Durante una entrevista ofrecida al Financial Times y ante la requisitoria de un periodista sobre la posibilidad de la adquisición de aviones de combate para la Fuerza Aérea Argentina, el presidente Alberto Fernández aseguró que “no hay problemas de guerra, la paz es el común denominador entre nosotros. Y la búsqueda de la unión regional, es la búsqueda de Argentina, como en su momento Europa construyó la suya, para nosotros, hay otras prioridades antes que comprar armas, definitivamente”, dijo.
De este modo, parecería que concluye otra parte de la novelesca nacional, docenas de viajes para ver, evaluar, inspeccionar y todo para nada.
Está claro que la difícil situación económica y financiera del país anticipaba estas excusas de un presidente ampliamente debilitado políticamente. El próximo es un año eleccionario, hasta el último céntimo será usado para la campaña política y no atrae votos (en el sector afín al poder gobernante) gastar centenares de millones de dólares para adquirir aviones de combate para la necesitada Fuerza Aérea Argentina, cazas que, para colmo, serían recibidos por otra administración de distinto color tras las elecciones presidenciales.
Los análisis y estudios medulosos quedaran en las estanterías, sacando que los rocambolescos funcionarios decidan otra cosa, como dejarle a otros las decisiones estratégicas. Lo mismo ocurrió, cuando esta misma administración dejo para otros la decisión sobre los cazas israelíes Kfir C-10 cuando ya estaba firmado un precontrato que implicaba una máquina veterana pero con una panoplia de equipos y armamentos modernos de ese origen.
Luego vino otro gobierno, el de Mauricio Macri, y no compro nada al respecto, múltiples evaluaciones y viajes a todos lados incluso a la lejana Corea por unos FA-50 que tampoco lograron superar a los embargos británicos, que como fantasma permanente azotan a cualquier plan de reequipamiento que quieran hacer los uniformados.
Y dije uniformados, porque está claro que a los políticos, la Defensa Nacional no les interesa mucho, solo hablan de ella para captar el voto castrense y luego se olvidan.
No les interesa que el país sea el octavo en extensión en el planeta, que disponga de ingentes riquezas naturales, capaz de producir alimentos para centenares de personas, escasa población y que una porción de territorio nacional está en manos de una potencia extranjera.
La ridícula afirmación de Alberto Fernández sobre una zona de paz se contrapone con los decididos programas de reequipamiento de casi todos los países del continente…es evidente que ningún presidente latinoamericano toma en serio al mandatario argentino.
Un nuevo avión presidencial
Sin embargo, pese a la crítica situación económica del país, el presidente Fernández quiere su aeronave presidencial y parece que al fin la tendrá. La propuesta de cambiar el avión presidencial no es de hoy, se analizaron opciones durante la administración anterior de Boeing 737, las cuales no se concretaron por la reacción pública adversa en un país con múltiples problemas.
El pliego de licitación fue presentado en abril de este año y solo se presentaron tres oferentes, de los que solo uno cumplió con los requisitos, el de C&L de Aviation Group
En un llamado a licitación del que la web www.airline92.com da todos los detalles, se busca un reactor problemático con propulsores que ya han traído numerosos inconvenientes a la operatoria de la máquina. La aeronave de C&L Aviation Group, tiene configuración VIP, pese a su pasado eminentemente comercial. (Luis Piñeiro)
