El atentado terrorista con toma de rehenes y ejecuciones ocurrido en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972 marcó un antes y un después en la labor policial. A raíz de dicho acontecimiento, todos los cuerpos policiales de Europa empezaron a formar grupos y unidades especializados para hacer frente a los delincuentes y terroristas más peligrosos. La Policía Nacional de España cuenta con dos grupos especiales para este fin. Por un lado está el Grupo Especial de Operaciones (GEO), con base en Guadalajara y muy conocido entre la población por sus brillantes intervenciones, y por otro lado, existen nueve Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES) repartidos estratégicamente en las principales ciudades del país para dar una respuesta más rápida, que constituyen la élite desconocida de la Policía Nacional.
La creación de los GOES se remonta a 1989, finales de una década en la que la actividad terrorista de ETA (entre otras organizaciones) alcanzó su apogeo con una media de cien asesinatos cada año, los grupos de delincuencia organizada estaban cada vez más especializados y el GEO estaba desbordado por la cantidad de intervenciones a las que tenía que hacer frente. Así, estos nueve GOES se ubicaron en Barcelona, Bilbao, Sevilla, Valencia, Málaga, La Coruña, Gran Canaria, Madrid (con funciones exclusivas de protección de autoridades dentro de Presidencia del Gobierno) y Zaragoza, protagonistas de este trabajo.
Desde entonces a la actualidad los tiempos han cambiado y las amenazas han evolucionado. El terrorismo de ETA y otros grupos independentistas que acaparaban la mayoría de intervenciones de los GOES han dado paso a la lucha contra el tráfico de drogas, los atrincherados o el terrorismo islámico. Hacer frente a las situaciones más peligrosas exige que los componentes de los GOES posean un alto nivel de formación en diferentes campos como el combate urbano (conocido como CQB), trabajo vertical y en alturas, en espacios confinados, técnicas para la detención de vehículos, trabajo con medios aéreos, artes marciales o tiro de precisión desde largas distancias, por lo que el trabajo de estos policías de élite consiste en entrenar, entrenar y volver a entrenar hasta que llegue la llamada para intervenir en una situación real. (Esteban Maiza)