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Martes, 23 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La Marina de Brasil planea hundir el portaaviones Sao Paulo en alta mar a falta de otras opciones

Portaaviones Sao Paulo

Bajo severas protestas de la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, la Marina  de Brasil planea hundir el casco del portaaviones São Paulo.El llamado “hundimiento controlado” del portaaviones São Paulo, que fuera buque insignia de la Marina de Brasil, se llevará a cabo mediante una serie de explosiones para abrir agujeros en el casco, lo que también llevaría al océano las más de nueve toneladas de amianto presentes en la embarcación, sobre el límite de aguas jurisdiccionales brasileñas y en la mayor profundidad posible.

Hasta miembros del Gobierno, a pesar de las diferencias con los más ecologistas del gabinete, afirman que es una alternativa viable ante el avanzado grado de degradación de la embarcación de 266 metros de eslora.

El 13 de enero, cuando pasó por una inspección técnica, el portaaviones São Paulo  navegaba, remolcado, a 20 millas náuticas del Puerto de Suape, en Pernambuco. La inspección encontró un nuevo desgarro en la vasija, un aumento en el nivel de inundación y corrosión en comparación con la inspección realizada cuatro meses antes.

Oficiales navales involucrados en el caso aseguran que no hay muchas opciones para el viejo portaaviones, abandonado por la empresa responsable, y el hundimiento es la única alternativa para poner fin a una polémica de proporciones internacionales que se extiende desde agosto.

La propuesta de hundimiento hizo que las discusiones sobre el portaaviones llegaran a los niveles más altos del gobierno. Ante sus compañeros, Marina Silva ha manifestado su preocupación por el daño ambiental. El principal problema, según los asistentes del ministro, es la presencia de amianto, un producto tóxico que provoca cáncer y otras graves enfermedades. El inventario realizado antes de la salida del buque, en 2022, contabilizaba el material a bordo.

La Marina de Brasil llegó a buscar al ministro de Defensa, José Múcio Monteiro, para exponer esta inquietud, pero el gobierno, a su vez, evitaría abrir un nuevo foco de tensión con las Fuerzas Armadas en medio de las investigaciones de los responsables de las invasiones de la sede de los Tres Poderes, que tuvo lugar el pasado 8 de enero, cuyos resultados podrían ser distintos a los supuestos iniciales.

En la década de 1990, la Armada retiró unas 55 toneladas de asbesto del buque. Pero el producto aún está presente en las paredes del portaaviones, ya que la sustancia se utilizaba como aislante térmico y acústico, para evitar que la tripulación conviviera con el ruido de los despegues de aeronaves. Con respecto a la flotabilidad del buque, en septiembre de 2022 ya se observaba un deterioro en las condiciones de seguridad de la navegación.

Según una investigación posterior, desde agosto de 2022 hasta ahora han ingresado 2.787 litros de agua. El límite para una navegación segura es de 3.530,7 litros. El peritaje también apunta que, en octubre, diez compartimentos se vieron comprometidos por algún tipo de inundación. Hoy en día, hay 23. El documento finalmente concluye que "es imposible salvar el casco en esta situación", cuyo colapso se prevé en no mucho más de tres semanas.

El Tribunal Regional Federal rechazó la medida cautelar presentada por la firma MTZ Inteligencia Portuaria Ltda., en representación del astillero turco que había comprado el casco que luego abandonó ,y confirmó la decisión del Tribunal Federal de Pernambuco, que impide atracar en el Puerto de Suape al portaaviones São Paulo. El Estado de Pernambuco y el Complejo Industrial Portuario de Suape habían obtenido, del 9º Juzgado Federal de Recife, una medida cautelar anticipada que impedía el atraque del buque en el puerto, aunque el procedimiento estaba siendo  determinado por la Marina de Brasil.

El Estado brasileño, por su parte, planea demandar al astillero turco alegando daños a la imagen de Brasil en el exterior. (Javier Bonilla)

 


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