En las últimas semanas de 2025, la estrategia naval de Estados Unidos ha experimentado un cambio significativo. El plan inicial de reforzar la escolta oceánica de los grupos de ataque de portaaviones con la clase Constellation (FFG-62) se ha transformado en un reflejo de los retos de la industria naval estadounidense. Tras años de rediseños, aumentos de costos y retrasos, el Secretario de la Armada de EE. UU., John Phelan, anunció que cancelarán la mayoría de estas fragatas para apostar por un nuevo modelo, la fragata FF(X), inspirada en el diseño del National Security Cutter (NSC) de la Guardia Costera de EE. UU.
El programa Constellation fue desarrollado como una alternativa eficiente y de bajo costo, tomando como referencia el diseño europeo FREMM de Fincantieri. El enfoque inicial de su elección consistía en aprovechar un buque ya existente y con experiencia comprobada para minimizar los riesgos técnicos. No obstante, durante su ejecución se realizaron numerosas modificaciones por parte de la Armada de EE. UU. (US Navy) para satisfacer sus estándares específicos de supervivencia y sistemas de combate, lo que redujo significativamente la similitud con el diseño original, pasando de un 85% a aproximadamente un 15%.
Como resultado de este proceso, la fragata pasó a ser un buque con más de 7.000 toneladas, alcanzando una complejidad cercana a la de un destructor clase Arleigh Burke (DDG-51) y encareciéndose notablemente de $1.000 a $1.400 millones de dólares por buque. Frente a los retrasos que aplazaban la entrega inicial hasta 2029, la US Navy optó por tomar una decisión drástica, únicamente se finalizarán los dos primeros cascos, el USS Constellation (FFG-62) y el USS Congress (FFG-63), para no perder la mano de obra especializada del astillero en Wisconsin.
.jpg)
Representación artística de la futura fragata FF(X) que entraría en servicio en 2028. (Créditos: US Navy)
Las futuras fragatas FF(X)
Es así como el pasado 19 de diciembre de 2025, el despacho del Secretario de la US Navy dio a conocer oficialmente la nueva estrategia, que enfatiza la rapidez y la capacidad de ampliación. Las fragatas de la próxima clase FF(X) tomarán como base el casco de la clase Legend (National Security Cutter/Cúter de seguridad nacional) desarrollado por el astillero Huntington Ingalls Industries (HII). Dado que este modelo es completamente estadounidense y ya se produce en serie para la Guardia Costera de EE. UU., por lo que el US Navy proyecta poner en servicio el primer buque en 2028.
A diferencia de la clase Constellation, las futuras fragatas FF(X) serán buques más ligeros con unas 4.500 toneladas y especializado para la guerra naval del futuro. Aunque tendrá menos defensa que un buque Aegis (destructores o cruceros), su diseño ofrecerá capacidades modulares, ya que podrá lanzar hasta 16 misiles antibuque NSM del fabricante Kongsberg Defence & Aerospace, contará con un lanzador RIM-116 RAM de Raytheon Company para defensa aérea puntual, un cañón Mk 110 Bofors de 57 mm y una plataforma adaptable para sistemas como el Lockheed Martin MK 70 para añadir misiles adicionales según lo requiera la misión asignada.
La cancelación de la clase Constellation marca el cierre de una etapa caracterizada por buques altamente personalizados y da inicio a una fase en la US Navy marcada por la austeridad y un enfoque pragmático en la construcción naval. Esto en gran parte obedece a la creciente competencia de buques de superficie y sumergibles en el Pacífico, y en específico con China, lo que ha llevado a la US Navy ha optar por priorizar la cantidad de unidades en servicio sobre la sofisticación técnica. La clase Legend, adaptada como fragata, constituye la estrategia del Pentágono para modernizar su flota de superficie de manera eficiente y aprender de las lecciones derivadas de programas anteriores como los Buques de Combate de Litoral (Littoral Combat Ship/LCS). (Bernardo de la Fuente)






1 comentarios