(defensa.com) Finalizada recientemente la entrega de los 3 últimos ejemplares del lote de 12 adquirido en 2009, la Fuerza Aérea Brasileña decidió llevar a cabo una demostración con 8 unidades en formación desde la norteña Base Aérea de Porto Velho sobre esa ciudad y parte del territorio amazónico que cubren. Este vuelo sobre Porto Velho demuestra el funcionamiento de la unidad, que a pesar de ser la la primera de la FAB en operar un helicóptero ruso puede poner dos tercios de la flota en vuelo al mismo tiempo, probando que es capaz de mantener y operar este helicóptero ataque y apoyo aéreo cercano.
Estos MI-35M (localmente AH-2 Sabre) actuaron para proteger el espacio aéreo durante los partidos de la reciente Copa del Mundo. También participaron en ejercicios como lanzamientos nocturnos de armamento en Serra do Cachimbo. Cada AH-2 porta un cañón de 23 mm capaz de disparar hasta tres mil tiros en un minuto. Para hacerse una idea aproximada, cada disparo de 23mm tiene el mismo efecto de cerca de 100 disparos de un arma calibre 7,62 mm, como los rifles FAL utilizados por las tropas sobre el terreno. El cañón del AH-2 está ubicado en una torreta móvil, lo que permite que el helicóptero pueda disparar a sus objetivos desde la parte frontal o lateral mientras se aparta. El Sabre también puede portar hasta 60 cohetes de 80mm y ocho misiles aire-tierra.
Fabricados en Rusia, estos helicópteros son tripulados por dos pilotos: en la cabina de atrás, el llamado el primer piloto es responsable del vuelo; delante, se sienta el POSA (Piloto Operador del Sistema de Armas ) que, además de disparar, controla las cámaras utilizadas en el sistema de selección, tanto de día como de noche. Un mecánico también acompaña las misiones en la cabina con capacidad para ocho personas.
Con 12 toneladas de peso, los helicópteros tienen blindaje en piezas clave, como el depósito de combustible. La cabina de pilotos, además de blindada, también se aísla en caso de contaminación biológica o química. Otros modelos rusos, como el MI-28N "Havoc" o el KA-52 Alligator, serán evaluados en unos meses por el Ejército Brasileño para su Brigada de Aviación como vectores de ataque. (Javier Bonilla)
