El Gobierno de Chile anunció este miércoles, 28 de mayo, el retiro inmediato de sus agregados militares, de defensa y aéreo de la embajada en Tel Aviv, Israel, como respuesta a la grave situación humanitaria que enfrenta la población palestina en la Franja de Gaza. La decisión, coordinada por los Ministerios de Relaciones Exteriores y Defensa, se fundamenta en lo que el Ejecutivo califica como una “desproporcionada e indiscriminada operación militar” por parte del ejército israelí, así como en los constantes obstáculos para permitir el ingreso de ayuda humanitaria al territorio palestino.
En un comunicado oficial emitido por la Cancillería chilena, el Gobierno exigió a Israel el cese inmediato de sus operaciones militares en el Territorio Palestino Ocupado, la apertura de corredores para la asistencia humanitaria y el respeto irrestricto al derecho internacional y al derecho internacional humanitario. “La gravísima situación humanitaria en Gaza, con un saldo de miles de muertos y heridos, cifras que no puede ser ignoradas”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores, subrayando la urgencia de aliviar el sufrimiento de la población civil.
Antecedentes previos
La medida se enmarca en un contexto de creciente tensión en las relaciones bilaterales entre Chile e Israel, exacerbadas desde el recrudecimiento del conflicto en Gaza tras los ataques de Hamas el 7 de octubre de 2023 y la posterior respuesta militar israelí. Desde entonces, el Gobierno chileno, liderado por el presidente Gabriel Boric, ha adoptado una postura crítica frente a las acciones de Israel, incluyendo la exclusión de este país de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae) 2024, debido a los bombardeos que afectan a civiles palestinos. En octubre de 2024, Chile llamó a consultas a su embajador en Israel, Jorge Carvajal, tras denunciar violaciones al derecho internacional humanitario.
El retiro de los agregados militares, identificados como el Coronel Christian Stuardo Núñez (agregado de Defensa y Aéreo) y el Coronel Marcelo Eló Rodríguez (agregado Militar), representa un cambio drástico en la política exterior chilena. Esta acción reduce los canales de cooperación militar directa con Israel, un país con el que Chile ha mantenido históricamente una relación estratégica en materia de defensa.
Implicaciones para la cooperación en defensa
Israel ha sido un proveedor clave de tecnología militar para las Fuerzas Armadas de Chile, con empresas como Elbit Systems, Israel Aerospace Industries (IAI) y Rafael Advanced Defense Systems desempeñando un papel central en la modernización de los sistemas de defensa chilenos. Elbit Systems, por ejemplo, ha suministrado sistemas de comunicación avanzados y equipos de inteligencia electrónica utilizados por el Ejército y la Fuerza Aérea de Chile (FACh). IAI, por su parte, ha proveído drones y sistemas satelitales, que han fortalecido las capacidades de vigilancia y reconocimiento del Ejército y FACh. Rafael, conocida por sus sistemas de misiles antiblindaje Spike, ha entregado soluciones integradas que han mejorado las capacidades operativas del Ejército de Chile.
La decisión de retirar a los agregados militares podría tensionar esta relación comercial y tecnológica, afectando potencialmente el mantenimiento, actualización y adquisición de nuevos sistemas. Expertos en defensa sugieren y advierten que, si bien la medida no implica una ruptura total de las relaciones diplomáticas, podría generar complicaciones logísticas en la interoperabilidad de los sistemas adquiridos y en la formación técnica asociada. Además, la exclusión previa de Israel de Fidae 2024 ya había generado preocupación en el sector, al limitar la participación de estas empresas en el mercado chileno, uno de los más relevantes en América Latina.
Reacciones y perspectivas
El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, calificó la decisión como “una señal clara del compromiso de Chile con la dignidad humana y el respeto a las normas internacionales en conflictos armados”. Sin embargo, evitó confirmar especulaciones sobre una posible ruptura total de relaciones diplomáticas con Israel, que algunos analistas anticipan podría anunciarse en la próxima Cuenta Pública del presidente Boric, programada para el 1 de junio de 2025.
Por su parte, el Partido Republicano, a través de su líder Arturo Squella, criticó la medida, argumentando que el Gobierno debería condenar tanto las acciones de Israel como los ataques de Hamas, y mantener abiertos los canales diplomáticos para fomentar el diálogo y la cooperación humanitaria.
A nivel internacional, la postura de Chile se alinea con la de países como España, Reino Unido, Canadá o Francia, que han presionado a Israel para que permita el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza. Recientemente, tras meses de bloqueo, Israel autorizó la entrada controlada de camiones con suministros al enclave palestino, aunque organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierten que la asistencia sigue siendo insuficiente para atender la crisis, que pone en riesgo a miles de personas.
Con esta decisión, Chile refuerza su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la búsqueda de una solución pacífica al conflicto en Medio Oriente. La Cancillería reiteró su llamado a la comunidad internacional para que ejerza presión colectiva y garantice el cese de la violencia en Gaza, así como la protección de la población civil. La medida, aunque simbólica, envía un mensaje claro sobre la postura de Chile frente a la crisis humanitaria y podría influir en las decisiones de otros países de la región. (Luis Andrés Lautaro)






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