En el marco de la tercera edición de las jornadas “El Ejército de Tierra y los retos futuros”, inauguradas por la Ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, se han expuesto los más recientes ejemplos de Guerra Híbrida, tan mutante como amenazante para la sociedad occidental. Bajo el título ‘El Ejército de Tierra frente a la Guerra Híbrida’ se ha abordado el minucioso seguimiento que realiza el ET para profundizar en el papel de fuerzas terrestres en el marco de los nuevos conflictos de tipo irregular y asimétrico conocidos con ese nombre.
La primera sesión, el 21 de marzo, estuvo moderada por el general de División Jerónimo de Gregorio y Monmeneu, que aquella misma mañana había tomado posesión como Director General de Reclutamiento y Enseñanza Militar (DIGEREM). El profesor Félix Arteaga Martín, investigador del Real Instituto Elcano, introdujo al público asistente en el marco de la guerra híbrida, incidiendo en su grave amenaza para el mundo occidental y sus valores, también denuncio el uso de esas pautas de conflicto por potencias occidentales, que no preciso, en los movimientos que pusieron en marcha la Primavera Árabe (2011); propiciaron la caída en Libia del dictador Gadafi; y el fenómeno que se desarrolló entre noviembre de 2013 y febrero de 2014 en Kiev (Ucrania) denominado Maidan, que destituyó al presidente Yanukóvich y abrió la crisis no cerrada todavía entre la OTAN y Rusia.
Preocupante para la seguridad de Occidente fue la efectiva operación de guerra hibrida que puso en marcha Rusia para arrebatar Crimea a Ucrania, fue el hilo de la conferencia del general de División Miguel Ángel Ballesteros Martín, actual responsable del Instituto Español de Estudios estratégicos (IEEE). El militar afirmó que ante la política de caída del liderazgo de la anterior administración de Washington, Putin en pleno proceso de recuperación del orgullo ruso, diseñó y puso en marcha una inteligente estrategia combinada. Así, la acción rusa contra Ucrania se desarrolló en todos sus frentes como guerra híbrida: económico, mediático, político, y militar, para arrebatar primero la Península de Crimea (febrero-marzo 2014), y luego las regiones del este ucraniano de Donetsk y Lugansk, aquella misma primavera.
Un fenómeno novedoso, que además resguardo a Rusia de una posible escalada bélica convencional con la OTAN. El general resaltó la muestra del musculo militar demostrado por Moscú, que debería fomentar la creación de un sistema de disuasión defensivo de Europa y autosuficiente de los Estados Unidos, que aportan actualmente el 70% del esfuerzo económico del gasto militar de la OTAN.
El teniente coronel Manuel González Hernández, profesor de Estrategia y Organización de la EGET, presentó una conferencia acerca de la insurgencia como catalizador en el conflicto híbrido. Explicó el conflicto entre una fuerza convencional y la insurgencia como un partida de ajedrez, en la que las fuerzas convencionales están sujetas a múltiples reglas, mediáticas y políticas, frente a insurgentes no sujetos a ninguna regla.
Puso como ejemplo a la insurgencia en el Líbano, en concreto de la organización Hezbolá, cuyo brazo armado es considerado por la UE y otras naciones como terrorista. En el campo de su la expansión transnacional de esta compleja organización recomendó que se consultase en google los términos “Hezbolá y Venezuela”. (Texto y fotografía: Julio Maíz Sanz)
Fotografía: III Jornadas en la Escuela de Guerra del ET. Foto: Julio Maíz/defensa.com