Los negociadores suecos acordaron cobrar 2,19%, siempre que la diferencia con el 2,54% original se recompense de alguna manera, ya que, de lo contrario, su gobierno podría sufrir duras críticas. Alrededor del 60% del PIB del país nórdico proviene de las exportaciones y no se quiere mandar un mensaje erróneo a otros clientes en búsqueda de similares ventajas. Se analizan así dos fórmulas de intercambio para compartir esta pérdida. En una, el Tesoro brasileño asumiría más de la mitad de la cifra adicionalmente establecida por esta reducción de la tasa de interés, que se estima en 180 millones de dólares, y Suecia el resto. La otra sería fijar una comisión de gestión del 0,35%, lo que equivale a la diferencia en las tasas de interés,y que comenzaría a pagar Brasil solamente a los 11 años de la financiación, a 15 años.
El primer avión debe llegar en 2019 (o 2020) y la producción será nacionalizada poco a poco, por lo que los últimos modelos se montan en Brasil y algunos de los anteriores en Suecia, aunque con técnicos brasileños. “Felizmente pudimos renegociar la fecha de firma del contrato y la tasa. Una ganancia para ambos países que va a consolidar esta alianza estratégica", dijo Jaques Wagner, Ministro de Defensa de Brasil. Suecia acordó posponer la fecha límite para la firma del paquete de financiación hasta finales de octubre. (Javier Bonilla)