Se trata de un programa completo de entrenamiento que tiene como fin una práctica integral en tácticas, técnicas y procedimientos comunes. Un entrenamiento que se basa en los requisitos y actividades de cada nación y sus necesidades específicas en cada campo. En definitiva, un entrenamiento a la carta que incluye contenidos relacionados con el planeamiento avanzado de misiones intra-teatro, lanzamientos paracaidistas de personal y cargas, vuelos tácticos a muy baja cota con presencia de amenazas superficie-aire y aire-aire, tomas de asalto, maniobras tácticas de aproximación y aterrizaje, etc.
Dos semanas y 400 participantes
El proyecto en sí, hasta el 17 de junio, tiene una duración de 2 semanas y brinda, no sólo el ya mencionado entrenamiento para las tripulaciones aéreas, sino también uno específico para personal de las secciones de inteligencia, mantenimiento, centro de terminal aérea (CATO), equipos de protección de movilidad aérea (AMPT), equipo de control de combate (CCT), aeroevacuación médica táctica (CasEvac) y paracaidistas.
En este ETAP-T participan unas 400 personas (43 españoles, 4 de ellos del propio ETAC) de 8 naciones, 11 medios aéreos y 18 tripulaciones, además de representantes del Mando de Transporte Aéreo Europeo (EATC) y diferentes observadores. Alemania aporta 2 A400M, Chequia 1 C-295, Francia 1 C-130 y 1 A400M, España 1 A400M, Italia 1 C-130, Portugal 1 C-130 y 1 C-295, Reino Unido 1 C-130 y Rumanía 1 C-27J.
Se comparten lecciones, experiencia y doctrina, en el uso generalizado del A400M, entre las principales fuerzas aéreas europeas, y la homogeneización de tácticas, técnicas y procedimientos con el resto de medios aéreos, para lograr la interoperabilidad de las flotas de transporte. (Fuente y foto Ejército del Aire)