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Jueves, 18 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El General Luis Rodríguez Bucio, primer Comandante de la Guardia Nacional de México

La Guardia Nacional de México ya tiene a su primer comandante. Se trata del general de Brigada Luis Rodríguez Bucio, militar del arma de Infantería con una amplia carrera, experiencia formativa en cuerpos de reacción contra el crimen organizado, analista especializado en temas de seguridad nacional y seguridad hemisférica y quien está en proceso de retiro.

Al general lo acompañarán en la conducción de la GN el también general de Brigada Xicoténcatl de Azolohua Núñez Márquez, así como el contralmirante de Infantería de Marina, Gabriel García Chávez, y la comisaria general de la Policía Federal Patricia Rosalinda Trujillo Mariel. El nombramiento del general Rodríguez Bucio y de sus colaboradores se conoció en la conferencia de prensa que cada mañana realiza el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien este jueves dio a conocer a quien será el primer mando de la corporación con la que el gobierno busca relanzar la estrategia de combate a la delincuencia y al mismo tiempo preparar el regreso de las fuerzas armadas a sus cuarteles.

Los presidentes Felipe Calderón (2007-2012) y Enrique Peña Nieto (2013-2018) sacaron a soldados, pilotos y marinos a las calles del país para enfrentar a los cárteles de la droga en un intento por reducir y controlar los niveles de violencia y expansión de redes criminales en más de la mitad del territorio nacional. Durante su campaña presidencial, López Obrador criticó duramente a los militares, acusando que en gobiernos anteriores se les usó para “reprimir al pueblo”, asegurando que él nunca haría eso, que en su mandato las tropas regresarían a los cuarteles y se pacificaría al país por otras vías.

Uno de los mecanismos para conseguirlo sería precisamente la Guardia Nacional, cuyo anuncio causó revuelo y reacciones contrarias entre académicos, especialistas en seguridad, grupos de la sociedad civil pro derechos humanos y algunos partidos de oposición, que criticaron en foros y conferencias los rasgos de militarización de la seguridad pública aparejados a su surgimiento.

Los críticos advirtieron que con la GN se dejaría de lado la reestructuración total de los cuerpos policiacos del país, cuya corrupción, penetración por el crimen organizado e ineficacia fueron factor fundamental para el crecimiento de la delincuencia. Además, señalaban, se le dará al Ejército, Fuerza Aérea y Marina facultades extralegales para el combate de delitos en flagrancia y se empezará desde cero en su capacitación para ejercer funciones policiacas para las que no fueron diseñados los militares.

Por todo esto, exigían que si se daba la creación de la GN ésta debería ser encabezada por un civil con experiencia y no por militares. También pedían que la estructura  y operatividad quedara en manos civiles y no bajo el control de la Defensa Nacional, ya que en su primera etapa la guardia estará integrada por 50 mil elementos pertenecientes a la Policía Militar, a la Policía Naval y a la polémica Policía Federal.

En una segunda etapa se tendrán 80 mil integrantes y a largo plazo la GN deberá contar con 150 mil efectivos (el Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos tienen 215 mil 243 efectivos y la Marina tiene 66.505 elementos). En febrero de este año se conoció un documento elaborado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el que se definía la estructura de los 85 batallones que conformarán la estructura operativa de la GN, con 590 miembros cada uno (4 Jefes, 36 Oficiales y 550 de tropa). Dicho estado de fuerza se distribuirá en una primera en 150 coordinaciones para alcanzar al final -.en menos de cinco años- 266 coordinaciones en todo el país, especialmente eh el norte y noreste.

Ese documento fue elaborado por el secretario de la Defensa, el general Luis Crescencio Sandoval. El texto fue reescrito y presentado en el Senado de la República para suavizar y matizar ciertos apartados, como el del armamento que usarán los elementos de la GN y que incluía 215 fusiles para francotirador marca Barret calibre .50 y numeroso equipo antimotin.

El texto fue modificado en esta parte, pero también hubo cambios en el dictamen final que desde el Senado permitió crear a la Guardia Nacional. Entre los apartados que cambiaron destaca el numeral en el que se dejaba en claro que quien encabezara a la GN no podía ser militar en el activo. Esta parte del texto desapareció.

El general Luis Rodríguez Bucio es un militar en el activo, su experiencia en cargos relacionados con la seguridad pública es mínima; estuvo un año nada más como Director del Aérea de Operaciones Especiales de la entonces Policía Federal Preventiva (PFP), hoy Policía Federal (PF). Antes, de 1994 a 1999, fue Coordinador de Grupos Interinstitucionales en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), hoy Centro Nacional de Inteligencia (CNI), cargo en el que no tuvo mando alguno sobre corporaciones policiacas municipales, estatales o a nivel federal.

El general Xicoténtatl de Azolohua Núñez también está en el activo, pero con licencia. Hasta hace unos días era Agregado en la 24 Zona Militar (Cuernavaca, Morelos). Fue jefe de Operaciones y Operaciones Contra el Narcotráfico del Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN). El resumen de su Hoja de Servicios indicad que no tiene experiencia alguna en cargos relacionados con la seguridad pública.

El Contralmirante Gabriel García Chávez pasó a retiro el 1° de noviembre de 2018 y en su Hoja de Servicios destaca el Curso de Profesores para el Oficial de Abordaje, efectuado en Guardacostas de los EE.UU., el Curso Básico Internacional de Inteligencia, efectuado en Escuela de Inteligencia de Guatemala, así como el Curso Operaciones Especiales de Comandos, efectuado en la Fuerza Naval del Golfo. También realizó el Curso de Oficial de Protección Marítima y Portuaria, efectuado en el Centro de Estudios Superiores Navales, una Maestría en Administración Naval (Diplomado de Estado Mayor), efectuado en Centro de Estudios Superiores Navales y otra en Seguridad Nacional en el mismo centro de estudios. Su experiencia en seguridad pública duró menos de un año; fue director de la Policía Ministerial de Baja California Sur, del 1° de noviembre del 2017 al 31 de julio del 2018.

En cuanto a la Comisaria general de la Policía Federal, Patricia Rosalinda Trujillo Mariel, fue, hasta hace unos días, la titular de la División Científica de la institución. Su extenso currículum indica que cuenta con 12 doctorados (9 son Honoris Causa), ha escrito más de 30 libros, imparte clases en distintos niveles desde 1981.

Su Hoja de Servicios la destaca como Comisaria General Policía Federal (Concurso de Promoción de Grados, 2017), Titular de la División Científica de Policía Federal (2016-fecha), Titular del Comité de Ética de la Policía Federal (2016-2017), Fundadora y creadora del diseño de la Coordinación de Criminalística de la División Científica de Policía Federal (2009).

También se le menciona como Directora del Instituto de Medicina Forense de la Universidad Veracruzana (Agosto, 2005), Investigadora de tiempo completo Titular ”C” del Instituto de Medicina Forense de la Universidad Veracruzana, Investigadora Nacional Nivel II de CONACyT y Catedrática universitaria desde 1 julio, 1981. No ha dirigido corporaciones policiacas ni tenido mando directo de elementos policiales. (Jorge Alejandro Medellín, corresponsal de Grupo Edefa en México)

Fotografías: Junta Interamericana de Defensa y Presidencia de la República.


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