La iniciativa, liderada por el Comando Conjunto Norte contó con la participación activa de la VI División de Ejército, la IV Zona Naval y la I Brigada Aérea, además de la colaboración de Carabineros de Chile, la Policía de Investigaciones (PDI) y el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) de Tarapacá. Estas instituciones trabajaron de manera coordinada para asesorar a la Autoridad Militar Regional, representada por el comandante del Comando Conjunto Norte, General de Aviación Miguel Stange, en la gestión de medios y recursos frente a una catástrofe.
Durante el ejercicio, se ejecutaron operaciones conjuntas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, así como misiones de búsqueda y rescate en las áreas asignadas. Además, se realizaron pruebas exhaustivas de los sistemas de comunicación de emergencia de Senapred, esenciales para garantizar una respuesta efectiva en situaciones críticas.
El General Stange destacó los resultados del ejercicio, subrayando que “Grieta 2025 cumplió con los objetivos establecidos, permitiendo entrenar a nuestras Fuerzas Armadas y optimizar la interoperabilidad con otras instituciones. Este esfuerzo conjunto fortalece nuestra capacidad para responder de manera eficiente ante una emergencia, asegurando el alistamiento del personal y el mantenimiento técnico de los equipos”.
Un compromiso con Tarapacá
El ejercicio “Grieta 2025” reflejó el compromiso del Comando Conjunto Norte con la coordinación interinstitucional y el fortalecimiento de los procedimientos operativos en la Región de Tarapacá. La participación de las Fuerzas Armadas, junto a organismos civiles y de orden público, permitió consolidar una estrategia integral de respuesta que prioriza la protección de la comunidad. Este esfuerzo se suma al ejercicio realizado en mayo del presente año por la VI División de Ejército (VIDE) del Ejército de Chile, que ejecutó con éxito “Chasqui 2025” en la Región de Tarapacá. Ambas actividades reflejan el compromiso continuo de las Fuerzas Armadas con el fortalecimiento de sus capacidades para enfrentar emergencias en una zona de alta vulnerabilidad sísmica.
Además, el ejercicio también sirvió para poner a prueba la interoperabilidad entre los componentes terrestre, naval y aéreo, un aspecto clave para garantizar una respuesta rápida y coordinada en escenarios reales. Según fuentes del Estado Mayor Conjunto, este tipo de ejercicios se enmarca en la política de defensa nacional, que busca mantener a las Fuerzas Armadas preparadas para apoyar a la población en caso de desastres naturales, una tarea que ha cobrado relevancia en Chile debido a su exposición a eventos sísmicos y climáticos extremos.
Chile, un país historicamente sísmico
La Región de Tarapacá, por su ubicación geográfica y características tectónicas, es una de las zonas con mayor riesgo sísmico en el país. El terremoto de 8.8 grados que afectó a Chile en 2010 y el sismo de 8.2 en Iquique en 2014 son recordatorios de la importancia de mantener un alto nivel de preparación. En este sentido, ejercicios como “Grieta 2025” no solo fortalecen las capacidades operativas, sino que también generan confianza en la población respecto a la respuesta institucional ante emergencias.
El Comando Conjunto Norte (CCN), con base en Iquique, ha consolidado su rol en la coordinación de las Fuerzas Armadas en el norte del país. Desde su creación, esta unidad ha trabajado en la integración de capacidades militares y civiles, un modelo que ha sido destacado por expertos en defensa como un ejemplo de cooperación efectiva en la gestión de crisis.
Balance positivo
Con la finalización de “Grieta 2025”, el Comando Conjunto Norte reafirma su capacidad para liderar operaciones complejas en beneficio de la comunidad. La exitosa ejecución del ejercicio, que combinó entrenamiento táctico con pruebas técnicas, demuestra el nivel de preparación de las Fuerzas Armadas y su compromiso con la seguridad regional, iniciativas como esta son esenciales para garantizar que Chile cuente con una respuesta institucional sólida y coordinada.






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