La Brigada de Infantería de Marina del Tercio de Armada (BRIMAR) como medio de apoyo al combate de naturaleza anfibia y expedicionaria un Grupo de Artillería de Desembarco (GAD) ha sufrido en los últimos tiempos distintas vicisitudes que, por lo que sabemos, tiene ahora un futuro prometedor.
Sus baterías incluían piezas remolcadas Oto Melara M-56 de 105/14mm y obuses autopropulsados M-109A2 de 155/39mm acompañados de vehículos de municionamiento M-992 FAASV, material que tanto por alcance como por vetustez ha ido perdiendo potencial combativo y quedando en una situación casi de obsolescencia. Para paliar esa situación, y ante un marco económico nada favorable para nuevas adquisiciones en el entorno de la Defensa, se han realizado actuaciones como la cesión, a mediados de 2020, de seis obuses autopropulsados M-109A5 del ET, incorporación temporal que ha supuesto un impulso grande y que se complementa con la llegada al GAD de vehículos de alta movilidad táctica VAMTAC ST5 o de camiones pesados Iveco M205 asociados al trasiego de los obuses remolcados.
El proceso de mejora de capacidades, del que les informaremos con más detalle próximamente en una entrevista que le acabamos de hacer al Comandante General de la Infantería de Marina (COMGEIM), general de división Rafael Roldán Tudela, ya está en marcha y se han definido los requisitos del material que se requerirá para que la Artillería de la BRIMAR vuelva a ser un elemento contundente, efectivo y de lo más capaz de cara a las próximas décadas. Sobre la pieza que van a incorporar hemos conocido algunos detalles y pensamos que si todo avanza como está planteado podría obtenerse el material en la segunda mitad de esta misma década.
Se trataría de piezas de calibre 155mm optimizadas con un tubo de 45 ó 52 calibres que permitiese alcances superiores a los 30 kilómetros y el uso de municiones avanzadas tanto convencionales como guiadas, disponiendo en el GAD de Equipos ACAF capacitados y equipados para dirigir los fuegos con la máxima precisión.
Nos han concretado que el número de piezas a adquirir por la BRIMAR sería de 12, número que permitiría organizar dos baterías de seis ejemplares o tres de cuatro. Junto esos obuses, cuya movilidad sería importantísima y estarían instalados en plataformas de ruedas o cadenas, se requieren de un vehículo de recuperación y de un vehículo de mantenimiento específico. Asimismo, se contempla la necesidad de ocho vehículos más asociados a los cometidos del Mando y Control de las baterías y a la organización del Puesto de Mando del GAD, lo que permitiría incidir en acciones de fuego más coordinadas y ejecutadas con la precisión pretendida.
Para acabar, decir que el programa de compra se ese material artillero se incluye dentro de una adquisición conjunta del Ministerio de Defensa que también debería equipar al Ejército de Tierra con similar equipo, dejando claro que en el caso de la BRIMAR primaría que se tratase de medios anfibios con capacidad de ser desplegados sin problemas a aquella cabeza de playa donde se pretendiese su empleo táctico. Definidos ya los requisitos, el número de equipo a incorporar, y otros aspectos propios de su empleo por el GAD, sólo resta avanzar en su compra, lo cual esperamos sea pronto. (Octavio Díez Cámara)
Fotografia: Los seis obuses autopropulsados actuales de la BRIMAR, del tipo M-109, serán reemplazados por doce piezas de muy moderno diseño. (Octavio Díez Cámara)
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En el GAD se dispone de equipos ACAF que tienen sistemas con los que incidir en la precisión de las acciones de fuego. (Octavio Díez Cámara)
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La conjunción de los M-109 y los M-992 de municionamiento será previsiblemente soslayada con una pieza que incorpore un sistema de carga semiautomatizado o automático. (Octavio Díez Cámara)
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Las piezas ligeras M-56 de 105mm no tienen el alcance ni la potencia que hoy requiere la Artillería expedicionaria y su vida útil ya es corta.
