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Domingo, 14 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

Mali bajo fuego: ataques coordinados revelan los límites de la estrategia rusa en el Sahel

El Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), afiliado a Al-Qaeda, lanzó un ataque a gran escala y coordinado el 1 de julio, dirigido simultáneamente a siete posiciones del Ejército Maliense en las regiones del centro y oeste del país. Los ataques se extendieron a zonas sensibles en la frontera con Senegal y Mauritania, lo que representa una escalada peligrosa.

Mientras que el Ejército de Mali anunció que había repelido con éxito los ataques e infligido grandes pérdidas a los atacantes, estimadas en "más de 80 terroristas neutralizados", el grupo extremista afirmó haber tomado el control de tres cuarteles militares, en una guerra de narrativas que refleja la ferocidad de la situación sobre el terreno.

Esta ola de ataques va más allá de un mero incidente de seguridad revelando dinámicas estratégicas profundas que están reconfigurando el conflicto en la región del Sahel, y en su núcleo se encuentra el impacto de la transición de los mercenarios de "Wagner" al "Cuerpo Africano" (Africa Corps) oficial ruso.

  • La nueva estrategia de "JNIM": ampliar el arco y demostrar capacidad: La simultaneidad de los ataques en siete lugares geográficamente distantes no es una coincidencia, sino una demostración de fuerza destinada a enviar dos mensajes claros. El primero, que las capacidades organizativas y logísticas del grupo no se han visto afectadas, sino que quizás se han fortalecido, permitiéndole llevar a cabo operaciones complejas. El segundo, y más peligroso, es la expansión deliberada del teatro de operaciones hacia el oeste, específicamente hacia la frontera con Senegal, que se consideraba "relativamente tranquila". Con esto, el grupo pretende romper la estrategia de aislamiento seguida por las autoridades malienses, abrir nuevos frentes y exportar la inestabilidad a los países vecinos.
  • El impacto del "Cuerpo Africano" ruso: un centro pesado y una periferia frágil: El núcleo del análisis reside en comprender el cambio provocado por la sustitución de "Wagner" por el "Cuerpo Africano", dependiente del Ministerio de Defensa ruso.
  • De mercenarios a Estado: "Wagner" operaba como una fuerza no oficial, centrada en proteger al régimen gobernante y asegurar los recursos económicos, utilizando tácticas brutales y sin restricciones que, al sembrar el rencor entre los civiles hacia el estado, contribuyeron a aumentar la simpatía por las organizaciones separatistas y extremistas. El "Cuerpo Africano", en cambio, es una herramienta oficial del Estado ruso, que aplica una doctrina militar más tradicional. El Cuerpo se centra en operaciones a gran escala en cooperación con el ejército de Mali, asegurando las principales ciudades y ejes estratégicos, y proporcionando cobertura aérea y apoyo de fuego intenso.
  • El vacío de seguridad como efecto secundario: Este cambio en la doctrina militar ha creado un "centro de gravedad" de seguridad en las zonas donde están presentes los rusos y el ejército maliense, pero, por otro lado, ha llevado a descuidar las periferias y las vastas zonas rurales y fronterizas. Los grupos armados, encabezados por "JNIM", son expertos en la guerra asimétrica; evitan la confrontación directa con fuerzas superiores y explotan el vacío en las zonas frágiles para lanzar sus ataques. En otras palabras, la estrategia del "puño de hierro" ruso en los centros urbanos ha convertido las periferias fronterizas en objetivos fáciles, y los recientes ataques son una explotación directa de esta brecha estratégica.
  • ón de la estructura de seguridad regional: Estos ataques se producen en un contexto de desintegración casi total de la arquitectura de seguridad que existía. Tras la retirada de la misión de la ONU (MINUSMA) y las fuerzas francesas, y la retirada de Mali y sus aliados de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), la región carece de un marco de seguridad colectiva eficaz. La "Alianza de Estados del Sahel" es fundamentalmente un pacto de defensa entre regímenes similares, pero carece de profundidad logística, política e internacional. Los esfuerzos de cooperación bilateral con Senegal y Mauritania siguen siendo de impacto limitado frente a una amenaza transfronteriza y organizada.

El ataque a las fronteras con Senegal y Mauritania no es solo una advertencia, sino el comienzo de una nueva fase. Estos países, que habían mantenido una estabilidad relativa, se encontrarán en la línea del frente. Esto los pondrá ante decisiones difíciles: o bien fortalecer sus alianzas de seguridad tradicionales con potencias occidentales, o buscar nuevos acuerdos de seguridad, o enfrentar el riesgo de infiltración de elementos extremistas en sus territorios. La estabilidad de Mali ya no es un asunto interno, sino que se ha convertido en la clave para la seguridad de toda la región de África Occidental. (Alex Ribeiro)

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.

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