Un avión chino Shaanxi Y-8F200VV con el camuflaje propio de las Fuerzas venezolanas aterrizaba en el Aeropuerto Internacional de El Salvador, tras lo cual se dirigió rápidamente al área de la Segunda Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Salvadoreña en Comalapa, mientras que sus ocupantes eran recibidos por el Viceministro de Defensa Nacional, general de Brigada Aérea Carlos Jaime Mena Torres.
El presidente de la República de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, se pronunciaba en la Asamblea General de la ONU ante los líderes del mundo en contra de las amenazas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a la República Bolivariana de Venezuela. El mandatario salvadoreño también apeló para que se retire el bloqueo económico. Trump ha acusado a las dictaduras venezolana y nicaragüense, de ser, además, refugios de malhechores, ladrones, capos del narcotráfico y toda suerte de malandrines.
El Shaanxi Y-8F200VV
La que podría considerarse la versión china del C-130, se basa en el avión ruso An-12. En la década de los 60, China compró varios aviones An-12, junto con la licencia para ensamblar la maquina localmente. Como las dos potencias se distanciaban, las empresas Xi'an Aircraft Company y Xi'an Aircraft Design Institute trabajaron en crear un copia del An-12.
Culminado en 1972, recibió la denominación de Y-8, distinguiéndose por tener un fuselaje similar al del modelo de bombardeo H-6. Dotado con cuatro turbopropulsores, ala alta en el fuselaje y el tren de aterrizaje de triciclo, y rampa de carga y descarga, es capaz de transportar 20 toneladas, unos 96 soldados, u 82 paracaidistas; en su versión de evacuación médica, puede llevar 60 enfermos con sus camillas, o 20 heridos levemente y tres asistentes médicos. Desde 1981, el Y8 se produce en la fábrica de aviones de Shaanxi. Venezuela recibía 8 aparatos Y-8F200VV en 2012, quedando asignados al Grupo Aéreo de Transporte Nº-6 Pegaso.
.jpg)
