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Sábado, 27 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Luces y sombras de la industria de defensa. El Corredor Norte, un diamante por descubrir (y saber vender)

El buque Juan Carlos I construido en Ferrol por Navantia (autor)

Las políticas de gestión en la industria de defensa son extremadamente importantes debido a la sensibilidad y la naturaleza crítica de esta industria y su conocido impacto en una nación. En anterior artículo, ya expuse algunos factores de referencia a las mismas y de la importancia vital de tener un buen gestor, ágil, eficiente y eficaz para llevarlas a cabo.

Sigo convencido de que para conseguir un máximo nivel efectivo de las CIEDs (Capacidades Industriales Estratégicas de Defensa) en España, todos los implicados deben trabajar con un único interés, dejando absolutamente de lado ideologías políticas e intereses personales. Moralmente, debe prevalecer un sentimiento unido de nación industrial y con un objetivo común. No dejo de ilusionarme cuando piso tierras extranjeras y de entristecerme cuando regreso a casa.

Claro está, que las Políticas de Industria de Defensa, no sólo emanan y se alimentan de lo que cuece en las cocinas del edificio del Paseo de la Castellana en Madrid, ni de la firma de dos mujeres de Estado y un Almirante. Como bien está escrito, la Estrategia Industrial de Defensa no llegará a ser sólida, si no está impregnada de una cultura colaborativa a todos los niveles y capas, institucionales, empresariales, asociativas y sociales.

De nada sirve el esfuerzo de unos o las colaboraciones de otros, cuando en la cadena de transmisión institucional, alguien que tiene la responsabilidad de gestionar y colaborar en las líneas de acción, carece de visión estratégica, sentimiento nacional, voluntad colaborativa y predisposición a bogar en la misma dirección. No sólo me refiero la carencia en conciencia y cultura de defensa sino también, a la anteposición de intereses políticos o personales, aunque extenderme en este concepto aquí, me desviaría del tema a tratar y mancharía las botas.

Centremos el disparo

El eje nº 5 de las líneas de acción en la Estrategia Industrial de Defensa, pasa por potenciar, crear y ampliar los corredores industriales existentes. Así mismo, establecer unas líneas, a modo de cláusulas, en los procesos de administración, que favorezcan esencialmente iniciativas.

En España y por sus características geográficas, es muy fácil trazar líneas cartográficas. Norte, Sur, Este y Oeste. Norte, Sur, Atlántico, Mediterráneo. Tan sencillo como crear corredores industriales.  Corredor Centro, Corredor Sur y Corredor Norte. Aún me pregunto ¿Cómo al JEMAD, siendo Almirante, no se le ocurrió proponer los vientos que nos bañan, para nombrar los corredores industriales de Defensa?

Con una Rosa de los Vientos, presente incluso en el Himno de nuestras Alas Gloriosas, lo hubiera tenido más fácil; claro está, que ese tipo de ocurrencias, sólo se las imaginan en un conocido edificio de cinco fachadas, más dados al marketing de Cultura de Defensa en recuerdo a Pearl Harbour y menos a quedar bien con la clase política.

Es aquí, cuando dedicado a poner en valor la Industria de Defensa, La Cultura y Conciencia de Defensa desde Galicia, mi preocupación crece. Desde esta posición privilegiada, compartiendo la confesión de la ministra de Defensa en su comparecencia, doy gracias a Dios de este regalo entregado, y poder conocer, unas veces como espectador, otras como impulsor, de las numerosas riquezas industriales que conforman el valor de Galicia y que tanto pueden aportar al Corredor Norte.

Pero en no pocas ocasiones, me aborda el sentimiento de que pese a que mi región, es una zona importante y de carácter estratégico, sufre desaprovechamiento y en ocasiones desvalorización, dónde por sólo un color y una opinión, se borra del mapa cualquier ruta establecida, cualquier iniciativa, cualquier anhelo empresarial que de otra manera nos haría crecer y enriquecer de manera regional, nacional e internacionalmente.

Parece ser, que hablar de Defensa en la tierra que tanto se resistió a las Legiones Romanas, no entra en las agendas de quienes deben colaborar e impulsar las Estrategias marcadas desde Madrid. No debemos olvidar que las políticas de gestión en la industria de defensa deben priorizar la seguridad nacional. Esto implica garantizar que las tecnologías y los recursos estratégicos estén protegidos y no sean comprometidos por actores externos o internos. El problema radica cuando el actor que tiene que priorizar el impulso y contribuir al riego de las CIEDs en su región, ni está, ni sabe, ni se le espera.

La transparencia y la ética son fundamentales en la gestión de la industria de defensa. Las políticas deben asegurar que las operaciones sean transparentes y que se sigan los más altos estándares éticos para evitar la corrupción y los conflictos de intereses.

En esto último, he llegado a observar y lo he sufrido, que incluso el estado de ánimo de uno o por intereses personales, ha influido en una decisión. La ignorancia inexcusable en asuntos de defensa, la falta de voluntad o la carencia de la moral explicada en líneas anterior, han capado o vetado propuestas. ¡Qué le vamos hacer! No dejamos de ser de carne y hueso en lo primero y en lo segundo queda trabajo por hacer.

Cohesión territorial

La cohesión territorial es el 5º pilar de los 10 que sustentan los principios de la EID (Estrategia Industrial de Defensa). Este 5º pilar, es un aspecto crucial en la industria, ya que afecta directamente a la distribución equitativa de recursos, oportunidades y desarrollo económico en diferentes regiones. La cohesión territorial en la industria asegura que el desarrollo económico no esté concentrado únicamente en determinadas áreas geográficas, ayudando a tener una resiliencia y diversificación sana y fuerte:

Una industria con una cohesión territorial sólida es más resistente a los choques económicos y las crisis, mitiga los riesgos y promueve la estabilidad económica a largo plazo. Las políticas que promueven la cohesión territorial en la industria pueden ayudar a atraer talento, inversiones y recursos a regiones menos desarrolladas. Esto puede impulsar la innovación, la creatividad y el crecimiento empresarial en áreas que de otro modo podrían quedar rezagadas.

A esta cohesión territorial, va unida la rama de la cohesión social. Fortalecer los lazos sociales y culturales entre diferentes regiones, reduce las divisiones y promueve una mayor solidaridad y colaboración en la sociedad en su conjunto. Es aquí cuando el papel de la administración en el impulso de la industria regional es fundamental para promover un desarrollo económico equilibrado y sostenible.

Desde la propia administración regional y local la promoción y marketing deben ser un papel activo en la promoción de las ventajas competitivas de las regiones. Pero esto en ocasiones, apenas llega a cuotas aceptables. La mano de obra, los recursos, las infraestructuras y calidad de vida, pueden inclinar la balanza para atraer la atención de empresas e inversores interesados en establecerse.

Aeronave de Colyaer, fabricado en Galicia y expuesto en SEDEXPO (autor)

¿Qué pasa con Galicia?

Cuando nombramos Galicia, rápidamente nos aparece en la mente dos logos. Si ahora mismo preguntase a cualquier asesor o experto en industria de defensa nacional, por las empresas del ámbito en Galicia, rápidamente contestaría con la imagen formada en su mente: la cabeza de un toro en el capó de un vehículo y las dos olas o estelas de un astillero. Nada más. Urovesa y Navantia.

Pero en Galicia, el tejido industrial de defensa es inmenso, está lleno de puntadas e hilos, que conforman un telar sólido, rico e innovador. Pero no debemos olvidar, que quién viste este tejido es un nutrido capital humano con talento e ilusión, empresarios y emprendedores sencillos en ocasiones, que dan forman al ecosistema social y fortalecen el estado de bienestar: Empleo y prosperidad.

He podido conocer y observar en el resto de nuestra geografía, animados por la creación y fomento de proyectos para capacitar a nuestras Fuerzas Armadas, un abanico de entidades y personajes, que han querido presentarse con el fin de ser partícipes y actores en el escenario.

Esto es bueno, la creación de asociaciones público-privadas, el fomento, creación y participación de clústeres industriales y la promoción de la innovación y la transferencia de tecnología, así como la celebración de ferias sectoriales, están dictadas y firmadas en la memoria de objetivos de los presupuestos generales del Estado para la Defensa (Pág 85 PGE 2023).

Desde hace poco más de cuatro años, es de conocimiento público, que animado por querer también participar y colaborar con lo dictado en las estrategias de Defensa, en la región más importante del ahora denominado Corredor Norte, ideé y presenté una iniciativa que, en forma de herramienta necesaria, puede ser utilizada en reforzar las líneas de acción de los 10 ejes, los 10 pilares de la Estrategia de la Industria de Defensa y especialmente como actor principal, en el eje 5 comentado.

SEDEXPO es la única feria sectorial que se celebra en el Corredor Norte y la cual, en dos ediciones, ha llegado a reunir más de 400 empresas con participación de firmas de casi 50 países y miles de visitantes. Una apuesta firme y ambiciosa, que cada vez gana más apoyos. Hace muy poco tiempo, un alcalde en Galicia tuvo la genial idea de querer impulsar un Clúster de la Industria de Defensa de Galicia. Personalmente tuve la iniciativa y la oportunidad de poder reunirme con él, para explorar de qué manera podíamos llegar a plasmar la magnífica iniciativa. Lamentablemente, la ideología política antepuso colores en la palestra y el cuadro ni tan siquiera llegó a boceto.

Es que es Galicia y está lejos, me decía el director general de una Feria de Defensa conocida, pese a que en mi región está la 4ª provincia que más factura en industria de Defensa de España, se ha diseñado y construido el primer UAV capaz de portar 5 granadas de diferentes calibres o aviones ligeros anfibios, capaces de ser operados de manera autónoma.

Cuando informé desde la misma fábrica situada a pie de la Ría de Pontevedra, a la Dirección General de Armamento y Material del descubrimiento y ampliando que en Israel ya lo tenían, la respuesta fue que como era “chino”, no merecía atención.

Años después de este episodio, tuve el honor de recibir al Jefe de la Oficina de Apoyo Exterior (OFICAEX), General Saenz de Santa María, en la segunda edición de SEDEXPO, quien con agrado y sorpresa consideró el evento interesante e importante para acometer las estrategias dictadas y considerando que estaba en línea con las necesidades. Ese día, él también descubrió el citado UAV y pudo comprobar que es 100% gallego, 100% español.

Recientemente, aquí en Galicia, durante un acto de presentación de un informe sobre los retos y perspectivas de inversión en Galicia para 2024, la consejera de Comercio de la Xunta de Galicia (que en un principio fue invitada a formar parte de un Foro sobre la Industria de Defensa, pero ha rehusado asistir) habló de cifras generales y de proyectos en la Región.

Si bien se trabaja en sostenibilidad y digitalización y otras carencias en la región, encuentro que el ámbito de la defensa, queda relegado en unas y está ausente en otras, cuando el potencial supera con creces al de otras regiones. Sólo en el ámbito naval el contorno, de los más de 1.500 kilómetros de costa, está sembrado de industrial naval en todos los niveles de construcción y reparación de buques sin parangón.

No hay ninguna otra región en España que alcance el nivel reconocido internacionalmente por Galicia. Un sector que casi llega a los 10.000 puestos de trabajo y que sólo hace dos años, presentaba casi 1.000 millones de euros de facturación. Más allá de las grúas y gradas dónde se construyen las fragatas de nuestra Armada, también se preparan las embarcaciones que combatirán el narcotráfico y el crimen organizado en el Estrecho.

En el ámbito aeronáutico y aeroespacial, Galicia suma potencial y cada vez más se consolida en el sector. Casi medio centenar de empresas gallegas en algún momento han trabajado con las grandes firmas, acumulando contratos e inversión de millones de euros y miles de puesto de trabajo.

El Sector aeronáutico gallego no sólo suministra utillaje y componentes a los actores principales como Airbus, Boeing, Bombardier, Embraer y otras. También su talento e ingeniería está presente, así como en el ámbito académico y en su riqueza, donde incluso se establecen programas de investigación, o proyectos de investigación culminan con la colocación de micro satélites en el espacio.

Pocos saben que una de las más importantes fábricas de componentes electrónicos, capaz de ensamblar 150.000 elementos en una hora, responsable de la mayoría de los VOR de los aeropuertos internacionales, creadora del sistema de comunicaciones en ferrocarril o proveedor de Indra, con una facturación que supera los 11 millones de euros y poseedora del Certificado PECAL, está entre ríos y montañas en Galicia. No son pocas las empresas españolas de defensa, que sus equipos electrónicos llegan a sus desarrollos desde fuera de España, cuando aquí se pueden diseñar, fabricar y montar sin tener que pasar por aduanas.

Ya más conocido a nivel nacional e internacional, son el Polo Aeronáutico y Aeroespacial y en el cada vez más presente, el sector de los vehículos no tripulados y es aquí, impulsado a través de la Civil UAVs Initiative y el programa Bussines Factory Aéreo de la Agencia de Innovación Gallega, donde cobra fuerza la atracción de invertir.

Estas dos últimas iniciativas, forman parte de la Agencia de Innovación de la Xunta de Galicia, que a la vez se incluyen en la Estrategia para la Internacionalización de las empresas gallegas 2021-2025 plan para el que se destinan 70 millones de euros y que pudieron conocerse a través de su patrocinio y presentación en la pasada Feria Internacional de Seguridad, Defensa y Emergencias SEDEXPO. Las mencionadas iniciativas han servido como aceleradoras de proyectos innovadores, ahora ya conocidos de diferentes firmas, como Airbus, Aerocámaras, Aeromedia, Centum Research & Technology, Beagle Labs, Enercraft o ITG DroneSolutions, entre otras.

Recuerdo la primera vez que me colgué una mochila con una batería, tan pequeña como una maleta de mano, pero capaz de arrancar los motores de un Bombardier 415 del Grupo 43 del Ejército del Aire. No puedo dejar de nombrar el enorme esfuerzo y dedicación de Alberto Jurjo Costa, cuya nave, bañada por las rías gallegas, resguarda auténticas joyas empleadas en la aeronáutica por aviones y helicópteros, entre otros aparatos, en diferentes países y lugares del planeta.

Pero seguimos cogiendo el AVE a Madrid o el avión en Santiago de Compostela para ir al mundo, sólo así, somos capaces de mostrar de qué somos capaces. Hay más, pero quizás con la suficiente voluntad y apoyo, podamos un día hacer atractivo recorrer el corredor norte y descubrir los diamantes de un ecosistema industrial, dual y de defensa, repleto de riqueza. Atraeremos inversores, compradores y mostraremos solidez y potencia al mundo.

Mientras me quedo con aquella frase cantada a quién fue desterrado, a su paso por Burgos: “Qué buen vasallo sería, si tuviese buen señor”

(Luis Martínez Gavilán, Rector de SEDEXPO)

 

 

 


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