Muy recientemente, se ha adjudicado y formalizado una licitación basada en acuerdo marco para proporcionar a la Armada tres sistemas electroópticos compuestos por un sistema de exploración, búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST), de un sistema director electroóptico (EOD), y de la consola de operación,
El sistema completo se instalará llave en mano incluyendo la fabricación de componentes auxiliares, cableado y demás necesidades complementarias, y la integración del sistema a bordo.
Esta licitación ha sido parte de los Programas Especiales de Armamento (PEM), realmente es una de las partes de lo que es un sistema naval de defensa de punto (CIWS) completo que, además de los sensores y consola de esta licitación, incluirá un sistema de armas avanzado. Eufemísticamente ha sido denominado “Sistema Lanzador Embarcado”, pero, al dividirse en dos partes una de sensores y otra de armas, a la primera se le ha denominado para la licitación adjudicada como “Sistemas de búsqueda y seguimiento por infrarrojos y director electroóptico para defensa de punto”.
Todo ello parte de una necesidad operativa urgente que la Armada determinó en el 2024 para dotar de sistemas de este tipo a las fragatas F80, clase “Santa María”. Se estima que el primer sistema estará listo montado, probado y su personal adiestrado antes de que finalice este año 2025 en una de las fragatas de la 41ª Escuadrilla de Escoltas, que podrá contar con esta avanzada capacidad en su próximo despliegue en operaciones.
Muchos comentarios surgieron en las redes sociales y medios de comunicación sobre esta decisión que se preguntan por qué se destinan sistemas avanzados, modernos y sofisticados de última generación a unidades ya antiguas y en algunos modos obsoletas, como son estas fragatas de más de 30 años y en la fase final de su ciclo de vida. Hay que recordar que el relevo de estas fragatas serán las F110 cuya primera entrega a la Armada se espera que sea en el 2028.
Ante ello, es necesario recalcar que esta elección fijada por la División de Planes del Estado Mayor de la Armada y que parte de la necesidad operativa urgente citada, es razonada porque actualmente son las únicas unidades que están permanentemente en zona de operaciones con amenazas reales y con esa necesidad operativa concreta.
Efectivamente, las fragatas F80 están desempeñando desde hace unos años permanentemente, relevándose las unidades de la 41ª Escuadrilla de Escoltas, misiones operativas específicas en la Operación “ATALANTA” de la Unión Europea en el Océano Índico, con misiones específicas contra la piratería, otras en apoyo y escolta de los buques de transporte del Banco Mundial de Alimentos, y otras misiones de fortuna que ocasionalmente se les asignen en esa zona como puede ser el tráfico ilegal de materiales y armamento.
Las amenazas todos las conocemos, ya en zonas de tránsito hacia las áreas asignadas, existen muchas: el paso por el Mar Rojo y más concretamente por su estrechamiento de Bab el Mandeb presentan amenazas claras procedentes de Irán y Yemen agudizadas por los conflictos existentes; en la zona de operaciones de la operación Atalanta en el Índico, también. Son nuevas amenazas en boga hoy en día procedentes de la guerra asimétrica existente a través de helicópteros y drones tanto aéreos como de navales de superficie, amenazas que se añaden a las ya clásicas de aviación y misiles de largo alcance, amenazas contra las que hay que enfrentarse mediante los medios y tácticas de la Guerra Antiaérea (AAW), de la defensa antimisil (ASMD) y de la defensa de punto (CIWS).
El sistema adjudicado será un sistema sensor visual e infrarrojo complementario a los sensores radar de defensa aérea y de defensa de superficie a largas distancias, pero dadas las características físicas electromagnéticas de algunas de las amenazas como los misiles y los drones aéreos y de superficie, los sistemas sensores electroópticos serán fundamentales para su detección a largas y medias distancias, y, seguimiento y designación a medias y cortas distancias, ya que la firma infrarroja de la amenaza será determinante en todo el proceso y posteriormente en combatirla.
De ahí la reflexión sobre la importancia de este contrato y de su adjudicación reciente: nuestra Armada y nuestros marinos podrán sentirse más seguros al contar a partir de ahora con un sistema fiable, altamente operativo, ya probado en el Mar Rojo por otras marinas, que les proporcionará alerta y reacción inmediata y reacción inmediata ante esas amenazas, cuestiones que hasta ahora estaban limitadas. (Capitán de Navío (ret) Francisco de Paula Romero Garat, Asesor Naval)







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