
El punto más controvertido de los Joint Sea-2014 es su desarrollo al norte de la zona en la que Japón y China mantienen un contencioso por la soberanía de las islas Senkaku, que China incluyó en su nueva Zona de Identificación de Defensa Aérea (AZID) el pasado mes de noviembre.
El Ministerio de Defensa de China explicó a través de un comunicado que estos ejercicios tienen como objetivo “profundizar” en la histórica relación militar entre ambos países para aumentar la capacidad de hacer frente a amenazas contra “la seguridad marítima”. Lo que no se concretó fue el lugar exacto ni las embarcaciones que se desplazarán, por lo que se desconoce la distancia a la que estarán los buques chinos y rusos de las islas Senkaku.
Ya durante el mes de julio del año pasado las Armadas de ambos países completaron una serie de ejercicios similares frente a la costa oriental de Rusia durante siete días, que según la prensa china fue la simulación más grande llevada a cabo por sus Fuerzas Armadas junto a fuerzas extranjeras. En el evento participaron siete buques de guerra chinos, mientras que Rusia desplegó un submarino de clase kilo y el Varyag, uno de los buques insignia de la Flota de la Armada rusa en el Pacífico.
La consolidación de este tipo de cooperación a nivel militar cobra aún más trascendencia conociendo el distanciamiento existente entre Occidente y Moscú por la crisis en Ucrania. El presidente Barack Obama realizó una gira por Asia durante la pasada semana para consolidar sus alianzas con las principales potencias del este de Asia frente al auge del poder militar chino.(J. Martínez)