En un ambiente de renovada confianza mutua, las Fuerzas Armadas de Chile y España pusieron punto final este martes a la IV Reunión Bilateral de Estados Mayores Conjuntos, celebrada en Santiago durante los días 10 y 11 de noviembre. Este encuentro, que reunió a altos mandos militares de ambos países, no solo repasó los logros alcanzados en los últimos años, sino que también delineó pasos concretos para fortalecer la colaboración en un panorama de desafíos globales cada vez más complejos, como la ciberseguridad y las operaciones humanitarias en escenarios de cambio climático.
La reunión estuvo encabezada por el general de aviación Leonardo Romanini Gutiérrez, jefe del Estado Mayor Conjunto (EMCO) de Chile, y el teniente general José Antonio Herrera Llamas, su homólogo al frente del Estado Mayor de la Defensa de España. Desde el arranque, el lunes por la mañana en las dependencias del EMCO, las delegaciones intercambiaron visiones sobre el pulso actual de las relaciones bilaterales en defensa. La delegación española, integrada por un equipo de expertos en inteligencia y operaciones conjuntas, llegó con el respaldo de la reciente XII Comisión Mixta de Cooperación en Defensa, celebrada apenas unos días antes en la misma capital chilena.
Durante las sesiones de trabajo, que se extendieron por más de ocho horas diarias, los participantes profundizaron en el historial compartido de intercambios que ha marcado la relación desde hace décadas. Se destacó, por ejemplo, la colaboración en inteligencia estratégica, donde ambos ejércitos han compartido protocolos para enfrentar amenazas asimétricas, y en el ámbito operativo, con énfasis en ejercicios multinacionales como el reciente "Empecinado 2025", que vio a comandos chilenos de la Brigada de Operaciones Especiales "Lautaro" entrenando codo a codo con fuerzas españolas en Alicante. Ese ejercicio, concluido a fines de octubre, sirvió como un ejemplo vivo de cómo la interoperabilidad no es solo un concepto teórico, sino una herramienta práctica para misiones reales, desde rescates en zonas de desastre hasta contraterrorismo.
No faltó espacio para los intercambios académicos, un área donde Chile y España han tejido lazos profundos. Se mencionó el curso de altos estudios estratégicos para oficiales superiores iberoamericanos. Otro punto clave fue el compromiso asumido por Chile en la Convención de Oslo para la eliminación de municiones en racimo, donde el Centro Internacional de Desminado (CID) del Ejército de Tierra de España desarrolló una capacitación especializada en la Escuela de Ingenieros del Ejército de Chile, dirigida a personal del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Esta IV Reunión llega en un momento oportuno, apenas tres años después de la edición anterior en mayo de 2022, y en sintonía con las once rondas previas de la Comisión Mixta Hispano-Chilena. Esos mecanismos, que se reúnen con una periodicidad casi anual, han permitido no solo coordinar ejercicios como el "Filo Andino 2025" donde tropas de montaña de ambos países simularon operaciones en altura, sino también alinear visiones sobre la seguridad regional. En el contexto actual, con tensiones crecientes en el Indo-Pacífico y el Ártico, esta periodicidad sostenida se traduce en acciones tangibles, desde el envío de un Marino chileno a la operación Atalanta contra la piratería en el Cuerno de África, a bordo de la Fragata española F-86 "Canarias", hasta asesorías españolas en equidad de género dentro de las Fuerzas Armadas chilenas, por el año 2015.
El cierre de la jornada del martes fue solemne, como manda la tradición. En una ceremonia sencilla pero cargada de simbolismo, Romanini y Herrera firmaron las actas que sellan los compromisos para el futuro. Aunque los detalles operativos se mantendrán reservados por razones de seguridad, se podría intuir que se priorizarán áreas como la ciberdefensa, inspirada en los protocolos OTAN que España ya aplica y la respuesta a desastres naturales, cruciales para Chile ante eventos como los incendios forestales o terremotos que azotan todo el pais
En resumen, la IV Reunión Bilateral deja un legado de continuidad y ambición. En un mundo donde las alianzas se prueban en el terreno, Chile y España demuestran que la cooperación no espera crisis para actuar: la construye de antemano. Habrá que estar atentos a cómo se materializan estos acuerdos en los próximos meses, especialmente con el horizonte de ejercicios conjuntos que prometen elevar el listón de la preparación mutua. (Luis Andrés Lautaro)






Deje un comentario
Su e-mail no será publicado.
Los comentarios que no se atengan a las normas de participación podrán ser motivo de expulsión.