Una actividad esencial para cumplir la misión
La finalidad de este ensayo es mostrar el papel clave que desempeña la innovación para hacer frente con éxito a los riesgos y amenazas que debe abordar la Defensa. La innovación aparece como un elemento fundamental para mejorar las capacidades operativas de las fuerzas armadas. Esta facultad implica mejorar los mecanismos a través de los cuales se materializa la necesaria innovación, la influencia de los incentivos sobre el comportamiento de los ejércitos y de las empresas, y los efectos sobre la economía. Un aspecto relevante de este ensayo es explicar las dificultades intrínsecas al proceso innovador y mostrar lecciones aprendidas.
El trabajo de Carlos Martí merece especial atención y debería ser un material obligado para los ámbitos de estudio y análisis, así como para las cátedras universitarias y centros de formación que abordan la innovación, los retos tecnológicos, los sectores económicos y el impacto de la actividad empresarial de la Defensa. El enfoque es teórico, pero siempre respaldado por ejemplos de nuevos desarrollos exitosos o fracasados en sistemas terrestres, aeroespaciales o navales, así que se exploran las implicaciones prácticas que se deducen de las cuestiones tratadas.
La obra se divide en nueve capítulos y lo que me ha parecido más relevante son tres temas: los efectos del desbordamiento (capítulo 6); los principales problemas de la innovación (cap. 7); y las implicaciones prácticas (cap. 8), con diez puntos muy bien resumidos y que conviene atender. Mucho se ha escrito sobre la innovación, las capacidades militares y las características especiales y concretas del sector de la industria de Defensa, que -una vez más insistimos- no es comparable con ningún otro. De ahí la necesidad de contar con un buen sistema nacional de innovación, que es una de las conclusiones del autor.
La cuestión del desbordamiento es una de las consecuencias de la innovación en Defensa porque origina nuevos productos, tecnologías y procesos con una mejor relación prestaciones-precio que son aplicables a otras necesidades, ayudando así a aumentar la riqueza y el desarrollo social. Esto tiene importantes consecuencias en el presupuesto asignado por el Gobierno, porque significa que el valor de esta innovación puede ser superior al que reciben directamente las fuerzas armadas, ya que de él se benefician empresas, suministradores y consumidores del mundo civil. La ignorancia de esta realidad puede hacer que las cantidades invertidas en Defensa sean inferiores al valor que podría considerarse socialmente óptimo. Estos efectos aparecen de forma natural cuando un sector económico produce más conocimiento que otros, y es precisamente el caso de Defensa, donde la percepción de inseguridad y la falta de conocimiento induce grandes inversiones en investigación y desarrollo, que luego dan origen a las tecnologías duales.
En cuanto a los problemas de la innovación, el autor examina con detalle las causas de los sobreprecios, el elevado consumo de recursos en los nuevos programas y prototipos; la complejidad de los nuevos productos, sistemas o capacidades, por la gran cantidad de componentes y subsistemas que hay que hacer a medida; los problemas que se manifiestan en la fase final durante el ensamblaje y las pruebas; la cuestión de los plazos y presupuestos; la generación insuficiente de variedad, que puede producir duplicación de esfuerzo y derroche; el mecanismo de selección imperfecto, producido por la información para elegir o el nivel de competencia interna industrial; el nivel de la infraestructura institucional y organizativa, conocido por el sistema nacional de innovación; la difusión y absorción de capacidades, clave para entender el éxito o fracaso de una capacidad en Defensa; la complejidad de la planificación, las barreras de entrada al sector, la asignación inapropiada de recursos, el recorte de soberanía, la especificidad de los activos, o el impacto sobre la competitividad internacional.
El autor muestra cómo el éxito de una capacidad en Defensa, o de un producto militar, se obtiene si se aprende con rapidez, y poco de este aprendizaje se difunde, mientras que los imitadores se muestran lentos en aprender. Por el contrario, las fuerzas armadas o las empresas se convertirán en perdedores si aprenden lentamente y si los competidores adoptan con rapidez las nuevas capacidades o equipos, y son capaces de sacar ventaja de la difusión de las capacidades más avanzadas.
En definitiva, toda innovación acertada es la que ha crecido y se ha consolidado con una visión política a medio-largo plazo, acorde a las ambiciones que se plantea cada Gobierno. Por esa razón, los retos y las dificultades de los procesos en Defensa orientados a mejorar las capacidades militares responden a una estrategia elaborada para hacer frente a los problemas señalados y aumentar su eficiencia. Aquí se muestra cómo hacerlo bien y qué aspectos habrá que tener en cuenta.
Gabriel Cortina
Ficha técnica
La innovación en Defensa
Carlos Martí Sempere
Instituto Universitario Gutiérrez Mellado (IUGM), 2018
Colección Investigación
123 páginas
