Helicópteros Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval volvieron a operar en la Antártida Argentina después de diez años junto al rompehielos Almirante Irízar en la Campaña Antártica de Verano 2017/2018 que lleva adelante el Ministerio de Defensa. Para trabajar en el reabastecimiento de las bases argentinas en el continente blanco fueron adiestradas cuatro tripulaciones y ocho pilotos de la Aviación Naval Argentina , que volvieron a operar en la CAV tras diez años, al igual que el Irízar.
La participación de los helicópteros es fundamental, ya que tienen como misión el reabastecimiento logístico a las bases, principalmente de aquellas donde la actividad a través de lanchas EDPV (Embarcación de Desembarco de Personal y Vehículos) o Vehículos Anfibios a Rueda (VAR) no es posible por la complejidad propia de la zona.
Entre ellas, la base Belgrano II, que está a siete kilómetros de donde llega el Irízar y la zona de Marambio, inaccesible por vía naval o terrestre y que requiere de un esfuerzo logístico muy importante. También la escuadrilla presta apoyo en todas aquellas cargas especiales, que por su volumen o peso no pueden ser bajadas por modo naval, como los contenedores, los vehículos de nieve y los generadores.
Tras una década sin operar en el continente blanco, la escuadrilla perdió experiencia antártica, por lo que se trata de conjugar la experiencia de vuelo de los más antiguos con quienes aún no tienen experiencia en lo que es trabajo de cargas especiales y vuelo antártico en clima hostil. Antes de su participación en la Campaña Antártica, realizó una serie de ejercitaciones para alcanzar el adiestramiento necesario. El ejercicio final fue el Nevada, donde la escuadrilla se adiestró en nieve en San Carlos de Bariloche, realizando incluso supervivencia en zona fría con personal del Centro de Instrucción y Adiestramiento de la Fuerza. (Luis Piñeiro, corresponsal de Grupo Edefa en Argentina)
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