¿Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
Martes, 23 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Los dueños del portaaviones brasileño São Paulo amenazan con abandonarlo en alta mar

Portaaviones São Paulo.
Portaaviones São Paulo.

El portaaviones NAe A-12 São Paulo, el que fuera  buque insignia de la Marina de Brasil, podría ser abandonado definitivamente por el astillero turco Sok Denizcilikve Tic, que se encarga de transportar la embarcación. La falta de solución al caso se prolonga desde hace meses, tras serle prohibido cruzar el Estrecho de Gibraltar y la entrada en aguas territoriales de Turquía, viéndose obligado el astillero a regresarlo a Brasil. El viejo navío ha  sido remolcado en círculos por la costa de Pernambuco, sin destino definido.

Sok Denizcilikve Tic ha emitido ahora un comunicado informando que "cede la propiedad del casco a favor de Brasil. Se ha dado un un plazo de 12 horas para la resolución de la disputa que impide enviar el barco a reciclaje verde".

Complicado periplo

En agosto de 2022, el portaaviones São Paulo partió de Río de Janeiro con destino a Turquía para su desmantelamiento por el astillero Sok Denizcilikve Tic, que compró la embarcación por 2 millones de dólares en 2021.

Sin embargo, la denuncia de grandes cantidades de amianto a bordo impidió que el navío entrara en Turquía, una decisión de las autoridades ambientales obligó a la vuelta de la A-12 São Paulo a Brasil. Simultáneamente, su amarre era vetado por las autoridades brasileñas. Desde hace varias semanas, el remolcador ha estado dando vueltas en círculos, a la espera de una resolución del caso.

En una carta de advertencia enviada el pasado martes (10 de enero) al Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) y otras autoridades, NSN Law Firm, representante legal de MSK Maritime Services & Trading, afirmó que el incumplimiento conducirá a la disposición del portaaviones, siendo todas las responsabilidades posteriores de las autoridades brasileñas.

Ibama, por su parte, cuestionó el plan de MSK Marítimo, diciendo que un eventual abandono del portaaviones es un crimen ambiental: "En vista de la comunicación, el Ibama adoptará todas las medidas apropiadas, incluida la notificación a la empresa, determinando el no abandono del navío, bajo pena de cometer una infracción ambiental. El Instituto continuará coordinando esfuerzos con la Marina de Brasil para evitar daños ambientales inmediatos o posteriores", afirman en un comunicado.

La embarcación ha estado en aguas jurisdiccionales brasileñas durante varias semanas, frente a las costas de Permambuco, pues se vetó su amarre por motivos de riesgo ambiental. Supuestamente, a bordo hay toneladas de diversos materiales tóxicos, incluido el amianto, que no pueden desecharse en el caso de la A-12 São Paulo. Se da así la paradoja de que aunque perteneció a la Marina de Brasil durante más de 20 años,  tras su venta y exportación su devolución a Brasil se volvió ilegal, dada la prohibición de importar amianto.

La ONU fue informada por MSK Marítima sobre la situación del portaaviones y la negligencia, según ellos, de las autoridades brasileñas para resolver este problema.

El Convenio de Basilea, que está incluido en el ordenamiento jurídico local a través del Decreto nº 875/1993, establece que el país es responsable de admitir el retorno de los residuos exportados. (Javier Bonilla)

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.