un tipo de arma nada convencional en su carácter y especialmente novedosa en sus capacidades; los chinos también llevan años trabajando en su propio concepto de railgun. (Octavio Díez Cámara)






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