Submarinos españoles de la postguerra
Revista Defensa nº179
Jose María Treviño, 14 de enero de 2017
A1 finalizar la Guerra Civil española, en 1939, de los doce sumergibles con que contaba la Armada antes de la contienda y que quedaron en el bando republicano, tan sólo dos estaban en condiciones de hacer inmersión. El resto habían sufrido diversas incidencias que los inutilizaban para el servicio: cuatro fueron hundidos en la mar, dos más en puerto y otros cuatro quedaron muy dañados en Cartagena, su base de origen.
Ante este panorama y visto que los dos submarinos de la clase C supervivientes no tenían ningún valor operativo, la Armada decidió reanudar los trabajos interrumpidos en los tres submarinos de la clase D cuya construcción databa de antes de la contienda. La serie, inicialmente de seis unidades, hubo de ser recortada a la mitad por dificultades presupuestarias.
Contaba además la Flotilla de Submarinos, en 1939, con los dos submarinos italianos adquiridos por el bando nacional en Italia, los General Mola y General Sanjurjo, que tan excelente resultado dieron durante la campaña en la mar, en contraposición con los clase B y G republicanos, faltos de oficiales y personal competente para manejarlos. La sexta unidad que compondría la incipiente Flotilla, sería un submarino alemán de la clase VII C, el U-573, refugiado en Cartagena tras ser gravemente averiado por un avión de la RAF británica que lo sorprendió navegando en superficie a la altura de Argel. Veamos, con detalle, las particularidad es y vicisitudes de aquellos viejos submarinos y las incidencias por las que pasaron hasta causar alta en la...
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