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Domingo, 14 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

Estados Unidos actualizará los buques Ambassador MK III de la Armada de Egipto y venderá radares al país por cerca de 1.000 millones de dólares

Buque Ambassador MK III de la Armada de Egipto.
Buque Ambassador MK III de la Armada de Egipto.

En una iniciativa que refleja la perdurabilidad de la alianza estratégica entre El Cairo y Washington, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha aprobado oficialmente dos acuerdos militares distintos con Egipto por un valor total de 929 millones de dólares. Estos acuerdos incluyen la modernización de los cuatro buques lanzamisiles Ambassador MK III y la venta de sistemas de radar de largo alcance.

Los buques Ambassador MK III, también conocidos como Clase Ezzat, operados por la Armada de Egipto fueron diseñados y construidas por VT Halter Marine en Estados Unidos, con apoyo en diseño de Lockheed Martin, como parte del programa de Ventas Militares al Extranjero (FMS) de Estados Unidos. La flota  egipcia consta de cuatro unidades entregadas entre 2013 y 2015: Suleiman Ezzat (noviembre de 2013), F. Zekry (diciembre de 2013), M. Fahmy (junio de 2015) y el A. Gad (junio de 2015).

Este acuerdo se produce en un contexto regional marcado por transformaciones aceleradas en materia de seguridad, que van desde la intensificación de las amenazas hutíes en el Mar Rojo hasta las tensiones en torno a Gaza, subrayando el papel de Egipto como aliado clave para la estabilidad regional en el Medio Oriente.

Actualización de los 4 buques de la Clase Ezzat

Un primer componente por valor de 625 millones de dólares, encargado a los contratistas principales Lockheed Martin y L3Harris Technologies, se refiere a la modernización de los buques clase Ezzat de la Armada Egipcia. Fuertemente armados para su tamaño, están dotados  con ocho misiles Harpoon Block II en dos lanzadores cuádruples, con capacidad tanto antibuque como ataque terrestre; un lanzador RAM (RIM-116 Rolling Airframe Missile) con 21 celdas y un sistema CIWS Phalanx Block 1B para defensa cercana y un cañón OTO Melara Super Rapid de 76 mm, efectivo contra amenazas aéreas y marítimas.

Las actualizaciones incluyen: sistemas de gestión de combate COMBATSS-21, que integran datos de sensores, radares y sistemas de comunicación, orientando automáticamente las armas hacia los objetivos, radares de vigilancia aérea y marítima, sistemas de señuelos (chaff), de guerra electrónica, de detección electro- óptica/infrarroja, de distribución de datos de navegación, de inteligencia de comunicaciones y de control de tiro y una modernización de los cañones navales de 76 mm para reforzar su capacidad de contrarrestar amenazas cercanas.

Los buques Ambassador MK III que opera Egipto (62 metros, 40 nudos/74 km/h) encarnan la larga alianza militar entre ambos países. Inicialmente encargados en 2008 (3 buques por 642 millones de dólares) con un cuarto añadido en 2010 (165 millones de dólares), sus actuales modernizaciones buscan mejorar la integración de sistemas, la conciencia situacional y las capacidades de inteligencia, transformándolos en plataformas multifunción capaces de contrarrestar amenazas híbridas.

Radares

Un segundo componente, por valor de 304 millones de dólares, se centra en los sistemas de radares AN/TPS-78 de Northrop Grumman, equipados con cifrado avanzado y diseñados para funcionar en entornos saturados de interferencias. Con un alcance de 444 km para el seguimiento aéreo (banda S), estos radares reforzarán la vigilancia egipcia en zonas clave como el Canal de Suez y las rutas marítimas del sur del Mar Rojo.

Este acuerdo se enmarca en la decisión estadounidense del 25 de enero de 2025 de congelar la mayoría de las ayudas extranjeras, salvo para Egipto e Israel. Según documentos del Congreso, esta excepción se basa en tres factores: el compromiso histórico de los acuerdos de Camp David (1979), los roles de seguridad de Egipto en el Mar Rojo y Gaza, y la crisis económica egipcia.

En conclusión, este acuerdo no se resume en una simple modernización técnica. Se trata de una maniobra geopolítica compleja: Washington busca reforzar a un aliado frente a las amenazas iraníes y hutíes, mientras que El Cairo aspira a consolidar su estatus de potencia regional imprescindible, sin concesiones internas políticas. Queda por ver si esta alianza resistirá la creciente influencia ruso-china, la creciente deuda egipcia y las presiones para el desplazamiento de los palestinos. (Alex Ribeiro)

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.

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