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Sábado, 13 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

Venezuela pide drones y equipo militar a Irán en medio de la creciente tensión con Estados Unidos

En un contexto de creciente confrontación geopolítica, el gimen de Venezuela ha solicitado recientemente a Irán el envío de drones y otros equipos militares, según documentos internos del gobierno estadounidense obtenidos por The Washington Post. Esta solicitud se enmarca en una estrategia más amplia del presidente Nicolás Maduro para reforzar las capacidades defensivas del país ante lo que califica como una “agresión directa” por parte de Estados Unidos.

La petición venezolana incluye sistemas de detección pasiva, inhibidores de GPS y drones con un alcance de hasta 1.000 kilómetros, según revelan los informes. El ministro de Transporte, general de división (Av) Ramón Celestino Velásquez, habría coordinado personalmente el envío de estos equipos durante una visita oficial a Teherán.

Cooperación militar en entredicho

Aunque Irán ha mantenido históricamente una estrecha relación militar con Venezuela —incluyendo la producción conjunta de drones como los Mohajer-2 y Mohajer-6 en la Base Aérea El Libertador—, no está claro si Teherán está en condiciones de cumplir con esta nueva solicitud. El reciente conflicto entre Israel e Irán ha dejado al país persa con una significativa pérdida de capacidades, incluyendo la destrucción de al menos un millar drones por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel.

Sin embargo, las tensiones internas dentro del régimen iraní podrían afectar la toma de decisiones estratégicas de acuerdo con un informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). Altos funcionarios como el presidente del Parlamento, Mohammad Bagher Ghalibaf, han sido acusados de oportunismo político por medios vinculados al Consejo Supremo de Seguridad Nacional, lo que refleja una lucha por el poder en el seno del gobierno iraní.

Escalada militar en el Caribe

La solicitud de ayuda militar a Irán se produce en medio de una escalada de tensiones entre Caracas y Washington, en la que este último ha intensificado su presencia militar en el Caribe, reforzando al Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM) con activos militares que le han sido transferidos desde otros comandos de combate del Departamento de Guerra, y que incluye más de 14.000 tropas, buques de guerra y aeronaves de diferentes tipos que están siendo empleadas en operaciones contra presuntas redes de narcotráfico. Por su parte, el presidente Donald Trump ha calificado al mandatario venezolano como “una amenaza para la seguridad nacional” y ha reactivado acusaciones contra el llamado Cartel de los Soles.

En respuesta, Venezuela ha realizado una movilización general de su Fuerza Armada Nacional, incluyendo a la Milicia Bolivariana y Agencias de Policía, con los que ha iniciado una serie de entrenamientos militares en los que también se han incluido a civiles, mientras refuerza sus alianzas con Rusia y China. Y en este sentido la semana pasada desde Moscú se había confirmado el envío de sistemas de defensa aérea Pantsir F-1 y más misiles Buk-M2E, además de repuestos para los sistemas de defensa antiaérea que la empresa rusa Rosoboronexport (la compañía rusa exportadora de armas perteneciente a ROSTEC) ha vendido a Caracas desde 2006, destacando de estos sistemas de armas los más de 5.000 sistemas de misiles tierra-aire portátil (MANPADS) 9K338 Igla-S.

La creciente militarización de Venezuela y su acercamiento a potencias como Irán, Rusia y China ha generado preocupación en América Latina. Países como Brasil, Colombia y los miembros de la Unión Europea han instado a una desescalada del conflicto, mientras analistas advierten sobre el riesgo de una confrontación regional de mayores proporciones.

La posibilidad de que Irán exporte drones de largo alcance a Venezuela también ha encendido las alarmas en Washington, pues, aunque Venezuela ya produce diferentes modelos de drones persas a los cuales ha bautizado como el ANSU-100 (Mohajer 2), ANSU-110 (Mohajer 2), ANSU-111 (Mohajer 2), ANSU-200 (Shahed-171), ANSU-500 (Shahin), ANSU-700 (Yazdan), ANSU-800 (Mohajer 2) y ANSU-900 (Mohajer 2), la incorporación de nuevos sistemas podría alterar el equilibrio estratégico en el hemisferio occidental.

Refuerzo del entrenamiento militar con simuladores FPV

En paralelo a estas gestiones internacionales, la Academia Militar del Ejército Bolivariano ha anunciado la dotación de simuladores FPV para el entrenamiento con sistemas de aeronaves remotamente pilotadas tipo Drone Kamikaze. Esta iniciativa busca elevar el nivel educativo y operativo de los futuros oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), perfeccionando sus habilidades de combate en escenarios simulados de alta precisión.

Según una publicación oficial en redes sociales, este sistema de entrenamiento “eleva el apresto educativo de nuestros futuros Oficiales, permitiendo perfeccionar las habilidades y capacidades de combate de los líderes y lideresas de la Revolución Bolivariana”.

Los simuladores FPV permiten a los cadetes operar drones en entornos virtuales que replican misiones reales, incluyendo ataques de precisión, reconocimiento y maniobras evasivas. Esta tecnología, que ha ganado notoriedad en conflictos como el de Armenia, Colombia, Ucrania y Gaza, representa una evolución en la doctrina militar venezolana, alineada con las tendencias globales en guerra asimétrica y operaciones no convencionales. (Bernardo de la Fuente)

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.

1 comentarios

  1. Eddy Montilla | 14/11/2025 12:38h. Avisar al moderador
    Excente reportaje muy completo y analitico   

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