(defensa.com) En un concurso muy criticado por estar claramente dirigido a que ganara el Alenia Aermacchi C-27J, modelo que está teniendo problemas en todo el mundo y que ha sufrido la grave cancelación de su pedido por parte de Estados Unidos, que ha puesto todos los aviones en tierra, este modelo fue elegido por el Ministerio peruano de Defensa para la adquisición de dos ejemplares, valorados en unos 100 millones, en los que se incluye soporte logístico no especificado, justificándolo el fabricante como que es el único avión existente en su categoría (ha competido con el C295, ganando éste los concursos en la inmensa mayoría de las veces, su flexibilidad operacional (no confirmada por su experiencia en servicio) y costes competitivos, muy superiores a los del avión español.
Según Alenia Aermacchi, la selección ha representado un meticuloso proceso de tres años, en el que sus competidores (Airbus Military y Antonov) permanentemente han percibido que el proceso estaba dirigido desde el principio. El fabricante anuncia como los países que lo han comprado a Italia, Grecia, Bulgaria, Lituania, Rumanía, Marruecos, México, Estados Unidos (sin mencionar que ha dado a todos de baja), Australia y otro país africano no especificado, además de haber sido elegido también por Eslovaquia, elevando el total de vendidos a 74, muchos menos que el C295.
