Mientras el bullicio de DSEI 2025 llena los pasillos del ExCeL de Londres con innovaciones que podrían redefinir el equilibrio de poder en los mares, una historia chilena cobra protagonismo en el stand de OSI Maritime Systems. Ahí, entre los diseños de submarinos y pantallas que simulan inmersiones profundas, la empresa canadiense celebra y recuerda un hito clave, la culminación exitosa de las pruebas de aceptación en puerto (HAT, por sus siglas en inglés) para la actualización de los Sistemas de Navegación Táctica por Buceo (TDNS) en los cuatro submarinos de la Armada de Chile. Es un paso que no solo fortalece la capacidad operativa de la flota más moderna de Latinoamérica, sino que reafirma el rol de Chile como un país clave en la cooperación naval del Pacífico Sur.
Nuestro sitio defensa.com, publicó en aquel entonces, un artículo destacando este gran avance "Armada de Chile moderniza sus cuatro submarinos con tecnología TDNS compatible con OTAN", que detallaba cómo OSI anunciaba oficialmente la finalización de las HAT, un logro que Jim Girard, presidente y CEO de la compañía, describió como "un testimonio de nuestra colaboración con la Armada de Chile y nuestra habilidad para adaptar soluciones a necesidades reales en el terreno".
Por su parte, Jim Davison, vicepresidente de desarrollo de negocios, enfatizó que "el TDNS representa el futuro de las operaciones submarinas, con ventajas tácticas únicas en entornos sin GNSS". Y no es para menos, impulsado por ECPINS, y el WECDIS en las armadas de la OTAN y aliadas, certificado bajo el estándar STANAG 4564, este sistema ofrece navegación precisa sin depender de señales satelitales, con herramientas como vistas 3D, gestión del espacio acuático (WSM), refugios móviles (MHN), análisis de movimiento de objetivos (TMA) y subnotas. Todo ello en una interfaz pensada para el confinamiento de un submarino, donde cada segundo cuenta para la seguridad y la respuesta rápida.
Lo que más impresiona de este despliegue es su alcance global. Hoy, más de 60 submarinos en el mundo confían en TDNS, desde Suecia, Reino Unido, Australia, Canadá, Holanda, Sudáfrica, Singapur, Indonesia y Brasil. Chile, con esta actualización, no solo se une a ese club élite, sino que se posiciona como un referente regional. En un Pacífico cada vez más disputado, donde las tensiones por recursos y rutas marítimas no dan tregua, estos submarinos chilenos ganan en sigilo, autonomía y precisión, listos para misiones que van desde la vigilancia costera hasta la disuasión estratégica. Este proyecto, que arrancó con los primeros contratos para la Clase 209, ha crecido hasta abarcar toda la flota submarina chilena. (Luis Andrés Lautaro)






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