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Sábado, 13 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

Arabia Saudita podría comprar hasta 48 aviones de combate F-35 tras nuevas conversaciones con Estados Unidos

Un F-35A de la Aeronautica Militare italiana. Arabia Saudita podría contar con 48 de finalmente lo autorizase la administración Trump. (Foto Julio Maiz)
Un F-35A de la Aeronautica Militare italiana. Arabia Saudita podría contar con 48 de finalmente lo autorizase la administración Trump. (Foto Julio Maiz)

La agencia de noticias Reuters ha anunciado que la solicitud formal de Arabia Saudita para adquirir 48 aviones de combate furtivos F-35 Lightning II había avanzado en el marco de la revisión de las ventas de defensa estadounidense.

La propuesta se encuentra bajo coordinación entre instituciones, liderada por el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado de Estados Unidos, siguiendo los procedimientos establecidos para Ventas Militares al Extranjero o FMS (Foreign Military Sales). Si bien aún no se ha emitido la aprobación, la revisión representa un paso clave en la evaluación que hace Washington de la cooperación en materia de defensa con los países del Golfo, la política de control de exportaciones, aunque siempre mantenimiento la ventaja militar cualitativa de Israel.

Si bien aún no se ha tomado una decisión final, el progreso indica que Washington está evaluando la venta considerando los equilibrios regionales actuales, la política de control de exportaciones y los marcos bilaterales de defensa vigentes. Esta posible adquisición representaría la primera transferencia de aviones de combate de 5ª generación a un país de Oriente Medio, sin contar con Israel que comenzó a recibir su variante del aparato F-35I Adir en diciembre de 2016.

De aprobarse, permitiría a Arabia Saudita alinear sus futuras capacidades aéreas con los requisitos de defensa modernizados, manteniendo la interoperabilidad con aliados clave. El tamaño de la flota propuesta, que no se había dado a conocer previamente, sería suficiente para crear dos nuevos escuadrones operativos y deberían incluir infraestructura, entrenamiento y componentes de mantenimiento dentro del paquete general de la venta.

El proceso de aprobación para cualquier venta de F-35A a Arabia Saudita sigue el procedimiento establecido en las operaciones FMS, que incluye revisiones secuenciales por parte del Departamento de Defensa, el Departamento de Estado, la Casa Blanca y la notificación final al Congreso conforme a la Ley de Control de Exportaciones de Armas.

Cada etapa evalúa la alineación con las políticas, la viabilidad técnica y las implicaciones estratégicas antes de cualquier anuncio formal. Este proceso de aprobación por etapas garantiza que las transferencias de tecnología sensible se ponderen en función de la dinámica de seguridad regional y la supervisión legislativa estadounidense. Si bien la solicitud saudí ha superado la evaluación departamental inicial, aún está sujeta a revisiones institucionales y políticas posteriores que pueden modificar o retrasar el resultado final.

El interés de Arabia Saudita en el F-35 se remonta a principios de la pasada década, cuando Riad buscaba modernizar su flota aérea mediante el programa F-15SA y la adquisición de un nuevo lote de Eurofighter Typhoon. En aquel entonces, la política de exportación estadounidense prohibía la entrega de aeronaves furtivas a los estados árabes para preservar la ventaja militar cualitativa o QME (Qualitative Military Edge) de Israel.

La Real Fuerza Aérea Saudí o RSAF (Royal Saudi Air Force) tiene un especial interés en dotarse de aeronaves de 5ª generación como parte de la transformación industrial de defensa de la Visión 2030, centrándose más allá de la espectacular capacidad de combate, en la adquisición de tecnología, la capacidad de mantenimiento local y la autosuficiencia a largo plazo. Las características furtivas del F-35, la fusión de sensores y los avanzados sistemas de intercambio de datos fueron considerados por los planificadores saudíes como elementos cruciales para adaptarse a las amenazas cada vez más sofisticadas en el campo de la defensa aérea y contra misiles.

Un factor central que influye en la aprobación de cualquier FMS en Oriente Medio sigue siendo la política estadounidense de mantener la superioridad militar cualitativa de Israel, lo que da idea de la importancia del lobby judío en Estados Unidos. Este principio, consagrado en la legislación estadounidense, exige que Israel conserve una ventaja tecnológica y operativa superior a la de cualquier fuerza militar regional.           

El precedente establecido durante las negociaciones iniciadas en 2020 de los aviones de combate F-35A para los Emiratos Árabes Unidos, que demostró que Washington solo puede autorizar plataformas avanzadas en la región tras estrechas consultas con las autoridades de defensa israelíes y ajustes para garantizar que no se vea mermada su ventaja tecnología. Finalmente, ante la influencia China sobre Emiratos, que autorizó la implantación del 5G por parte de Huawei, se suspendió la negociación, lo que llevo a los árabes a encargar 80 aviones de combate Dassault Aviation Rafale al Gobierno de Francia. 

Si Arabia Saudita recibiera la aprobación, probablemente se aplicarían medidas similares, incluyendo calendarios de entrega por fases, diferenciación de configuraciones o modificaciones de hardware y software. Las propuestas para una versión derivada con restricciones de exportación ilustraron cómo Washington podría adaptar sistemas para socios regionales, limitando al mismo tiempo los subsistemas sensibles. La posible adquisición de F-35 por parte de Marruecos también se consideró bajo estas restricciones, lo que demuestra que cada caso de Oriente Medio se examina de forma independiente para preservar el equilibrio regional y los compromisos de Estados Unidos en el marco de las directrices de la política QME.

Para Arabia Saudí, la incorporación del F-35A supondría un cambio radical en sus capacidades de combate aéreo y reconocimiento. La combinación de baja detectabilidad por radar o stealth, detección de largo alcance y sistemas avanzados de guerra electrónica de la aeronave permitiría nuevas formas de conocimiento situacional y ataques de precisión. El radar AN/APG-81 de barrido electrónico activo, junto con el sistema de apertura distribuida y el sistema de apuntamiento electroóptico, proporcionaría a la RSAF una espectacular capacidad de combate aéreo, incluso en entornos altamente disputados.

La arquitectura de enlace de datos del F-35 también integraría a los cazas saudíes en una red unificada de mando y control, conectándose con los F-15SA y los Eurofighter Typhoon para una defensa aérea en capas y operaciones de ataque coordinadas. En términos operativos, la introducción de una plataforma furtiva mejoraría la capacidad de supervivencia frente a los modernos sistemas de misiles tierra-aire y permitiría una planificación de misiones más flexible. En el ámbito industrial, la participación saudí en la red global de mantenimiento podría fomentar las alianzas aeroespaciales nacionales, en consonancia con los objetivos de localización de la Visión 2030.

De cara al futuro, el programa de modernización de la RSAF va más allá de la solicitud de los F-35 e incluye adquisiciones confirmadas y potenciales de diversos socios. Las negociaciones con el Reino Unido han contemplado la adquisición de hasta 48 Eurofighter Typhoon adicionales, lo que permitiría mantener la coherencia con los marcos de mantenimiento y los sistemas de entrenamiento de vuelo existentes.

Riad también ha manifestado su interés en adquirir 54 cazas Dassault Rafale de Francia, ampliando así la diversificación y la autonomía estratégica de su flota. Paralelamente a las ofertas occidentales, se han observado conversaciones entre Arabia Saudí y Turquía sobre su participación en el programa de cazas de quinta generación KAAN, que podría abarcar hasta 100 aeronaves y acuerdos de coproducción. Entre las consideraciones a largo plazo también se incluye la exploración de la participación en el Programa Aéreo de Combate Global o GCAP (Global Combat Air Programme) o team Tempest, una iniciativa de 6ª generación liderada por el Reino Unido, Italia y Japón, cuya entrada en servicio está prevista para mediados de la década de los treinta del presente siglo.

La posible venta de los F-35 se enmarca en un contexto más amplio de cooperación en materia de defensa entre Estados Unidos y Arabia Saudita, que abarca sistemas de defensa aérea, naval y antimisiles. En mayo de 2025, Washington anunció un marco de defensa valorado en aproximadamente 142.000 millones de dólares (123.000 de euros), que cubre la defensa aérea y antimisiles, la modernización de la fuerza aérea y el espacio, la seguridad marítima y las comunicaciones. Si bien el F-35 no se mencionó explícitamente en dicho anuncio, la magnitud de la colaboración indica una continua alineación estratégica entre ambos países.
(Julio Maiz)


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.

1 comentarios

  1. Aviónic.com | 11/11/2025 23:46h. Avisar al moderador
    Espero y deseo que España no adquiera esa basura aeronautica   

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