Japón planea comprar 400 misiles de crucero BGM-109 Tomahawk a Estados Unidos, según declaró el pasado 27 de febrero el primer ministro, Fumio Kishida, como parte del impulso de su Gobierno para adquirir medios de disuasión de largo alcance contra amenazas potenciales.
El mandatario Kishida, según declaró ante a los legisladores de la Cámara Baja nipona, pretende concluir un acuerdo de compra con la multinacional norteamericana Raytheon en el año fiscal 2023 y desplegar los BGM-109 Tomahawk en el periodo 2026/2027 en los 8 destructores de la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón o Japan Maritime Self-Defense Force (JMSDF), equipados con el sistema de combate Lockheed Martin Aegis.
El ministro de Defensa, Yasukazu Hamada, declaró ante la Comisión de Presupuestos de la Cámara Baja que el gobierno estaba negociando con la parte estadounidense la adquisición de hasta 400 de estos misiles de crucero de alta precisión.
Otra imagen del Lanzamiento de un “Tomahawk” desde un destructor de Estados Unidos. (Foto US Navy)
Los misiles forman parte de un aumento de las capacidades de defensa que Kishida puso en marcha el año pasado con documentos actualizados sobre seguridad nacional. Japón tratará de adquirir “capacidades de contraataque”, es decir, la capacidad de alcanzar objetivos lejanos que supongan una amenaza para la nación. Aunque no se menciona las grandes amenazas de Japón son en primer termino Corea del Norte, y secundariamente China.
El Partido Liberal Democrático, en el poder, había revelado a los partidos de la oposición la magnitud de la compra prevista en una reunión anterior de la Comisión de Presupuestos. La oposición presionó para que se hiciera pública la cifra, aunque el gobierno se mostró inicialmente reacio a revelar detalles sobre cuantos BGM-109 se iban a comprar para dotar de esa capacidad a la JMSDF.
Tokio adquiere los Tomahawk en el marco del programa de Ventas Militares al Extranjero o Foreign Military Sales (FMS) de Washington, aunque previamente el Gobierno estadounidense deberá de anunciar el permiso para la venta y notificárselo al Congreso, por si hubiera algún veto, cosa improbable, dada que hablamos de un aliado de primera de Estados Unidos, y de las amenazas a la que se enfrenta.
Uno de los destructores de la JMSDF, el “Maya” al que se le dotaría con misiles “Tomahawk” (Foto JMSDF)
Para la oportuna financiación el Gobierno japonés ha presupuestado la cantidad de 211.300 millones de yenes (1.456 millones de dólares) para la compra de misiles Tomahawk y equipos relacionados en su proyecto de presupuesto para el año fiscal 2023, que se está debatiendo actualmente en el parlamento. El gobierno no reveló el coste unitario de los misiles.
Japón comprará la última versión del misil de crucero Tomahawk, que empezó a entregarse a la Marina estadounidense o US Navy en 2021. El misil guiado de precisión vuela a baja altura y tiene un alcance que supera los 1.600 kilómetros. “Pueden realizar maniobras evasivas para evitar ser interceptados”, dijo Kishida.
Las capacidades de contraataque que busca Japón van más allá de la interceptación de misiles enemigos para atacar objetivos terrestres y marítimos. El Tomahawk se considera la mejor opción actual, aunque paralelamente los japoneses están desarrollando un misil guiado antibuque propio, el denominado de Tipo 12, que tendrá un alcance de más de 1.000 km, por lo que tiene capacidades como el Tomahawk de alcanzar el blanco fuera del radio de acción de las defensas enemigas o standoff, aunque no entraría en servicio hasta el año fiscal 2026.
