Cumplido un mes de la desaparición del submarino ARA San Juan, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, relevó de su mando al Almirante Marcelo Srur, hasta ahora número uno de la fuerza naval, y junto él a otros oficiales de plana mayor de la institución. Dejan así también sus puestos el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento, contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo, y el capitán de navío Claudio Javier Villamide, comandante de la Fuerza de Submarinos.
La salida de estos uniformados era obvia, ya que se los significaba como causantes de la morosidad en brindar información en tiempo y forma sobre la avería que el comandante del submarino había reportado en la madrugada del 14 a 15 de noviembre, estos hombres son protagonistas del único y solitario mensaje que da cuenta con exactitud de qué sucedió con el submarino antes que se perdiera todo contacto y rastro de la nave.
A esto se agregó que la Justicia Federal, que tomó cartas en este tema, criticó la actitud poco colaboradora de la ARA ante pedidos de información con arreglo a la causa judicial que ya está en marcha. En paralelo, otros oficiales solicitaron su pase a retiro: el contraalmirante Eduardo Luis Malchiodi, jefe de Arsenales Navales, el contraalmirante Gustavo Vignale, jefe de la Aviación Naval, el comandante de la Flota de Mar, Gerardo Rafal Prieto y el jefe de Infantería de Marina, Contralmirante Bernardo Noziglia.
Pese a los esfuerzos realizados, todavía no se ha podido encontrar el casco del submarino, mientras que ya empiezan las remociones en la institución castrense aunque el poder político, primigenio causante de la desinversión tecnológica de las Fuerzas Armadas en estas últimas décadas, rápidamente se desentiende del asunto y traslada las totales responsabilidades a los uniformados.
Funcionarios de anteriores administraciones, que no invirtieron recurso alguno en la modernización de la fuerza, se expresan ahora enérgicamente contra el presente gobierno, mientras olvidan los desaciertos mayúsculos que realizaron en los últimos lustros. Vivencias de la política menor. (Luis Piñeiro, corresponsal de Grupo Edefa en Argentina)
