En un paso que muestra la asociación estratégica entre Rabat y Tel Aviv, y que señala una transformación cualitativa en las capacidades industriales de defensa de Marruecos, la empresa israelí BlueBird Aero Systems, especializada en sistemas aéreos no tripulados, ha acogido a un equipo técnico marroquí en sus instalaciones con el fin de transferir el conocimiento y la tecnología necesarios para lanzar la primera línea de producción en territorio marroquí de munición merodeadora SPY-X. Es un paso más que sigue a una serie de acuerdos previos y representa mucho más que un simple contrato de armamento.
Este anuncio es la culminación de un proceso de cooperación que ha avanzado a un ritmo acelerado desde la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países a finales de 2020. En noviembre de 2021, Marruecos e Israel firmaron un acuerdo marco de cooperación en seguridad durante la visita a Rabat del entonces ministro de Defensa israelí, Benny Gantz. Sentó las bases para un marco de trabajo integrado, que incluye la cooperación en inteligencia, el entrenamiento conjunto y, de manera crucial, el desarrollo de estrechas relaciones entre las industrias de defensa de ambos países. Desde entonces, las Fuerzas Armadas de Marruecos se han convertido en un cliente principal de la tecnología militar israelí, habiendo adquirido previamente drones de vigilancia y reconocimiento de los modelos WanderB-VTOL y ThunderB-VTOL de la propia BlueBird, una filial del gigante Israel Aerospace Industries (IAI).
La decisión de pasar de la fase de compra a la de fabricación local representa un cambio estratégico decisivo. Acoger al equipo marroquí en el marco del programa de Transferencia de Tecnología (TOT) significa que Marruecos no solo busca poseer el producto final, sino que aspira a asimilar todo el proceso de producción, desde el ensamblaje hasta el mantenimiento avanzado y, posiblemente, el desarrollo futuro. Este enfoque otorga a las Fuerzas Armadas una flexibilidad logística sin precedentes, las libera de las restricciones de las cadenas de suministro externas, reduce los costes operativos a largo plazo y establece una base industrial nacional capaz de satisfacer las necesidades de defensa del país y exportar sus productos a nivel regional.
SPY-X: punta de lanza de la nueva doctrina ofensiva
El enfoque específico en el dron SPY-X tiene importantes implicaciones tácticas. Esta munición merodeadora, probada con éxito en maniobras en Marruecos donde demostró su capacidad para atacar objetivos blindados con extrema precisión, no es un simple dron de reconocimiento armado, es un sistema de ataque diseñado para unidades tácticas en el frente de batalla. Gracias a su motor eléctrico, que le confiere una baja firma acústica y térmica, su capacidad para volar hasta dos horas con un alcance operativo de 50 kilómetros y su velocidad superior a 250 km/h al lanzarse sobre el objetivo, el SPY-X es una herramienta letal y precisa. Su ojiva de 2,5 kg, diseñada para penetrar blindajes, lo convierte en el arma ideal para atacar vehículos blindados, sistemas de artillería, sistemas de radar y defensa aérea, y centros de mando y control tácticos, conocidos como Objetivos de Alto Valor (HVT).
Esta orientación hacia las municiones merodeadoras de ala fija como el SPY-X refleja una profunda asimilación de las lecciones aprendidas en los campos de batalla modernos, especialmente en la guerra de Ucrania. Este conflicto ha demostrado la necesidad de poseer la capacidad de imponer un dominio aéreo táctico mediante sistemas de bajo coste y alta eficacia. El conflicto ucraniano se ha convertido en un laboratorio práctico que ha mostrado cómo un arma como el SPY-X puede paralizar columnas blindadas e infligir graves pérdidas al enemigo a un coste incomparable con el de un misil guiado o una salida de un dron de categoría MALE o de un caza de combate.
Dron suicida Barb-X
Pero la ambición de Marruecos no se detiene aquí. Los informes indican el interés del Reino en otro sistema de BlueBird, el dron suicida Barb-X de la categoría Visión en Primera Persona (FPV). Mientras que las municiones avanzadas de ala fija como el SPY-X se destinan a objetivos estratégicos y tácticos de alto valor que justifican su coste, los drones FPV como el Barb-X, con su ojiva más pequeña (alrededor de 600 gramos), se dedican a la guerra de desgaste diaria. Su objetivo es el control absoluto de los últimos centímetros del campo de batalla, atacando a la infantería en trincheras, vehículos de transporte ligero y posiciones de armas no fortificadas. Lo que a estos drones les falta en poder destructivo, lo compensan con su gran número y su capacidad para alcanzar pequeños objetivos puntuales que son difíciles de neutralizar de manera efectiva y rentable con armas convencionales.
La combinación de estos dos tipos de municiones merodeadoras crea un sistema ofensivo integrado y multicapa. El SPY-X puede ser utilizado para atacar centros de mando y sistemas de defensa aérea en la retaguardia, abriendo brechas en las defensas enemigas. Inmediatamente después, se pueden lanzar enjambres de drones FPV para "limpiar" la zona objetivo, perseguir a las fuerzas dispersas y destruir cualquier resistencia restante. Esta combinación convierte el campo de batalla en un entorno letal en el que es difícil operar con seguridad para cualquier fuerza convencional.
Marruecos, de consumidor de tecnología a potencia industrial emergente
Este desarrollo no se limita únicamente a la empresa BlueBird. En junio de 2023, funcionarios israelíes anunciaron que el grupo Elbit Systems, otro gigante de la defensa israelí, planea establecer dos fábricas de drones en Marruecos, una de ellas en Casablanca. Esto indica que no estamos presenciando un acuerdo aislado, sino una estrategia israelí integral para convertir a Marruecos en un socio industrial y un centro regional para la producción y exportación de tecnología de defensa israelí en África y el mundo árabe. Para Israel, los beneficios son claros: un nuevo mercado, un socio estratégico fiable en una región vital y una base de producción que reduce costes y sortea algunas restricciones políticas para la exportación directa.
Los beneficios para Marruecos no se limitan al ámbito militar, sino que se extienden a dimensiones económicas y tecnológicas más profundas. El establecimiento de una base industrial de defensa avanzada creará oportunidades de empleo altamente cualificado y estimulará los sectores de la ingeniería, la tecnología y la investigación científica, lo que podría allanar el camino para el surgimiento de capacidades puramente nacionales en el futuro. La guerra en Ucrania ha demostrado claramente que la capacidad de fabricación local es un factor crucial para la sostenibilidad en cualquier conflicto prolongado, ya que reduce la dependencia de aliados externos y otorga a los estados una mayor autonomía en sus decisiones de defensa y políticas.
En este contexto, el proyecto de producción del dron SPY-X en Marruecos representa un momento decisivo dentro de una visión estratégica a largo plazo adoptada por el liderazgo militar del Reino. Los proyectos recientemente completados demuestran que no solo busca adquirir los equipos más modernos, sino también poseer el conocimiento y la tecnología necesarios para participar en su producción y mantenimiento. Esta transición de consumidor a productor de tecnología, apoyada por alianzas con empresas líderes a nivel mundial, no solo fortalece las capacidades de defensa, sino que también redefine la imagen de Marruecos como un país con una clara ambición de liderazgo en las industrias de defensa avanzadas. La naturaleza de la guerra moderna ha cambiado, y parece que Rabat lo ha comprendido bien, moviéndose hoy con pasos calculados y audaces para asegurar su superioridad en las batallas del futuro. (Alex Ribeiro)







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