El Primer Ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, ha anunciado que el país va a incrementar sus inversiones en Defensa para el año 2026, una acción que les va a permitir afrontar contratos como la pretendida compra de treinta y seis obuses remolcados de 105 milímetros o la adquisición de sistemas antiaéreos de muy corto y corto radio de acción. Esas inversiones, que se encuadran dentro de un monto presupuestario que asciende a 5.130 millones de dólares, contemplarían la llegada de drones obtenidos tras un reciente acuerdo firmado con Turquía.
Malasia habría acordado obtener el modelo Anka-S de un sistema UAS (Unmanned Aerial System) diseñado y fabricado por TAI (Turkish Aerospace Industries). Se trata de un aparato de notable tamaño, que en formas y capacidades es similar al estadounidense Predator, y que está impulsado por un motor turbohélice situado en su parte posterior. Tiene un radio de acción notable gracias a su autonomía de vuelo de unas treinta horas y al enlace que permite controlarlo a grandes distancias mediante satélites. Malasia usaría los Anka-S para vigilar sobre todo zonas marítimas de su interés y tener un mejor control de su zona económica exclusiva.
Según informó en el Parlamento de Malasia el ministro de Defensa, los drones se obtendrían en un periodo que se encuadra entre 2026 y 2030. El destinatario de estas aeronaves fabricadas en Turquía sería la Fuerza Aérea malaya y con ellas podrían realizar patrullas de larga duración con las que vigilar actividades tan variadas como el narcotráfico, la piratería o las actividades militares.
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La mejora económica del Ministerio de Defensa de Malasia va a permitir abordar diversos programas de modernización de sus ejércitos. (Octavio Díez Cámara)
Los acuerdos técnico-industriales de Malasia con Turquía van más allá y querrían obtener con ellos un impulso de las capacidades fabriles locales asociadas al entorno de la Defensa, voluntad que de una parte buscaría satisfacer varios programas de las Fuerzas Armadas malayas y aposentar una serie de capacidades de mantenimiento y producción propias que pueden ser interesantes a medio y largo plazo.
No se ha difundido la previsión en cuanto al número de plataformas que obtendrían, aunque fuentes locales sitúan la cifra entre seis y diez aparatos. Lo que sí está claro es que estos avanzados drones incluirían un pedestal con sensores optrónicos y optrónicos y un radar especializado para vigilar el entorno marítimo. Podrían, ser armados con misiles para poder neutralizar determinadas amenazas en la superficie del mar o en tierra.
Malasia con esta compra impulsará sus capacidades militares y lo hará con productos turcos contrastados y que se venden a un precio competitivo. (Octavio Díez Cámara)







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