El astillero Armón Vigo ha sido seleccionado para la construcción del buque oceanográfico multipropósito para el Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SEMAR) por 34,9 millones de euros.
Se trata de una necesidad de la que nos hemos hecho eco hace años dado el retraso en tres años en la adquisición de un nuevo buque de carácter oceánico para que el SEMAR pudiera ir dando el merecido relevo al “Rio Miño”, uno de sus buques más veteranos y reconvertidos al rol actual. Recordemos que se trata de una adquisición financiada por el Fondo de Fronteras Exteriores de la Unión Europea.
A la licitación concurrieron gran número de compañías, recibiéndose finalmente cinco ofertas e imponiéndose Armón Vigo en una licitación cuyo principal criterio era el económico, con un 75 % de la ponderación de las ofertas. El plazo de ejecución previsto es de 27 meses y el importe total se distribuirá en tres anualidades entre 2023 y 2025 de 6,6, 14,1 y 14,1 millones de euros.
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El “Rio Miño” de la Guardia Civil tendrá que aguantar al menos hasta 2025 (Guardia Civil)
El Consejo de Ministros del 7 de junio del año pasado autorizaba a la Benemérita a destinar 35 millones a un nuevo buque oceánico para el Servicio Marítimo, con la anécdota de que se denominaba erróneamente al buque como “oceanográfico” en lugar de “oceánico”. Este buque reemplazará, como hemos analizado varias veces, al veterano “Rio Miño”, adquirido de segunda mano y en activo en el SEMAR desde 2007.
Como recodaba la referencia del citado Consejo de Ministros, el “Rio Miño” “ha superado su ciclo de vida útil, por lo que es necesario sustituirlo mediante la contratación de la fabricación de un nuevo buque oceánico que renueve las capacidades logísticas y operativas del SEMAR”.
Lo que no explicaba la referencia es que lo que ha hecho el Consejo de Ministros es ratificar la orden dada en el Consejo de Europa por la cual conminaban a España a actuar de una vez ante los problemas recurrentes de los actuales buques oceánicos de la Guardia Civil que dada su veteranía, requieren de habituales reparaciones.
“Autorizada la inversión por el Consejo de Ministros, el contrato de fabricación será adjudicado a un astillero que cuente con una experiencia constatable en labores de construcción naval y diseño de buques similares. El plazo de ejecución será de 27 meses contados a partir del 1 de enero de 2023 o del día siguiente a la firma del contrato si ésta se produce después”, es decir no está previsto que se complete antes de abril de 2025, acumulando al menos dos meses más de retraso dada la fecha de la adjudicación y la prevista para la firma. Las características del buque fueron analizadas por última vez en junio del año pasado. (José Mª Navarro García)
