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Viernes, 5 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

Peligran importantes programas de la Marina de Brasil por graves problemas presupuestarios

El Proyecto de Fragatas Clase Tamandaré, uno de los principales a nivel naval brasileño, corre serio riesgo de ser interrumpido o enormemente postergado, incluso después de haber consumido ya casi 1.800  millones de dólares de los 2.300  millones previstos hasta 2028. La falta de recursos en el gobierno federal y en las Fuerzas Armadas amenaza la continuidad del proyecto, que tiene como objetivo reforzar la seguridad marítima de Brasil renovando los medios de superficie.

Aprobado durante el gobierno de Michel Temer, el programa abarca la construcción de cuatro nuevos navíos para proteger las aguas brasileñas. Hasta el momento, solo se ha botado una fragata. Las otras tres se encuentran en diversas etapas: dos en construcción (una más avanzada, aunque se teme por su terminación) y otra, sin siquiera iniciar tareas. Para completarlas, se necesitarían, al menos, 600 millones de dólares adicionales, una suma casi imposible en la actual crisis fiscal.

Las empresas involucradas —ThyssenKrupp, Embraer y su filial Atech— advierten que, si no se toma una decisión antes de fin de año, tendrán que iniciar el despido de funcionarios del astillero de Itajaí (norte de Santa Catarina), hasta orillar la cifra de 2000 afectados hacia enero próximo. Coordinado por la Empresa de Gestión de Proyectos Navales (EMGEPRON), el proyecto ya ha generado aproximadamente 8.000 empleos, 2.000 directos y 6.000 indirectos, e impulsa una cadena de producción con más de 1.000 proveedores en todo Brasil.

Si no hay una respuesta concreta del gobierno hasta finales de 2025, las empresas involucradas deberán iniciar el proceso de desmovilización en el astillero de Santa Catarina, poniendo en riesgo el programa y suspendiendo la construcción de, al menos, dos unidades. Hace casi 14 meses ,el presidente Lula, al botar la primer fragata, prometió una asignación de recursos que no se ha producido. No sería la primera vez que un programa se interrumpe, ya que las OPV de 500 toneladas Clase Macaé, encomendadas en 2005, vieron su dotación reducida a 5 ejemplares, alguno aún pendiente de entrega, así como la Clase Barroso de corbetas (2002) que quedó en un solo navío.

De igual forma, se ha vuelto a ralentizar el Prosub, especialmente en lo que atañe al Submarino de Propulsión Nuclear, ya que el pasado año se le retiraron 40 millones de dólares de su presupuesto.

Además, por obsolescencia, en los próximos 18 meses unas 30 embarcaciones de distinto tipo deben ser desactivadas, así como algunos helicópteros Bell Jet Ranger y Helibras Esquilo de series anteriores.


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.

1 comentarios

  1. Roberto | 09/07/2025 15:39h. Avisar al moderador
    Los proyectos de seguridad y defensa de Brasil,no han recibido el apoyo político y financiero de los gobiernos, que se han visto sumergidos en escándalos de corrupción y luchas partidistas en los últimos años, ojalá se reorienten y puedan recuperar si importancia, la seguridad y defensa del Brasil también es de suramérica...   

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