En Conferencia de Prensa, el Comandante de Operaciones de la Fuerza Aérea del Perú, Teniente General José Antonio Martinelli Echegaray, acompañado, entre otros, del Comandante del Ala Aérea N° 6, Mayor General Víctor Muñoz Curto, dio cuenta de las operaciones de búsqueda y rescate (SAR) que se vienen realizando a fin de ubicar el avión KT-1P Torito, pilotado por la alférez Ashley Stacy Vargas Mendoza, que desapareció el pasado día 20 de mayo mientras realizaba una misión de instrucción de navegación táctica.
Martinelli Echegaray indicó, además del despliegue de medios aéreos y los esfuerzos de búsqueda de la aeronave, que la misión de la Alférez Vargas era la última de la fase de entrenamiento básico, que comprendía un vuelo de no más de 13 minutos, acotando que las condiciones meteorológicas eran óptimas.
Su último chequeo fue a las 16:09 h del 20 de mayo, a unas 15 millas náuticas al sur de Pisco, según el Sistema “Sky Router”, mientras sobrevolaba el mar. Al momento, como parte del esfuerzo operacional de rescate - que no se detiene y al que se está sumando el Buque Oceanográfico BAP “Carrasco” (BOP-171) - se registraban poco más de 140 horas de vuelo, habiéndose movilizado a más de 200 efectivos, entre militares y civiles. De las partes encontradas, una corresponde a la compuerta del compartimiento de baterías y la otra al de equipos electrónicos, ambas ubicadas en el conjunto de cola.
A su vez, el Comandante General de la Fuerza Aérea, General del Aire Carlos Chávez Cateriano, manifestó: “Estamos enfocados en una ardua tarea de búsqueda y salvamento que dura las 24 horas desde el día que ocurrió este accidente. Hemos desplegado un enorme potencial, material y humano, para encontrar a nuestra Alférez Ashley Vargas. Ella es parte de nuestra familia y estamos enfocados en nuestro proceso de búsqueda”.
Asimismo, Chávez Cateriano informó que la Alférez Vargas tenía en su poder un radio transmisor de señal satelital, que no fue activado, acotando que “es un elemento que se activa de manera manual para lanzar una señal muy precisa al satélite y efectuar una geolocalización, pero que no fue activado por alguna razón de desconocemos todavía”.
Gran despliegue de medios
De acuerdo con información recabada por defensa.com, la Fuerza Aérea del Perú tiene desplegados, tanto para las operaciones de búsqueda y rescate como para las de soporte logístico, a dos Fairchild-Seawering C-26B Metro II del Grupo Aéreo N° 31, un Leonardo C-27J Spartan y un Beechcraft 360C King Air configurado para misiones de evacuación médica (MEDEVAC), del Grupo Aero N° 8, un Mi-17-1B y un Mi-171Sh del Grupo Aéreo N° 3 y dos Enstrom F-280FX Shark del Grupo Aéreo N° 51.
La Marina de Guerra, por su parte, tiene en la zona a uno de sus Beechcraft 200 King Air, mientras que la Aviación del Ejercito a un Mi-17-1B. En su conjunto, estas aeronaves, que vienen operando desde la Base Aérea “Capitán FAP Renan Elías Olivera” en Pisco, registran, un aproximado de 140 horas de vuelo efectivo. A esto se sumarían, entre 30 y 40 horas de vuelo adicionales realizadas por UAVs operados por las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, y diversas entidades civiles.
También se suman varias patrullas del Grupo de Fuerzas Especiales (GRUFE) y un importante número de efectivos del Ejército, Marina de Guerra y Policía Nacional del Perú que vienen rastreando el litoral con apoyo de vehículos especializados, UAVs y sistemas de iluminación, apoyados por el Gobierno Regional de Ica, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) y el Cuerpo de Bomberos Voluntarios.
En la búsqueda participan además, la Patrullera de Costa “Coishco” (PC-228), que opera a ordenes de la Capitanía de Puerto de Pisco, y el Buque de Investigación BAP Zimic (COMBSH-173) de la Dirección de Hidrografía y Navegación (HIDRONAV), nave especializada en exploración submarina que viene realizando levantamientos batimétricos en el área de operaciones.
La zona de búsqueda es geográficamente compleja, con un litoral que en su mayoría es rocoso y escarpado, mientras que en el mar predominan fuertes corrientes y oleajes que limitan las operaciones, comprendiendo un área de 234 km2. Al momento, se han ubicado entre cinco y seis partes de la nave, aparentemente del conjunto de cola, en un islote al sur de la Península de Paracas, entre las islas Zarate y Zaratillo, y en las playas Supay y Mendieta, mismas que han sido debidamente aseguradas para su evaluación técnica por parte de la Junta de Investigación de Accidentes (JIA).
Criticas e informaciones sin sustento
Y como era de esperar, en los últimos días comenzaron a circular una serie de críticas e informaciones, sin sustento técnico alguno, señalando, entre otros, que el KT-1P habría caído como consecuencia de deficiencias en su mantenimiento o una falla del asiento de eyección.
Lo cierto, y es importante aclararlo, es que no se puede determinar las causas del accidente hasta no ubicar y recuperar los restos del KT-1P, y que la JIA analice la información y emita su informe. Al respecto, en el marco de las diligencias dispuestas por el Ministerio Publico, el Grupo Aéreo N° 51 ya remitió a la Fiscal Provincial Penal de Pisco, Gladys Matilde Torres Lobato, la documentación relacionada al mantenimiento del KT-1P, matrícula FAP 446, mismo que cumplía con los estándares técnicos establecidos para su operación.
Los asientos de eyección MKPE16LF del KT-1P, cuyo mantenimiento corre por cuenta del Servicio de Material de Guerra (SEMAG), ente certificado y autorizado por el fabricante Martin-Baker, se encontraban operativos.





Deje un comentario
Su e-mail no será publicado.
Los comentarios que no se atengan a las normas de participación podrán ser motivo de expulsión.