Del 7 al 10 de octubre Lima acoge la 25° Conferencia Anual de la Asociación Internacional de Centros de Entrenamiento para el Mantenimiento de la Paz – IAPTC Lima 2019, en la que delegados de 60 países abordarán asuntos relativos al perfeccionamiento de las operaciones de paz en el mundo. Los participantes son militares, policías y civiles expertos en el campo de la formación, educación y aprendizaje en operaciones de paz. Durante los cuatro días de la reunión, se intercambiarán experiencias sobre el trabajo de los “cascos azules” y en esta ocasión se pondrá especial énfasis en la participación de las mujeres en las operaciones de paz.
Asimismo, se analizará el trabajo realizado durante los 25 años de vida de la IAPTC, con el fin de renovar el compromiso por la formación, educación y entrenamiento, que son inversiones estratégicas para lograr el éxito de las operaciones de paz. La conferencia, que es organizada por el Ministerio de Defensa, a través del Centro de Entrenamiento y Capacitación para Operaciones (CECOPAZ), reafirma la vocación de paz del Perú, que contribuye con los esfuerzos de la comunidad internacional para hacer frente a los graves desafíos que enfrenta el mundo en el ámbito de la paz y la seguridad.
Perú en las Operaciones de Paz
El Perú tiene una participación importante en las misiones de paz de ONU desde 1958, cuando los primeros cascos azules peruanos viajaron al Líbano para participar en la Misión de Observadores de las Naciones Unidas en Líbano (UNOGIL). Nuestro país tiene desplegados 243 efectivos en siete misiones de paz en el mundo, de los cuales 31 son mujeres. En la actualidad, nuestros cascos azules, a través de la Compañía de Ingeniería Perú, participan en la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINUSCA). Su tarea principal es la construcción y mantenimiento de aeródromos, así como la instalación e implementación de bases de otros contingentes de operaciones de paz. El personal militar peruano también se desempeña como observadores militares o miembros de Estado Mayor en las misiones de paz, como lo ha venido haciendo en Haití, Darfur, Sudán del Sur, Abyei, Congo, República Centroafricana y Costa de Marfil.
