En el marco de los ejercicios conjuntos combinados "Estrella Austral 2025", las Fuerzas Armadas de Chile, junto a unidades de operaciones especiales de Estados Unidos, Argentina y Paraguay, han llevado a cabo una serie de entrenamientos especializados en diversas regiones del país, desde el extremo norte en Antofagasta hasta el territorio austral de Punta Arenas. Estas actividades, realizadas entre el 26 y 27 de mayo de 2025, buscan estandarizar tácticas, técnicas y procedimientos, promoviendo la interoperabilidad entre las fuerzas participantes.
Fast Rope y entrenamiento Integrado en Colina
Unidades SEAL de la Marina de los Estados Unidos (US Navy) y Buzos Tácticos de la Armada de Chile realizaron un entrenamiento conjunto de Fast Rope (descenso rápido por cuerda) junto a una aeronave del Escuadrón de Helicópteros de Ataque HA-1 de la Aviación Naval. Este ejercicio permitió a ambas unidades perfeccionar técnicas de inserción rápida en escenarios operativos, fortaleciendo la coordinación y la confianza mutua entre las fuerzas navales de ambos países.
En la zona central de Chile, en la Brigada de Operaciones Especiales “Lautaro” ubicada en Colina, se desarrolla la fase de Entrenamiento Integrado de Fuerzas (FIT) del ejercicio "Estrella Austral 2025". Esta etapa, supervisada por el Estado Mayor Conjunto (EMCO), el Comando de Operaciones Especiales de Chile y el Comando de Operaciones Especiales del Sur (SOCSOUTH) de EE.UU, tiene como objetivo homologar procedimientos y tácticas entre las Fuerzas Armadas chilenas y las unidades extranjeras participantes. La actividad busca no solo mejorar la interoperabilidad, sino también optimizar la capacidad de respuesta conjunta ante escenarios de alta complejidad.
Antofagasta y Punta Arenas
En el norte del país, en Antofagasta, se llevaron a cabo dos actividades clave en el marco del ejercicio multinacional. El 27 de mayo, miembros de operaciones especiales de Estados Unidos, Chile, Argentina y Paraguay participaron en una calificación de armas pequeñas y tiro, enfocada en mejorar la precisión y la coordinación en el uso de armamento ligero. Paralelamente, Infantes de Marina de los EE.UU. y Fuerzas Especiales Chilenas realizaron un campo de tiro para la calificación de armas, reforzando la preparación táctica en un entorno desértico que simula condiciones operativas exigentes
En el extremo sur de Chile, desde la 4ª Brigada Acorazada “Chorrillos” en Punta Arenas, fuerzas especiales de Chile y Estados Unidos llevaron a cabo un entrenamiento de tiro con pistola y fusil como parte de los preparativos para Estrella Austral 2025. Esta actividad, realizada en un entorno de bajas temperaturas y condiciones climáticas adversas, permitió a las unidades fortalecer sus capacidades de combate en escenarios extremos, poniendo a prueba la resistencia y la precisión bajo presión.
Rol clave de la Fuerza Aérea de Chile
La Fuerza Aérea de Chile (FACH) desempeña un papel estratégico, operacional y táctico en "Estrella Austral 2025", con un despliegue que abarca las cinco Brigadas Aéreas del país. En la Base Aérea Pudahuel, la IIª Brigada Aérea ha establecido un puesto de mando para la Componente Aérea Combinada, liderada por el General de Aviación Máximo Venegas Raggio, Comandante del Comando de Combate, y el Coronel de Aviación (A) Juan Carlos Noce, Jefe del Estado Mayor de la Componente Aérea. Este centro coordina la planificación y ejecución de operaciones aéreas, incluyendo misiones de apoyo aéreo cercano (CAS), escolta (SCORT) y búsqueda y rescate de combate (CSAR).
La FACH ha desplegado una amplia gama de aeronaves, incluyendo cazas F-16 Block 50, F-16 MLU, F-5 Tigre III, A-29B Súper Tucano, helicópteros UH-412 y MH-60M Black Hawk, y aviones de transporte C-130 Hércules, además de una Célula Espacial y Comandos de Aviación. Por parte de Estados Unidos, la USAF participa con aviones como el C-5M Súper Galaxy, C-17 Globemaster III, C-130 Hércules, C-146A Wolfhound, MC-130J Commando II y U-28A Draco. Por otra parte, La Brigada de Aviación del Ejército de Chile aporta aviones CN-235, C-212, C-208 y helicópteros Cougar y MD-530F Defender, mientras que la Aviación Naval contribuye con P-3ACH, C-295ACH, Súper Puma y HH-50.
El elevado tráfico aéreo en la Base Aérea Pudahuel ha sido gestionado por los Aviadores Militares del Grupo de Operaciones Base del Ala Base Nº 2, quienes operan las 24 horas para garantizar la seguridad y eficiencia en las operaciones logísticas y de apoyo.
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F-16 C Block 50 de la Fuerza Aérea de Chile (Foto: Carlos Andrés González)
Misión CAS en Antofagasta
En el marco del ejercicio conjunto combinado “Estrella Austral 2025”, la Fuerza Aérea de Chile (FACH) y la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) llevaron a cabo, el pasado 28 de mayo, la primera misión de apoyo aéreo cercano (Close Air Support, CAS) desde la base aérea Cerro Moreno, en Antofagasta. Esta operación marcó un hito en la cooperación bilateral, consolidando la interoperabilidad entre ambas fuerzas en un escenario de alta exigencia operativa.
La misión, ejecutada por aeronaves de combate de la Vª Brigada Aérea de la FACH, junto a dos aviones Pilatus U-28 Draco de la USAF, tuvo como objetivo principal fortalecer la coordinación y la capacidad de apoyo aéreo a tropas terrestres. La operación contó con la participación clave de los Joint Terminal Attack Controller (JTAC) de la USAF y la Unidad Táctica de Fuerzas Especiales de la FACH, quienes aseguraron la precisión en los ataques simulados, demostrando un alto nivel de profesionalismo y sincronización.
Puesto de mando y despliegue de capacidades en Santiago
Paralelamente, en la Base Aérea Pudahuel, en Santiago, la IIª Brigada Aérea ha establecido un puesto de mando que integra el Estado Mayor de la Componente Aérea Combinada y el Centro de Operaciones Aéreas. Este centro, que opera en modalidad OTAN, está compuesto por personal de la FACH, la USAF, la Brigada de Aviación del Ejército de Chile y la Aviación Naval, y se encarga de la planificación y ejecución de misiones como apoyo aéreo cercano (CAS), escolta (SCORT) y búsqueda y rescate de combate (CSAR).
La FACH ha desplegado un amplio abanico de medios aéreos, incluyendo cazas Fighting Falcon F-16 Block 50, F-16 MLU y F-5 Tigre III, aviones de ataque ligero A-29B Súper Tucano, helicópteros UH-412 y MH-60M Black Hawk, así como aviones de transporte C-130 Hércules. Además, se han integrado capacidades de la Célula Espacial y los Comandos de Aviación de las Unidades Tácticas de Fuerzas Especiales.
Por su parte, la USAF participa con aviones de transporte C-5M Súper Galaxy, C-17 Globemaster III, C-130 Hércules y C-146A Wolfhound, junto a aeronaves de operaciones especiales como el MC-130J Commando II y el U-28A Draco. El componente chileno se completa con la Brigada de Aviación del Ejército, que aporta aviones CN-235, C-212, C-208 y helicópteros Cougar y MD-530F Defender, y la Aviación Naval, con aviones P-3ACH, C-295ACH y helicópteros Súper Puma y HH-50.
La IIª Brigada Aérea ha desempeñado un rol crucial en la coordinación y apoyo logístico de las operaciones, gestionando el intenso tráfico aéreo en la losa de la base aérea Pudahuel. Los Aviadores Militares del Grupo de Operaciones Base del Ala Base Nº 2, incluyendo Controladores Militares de Tránsito Aéreo, Supervisores, Mecánicos de Plataforma, Operadores de Equipos Terrestres de Apoyo y Supervisores de Seguridad Operacional, han trabajado ininterrumpidamente para garantizar la operatividad de las aeronaves.
El Ejercicio "Estrella Austral 2025" se extiende en diversas zonas de despliegue y no solo refuerza la interoperabilidad entre las Fuerzas Armadas de Chile y Estados Unidos, sino que también consolida la preparación para enfrentar escenarios de conflicto real. La integración de capacidades aéreas, terrestres y navales, junto con la aplicación de estándares OTAN, posiciona a este ejercicio como una plataforma clave para el fortalecimiento de la defensa combinada en la región. (Luis Andrés Lautaro)






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