El Comando Aéreo Logístico de la Fuerza Aérea, probablemente a instancias gubernamentales, elaboró un informe en el que defendió la adquisición en base a varios argumentos: que el respaldo único que brinda el fabricante en cuanto a certificar el estado actual de la aeronave y sus componentes, resulta fundamental para la futura operatividad de la misma; que el fabricante Eurocopter (con casa matriz en Francia) reconoce como única filial para el territorio de Argentina, Bolivia, Chile, Perú y Uruguay a Eurocopter Chile S.A.; que la integración del equipamiento médico de la aeronave es fundamental que sea realizada por el propio fabricante, que además expide los certificados de aeronavegabilidad correspondientes; y que existe una notoria escasez de aeronaves con las características técnicas y remanentes adecuados a las necesidades requeridas, al punto que de no actuar rápidamente se está corriendo el riesgo de que sea vendido a otro operador.
Entre la comunidad aeronáutica no faltaban quienes prefirieran un EC-135, menor aunque mucho más nuevo. Hace pocos meses la FAU había erogado unos 900.000 euros por la inspección mayor de los motores Arriel 1C2 a la firma argentina "Helicópteros Marinos" y se desconfía de la capacidad o posibilidad de mantenimiento de la UNASEV, que no posee ninguna experiencia ni antecedente aeronáutico. (Javier Bonilla)