Las capacidades militares que Irán, de forma paulatina y contundente, está desarrollando poco a poco no dejan de sorprender, hemos conocido la existencia de bases aéreas secretas en túneles de montañas, de novedosas familias de aeronaves no tripuladas, de misiles de largo alcance y hasta de curiosos desarrollos navales.
Dentro de estos últimos se encuentra un nuevo portadrones que acaba ser presentado públicamente y que aúna una serie de innovaciones surgidas por la necesidad pero que les han servido para proveerse, de forma diligente y relativamente económica, con una plataforma naval que tiene un amplio potencial para que Irán refuerce sus recursos militares.
El navío en cuestión se llama Shahid Bagheri y está ya a disposición de la rama naval del Cuerpo Armado Islámico Revolucionario (IRGC, Islamic Revolutionary Guard Corps) de Irán. Para obtenerlo lo que han hecho, en un proceso que parece ser se inició en la primavera de 2022 y ha avanzado de forma especialmente rápida, es tomar como punto de partida un buque portacontenedores de origen comercial y transformarlo.
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Detalles como los montajes artilleros de autodefensa, los lanzadores de misiles o los equipos de comunicaciones dan al portadrones iraní un amplio potencial de empleo naval.
Entre otras capacidades el portadrones Shahid Bagheri, que tiene una eslora de 180 metros, incorporaría un sistema lateral para poder lanzar y recuperar embarcaciones de medio porte con las que atacar a posibles objetivos del adversario, lanzadores de misiles para protegerlo de ataques enemigos y gestionar acciones ofensivas sobre lugares que fuese necesario destruir, y lo más relevante una cubierta de vuelo que abarca toda la zona que hay delante de una isla que es especialmente alta.
Lo más llamativo de este navío es que con esta última modificación se convierte en un portadrones. Incluye a proa un Skyjump con el que lanzar al aire medios aéreos con mayor carga militar a bordo, lo que requeriría menos potencia y aprovechar mejor las envolventes aéreas limitadas que hayan podido poner a punto. Sobre la superficie de vuelo, que está conectada con el interior del casco de este buque de Irán con lo que parecen ser ascensores que permiten mover los diferentes tipos de aeronaves, se han exhibido helicópteros que tienen en servicio y con los que podrían actuar para acciones navales ofensivas.
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Realmente, disponer de un navío con Skyjump da a Irán una capacidad militar naval diferenciadora que puede serles útil ante diferentes situaciones y conflictos.
Estas últimas, y las de reconocimiento, estarían también asignadas a los diferentes tipos de drones que se pueden observar en los videos e imágenes del portadrones de Irán en la red de redes. Habría algunos más clásicos, como el Ababil-3 que se puede ver tomando y despegando de la nave y del que incluso se muestra una variante con pequeñas turbinas bajo sus alas que le darían más potencia para sus despegues embarcados.
Más llaman la atención otros drones que se podrían beneficiar del Skyjump. Embarcan en él un dron furtivo de pequeño tamaño JAS-313 y otro con las mismas formas, pero mayor que podría tener algo más de un metro de alto y unos seis de largo. Ambos siguen las líneas de otro diseño ya conocido, el del cazabombardero compacto Qaher 313; el dron más grande es especialmente furtivo, en cuya bodega interna podría llevar pequeños misiles de ataque a superficie. (Octavio Díez Cámara)
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