Como FAU 594 y FAU 595 serán identificados los dos Hércules KC 130H que Uruguay está terminando de negociar con España, procedentes de los inventarios del Ejército del Aire, donde don reemplazados por los A-400M.
El gobierno uruguayo solamente dependería del acuerdo estadounidense al respecto del material de vuelo, al cual se le augura al menos un cuarto de siglo adicional de operatividad desde su llegada a Montevideo. Los actuales Hercules FAU 591 y FAU 592, no tanto el FAU 593 que, tras unos meses de vuelo, fue utilizado para canibalizar sus piezas, son viejos modelos B, del año 1960-61, que han volado hasta la actualidad, habiendo arribado a Uruguay a principios de los 90, realizado inclusive uno de los vuelos más largos para una aeronave sudamericana de este tipo, al unir Montevideo con Phnom Penh cuando las Fuerzas Armadas uruguayas mantenían activa presencia en la misión de paz para estabilizar Camboya (UNTAC), una vez cesado el sangriento conflicto interno con el Khmer Rouge.
Asimismo se ha volado con los viejos C-130 a diversas misiones en el exterior, desde África al Sinaí, así como a las periódicas campañas antárticas para atender a la Estación Artigas, que el Uruguay mantiene en la Isla Rey Jorge, incluyendo algunos vuelos invernales realizados a finales de los 90.
Además de en campañas humanitarias por desastres naturales, nacionales e internacionales, han sido utilizados como aeronave VIP, sea en el último periplo de un viaje del ex presidente Julio María Sanguinetti a Cuba (entre Miami y La Habana), de varios mandatarios a la Antártida, así como un curioso traslado a Santa Cruz de la Sierra de José Mujica, durante su gobierno.
Los viejos Hércules uruguayos han sido asiduos visitantes de importantes eventos aeronáuticos como FIDAE y habituales clientes de la chilena ENAER (eventualmente la brasileña Digex), además de protagonizar ejercicios internacionales, e inclusive, en ocasión de un importante eclipse y a poco de recibidos, colaboraron con la Nasa en su monitoreo. (Javier Bonilla)
