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Jueves, 28 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El Ejército y la Marina de México inician intervención hospitalaria en el combate al COVID19

Militares y marinos iniciaron formalmente la etapa más difícil del combate al coronavirus, anunciando sus capacidades para recibir y atender a cerca de 4 mil civiles e integrantes de sus filas, ya sea pacientes no riesgosos o bien a pacientes que se agraven y requieran de terapia intensiva.

Aunque ya lo habían hecho semanas antes, con la paulatina reconversión y equipamiento de más de un centenar de instalaciones sanitarias e incluso de una parte de sus cuarteles, el inicio de su participación en la parte más intensa de la lucha los tomará con rezagos, desabasto de insumos y carencias mínimas de personal especializado.

Mientras el Ejército pasó de 17 instalaciones reconvertidas en hospitales a 117 con capacidad para 1.574 camas en todo el país –principalmente en la Ciudad de México–, la Marina está empleando ya sus capacidades para atender a 2.784 personas en 14 instalaciones navales en tierra firme y en buques habilitados para atender a pacientes no graves.

El general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional (SEDENA) y el almirante Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina (SEMAR), ofrecieron detalles de las acciones de sus instituciones en el inicio de la aplicación de los planes DN-III-E y Plan Marina, con los que se intentará contener la fase más aguda de la pandemia del COVID-19.

A finales de marzo, ambos secretarios dieron a conocer los detalles más importantes de la incipiente estrategia federal para enfrentar al coronavirus, destacando el número de espacios para recibir a civiles con cuadros leves de la enfermedad y cuadros graves que requirieran de terapia intensiva.

También se ponderó la urgencia de comprar ventiladores y cubrebocas, batas quirúrgicas, mascarillas, careas y guantes de látex para equipar al personal de sanidad que, además, estaba incompleto tanto en el Ejército como en la Marina.

El 5 de abril, el almirante Ojeda señalaba que los ocho hospitales y diez centros de aislamiento voluntario con los que cuenta la Marina-Armada de México tienen capacidad para recibir hasta 4 mil personas que presenten síntomas del virus y de las cuales 40 necesiten ser aisladas y tratadas en caso de complicaciones que pongan en riesgo sus vidas.

Señalaba entonces que otra medida adoptada para fortalecer la aplicación del Plan Marina era la contratación de médicos, enfermeras y enfermeros capacitados para enfrentar la emergencia. Detalló que “para fortalecer a este Plan Marina, hemos contratado hasta el día de hoy 100 médicos y 189 enfermeros, entre enfermeros y enfermeras, médicos y doctoras”.

Para el 12 de abril, la Marina ya había acondicionado todos sus hospitales e instalaciones en tierra continuaba con sus buques de mayor capacidad para reconvertirlos en sitios de recepción de enfermos leves de COVID19. De su flota de 270 buques, 7 ya están listos para apoyar en el traslado de insumos y en la recepción de afectados. Se trata de las naves multipropósito Huasteco y Zapoteco, de los buques de guerra anfibia Usumacinta y Papaloapan, de los transportes Montes Azules, del buque logístico Isla María Madre y del Libertador, que está habilitado para recibir enfermos de COVID-19.

El general Sandoval ha acelerado la compra de insumos y su elaboración en fábricas de la SEDENA, mientras intensifica la contratación de médicos generales, de médicos especialistas, de urgenciólogos, de enfermeras especialistas, de intendentes y administrativos para completar la plantilla de 4.692 elementos faltantes en la estructura de sanidad militar.

La meta del general es contar una plantilla total de poco más de 23 mil efectivos en esa área, con el atractivo de ofrecer empleo fijo a algunos de los contratado una vez que pase la tormenta del CIVID-19. Incluso se ha pensado en condecorar a los civiles que se sumen al combate al virus cuando todo haya terminado.

La guerra, parte II

Ahora, en el inicio de la etapa más complicada del combate al COVID-19, Ejército y Marina detallan las armas y la estrategia para enfrentar la pandemia en sus instalaciones.

El general Sandoval explicó este lunes 4 de mayo que ya se tiene a 4 mil 225 profesionales de la salud contratados para atender instalaciones médicas militares, además del personal médico militar. Faltan aún por ser contratados 347 profesionales de la salud, los cuales se espera lograr en la primera semana de aplicación de los planes DN-II-E y Marina.

En tanto, los militares vigilan 38 almacenes con unos mil elementos, e implementaron medidas sanitarias en 5 aeropuertos. La SEDENA tiene además cuenta instalaciones en 17 estados más, las cuales estarán listas para operar en la semana del arranque de los planes de ayuda a la población civil.

Dentro del Plan DN-III, que nos empezamos a preparar desde marzo, una vez que nos dio la instrucción el señor presidente, inicialmente teníamos considerado 13 hospitales militares para reconvertirse en COVID, también la operación de 32 hospitales del Insabi para ser operados por nosotros y 48 unidades operativas que se iban a reconvertir o que se reconvirtieron, para hospitalización 34 y para terapia intensiva 14.

“En relación a los hospitales, también la instrucción del señor presidente es que todas nuestras instalaciones sanitarias se conviertan para atención al COVID, es decir, tenemos 117 instalaciones en toda la República mexicana, que son hospitales de especialización, hospitales militares de zona y unidades médicas de consulta externa”, señalaban el general al anticipar que “todas estas instalaciones van a irse poniendo en operación para la atención de la emergencia”.

También hemos realizado la repartición de despensas en coordinación con los gobiernos estatales y municipales. Hemos realizado el transporte de insumos por vía terrestre y por vía aérea, el transporte humanitario. Hemos repatriado dos mil 249 mexicanos de seis países: Argentina, Perú, Chile, Bolivia, Cuba, recordaba el general como parte de las misiones emergentes hechas por a SEDENA en el inédito campo de batalla en que se convirtió el país para tratar de contener a un enemigo invisible, diminuto, mortífero.

Tormenta

El almirante Ojeda Durán habló también de las capacidades navales para enfrentar a la tormenta perfecta en que se convirtió el coronavirus que vino de China.  Explicó la coordinación que debió crearse entre la Marina y el Ejército para apoyarse en dinámicas regionales de movilidad y respuesta a escenarios de COVID19 leve y de gravedad. “Por ejemplo, en Ensenada ambos tenemos hospitales, ahí quedamos en que él va a atender al personal COVID, personal civil, y en nuestro hospital vamos a atender a personal del Ejército y personal de Marina para que de esa manera el hospital de ellos, que tiene más capacidad, se pueda dedicar al COVID; y así en otros puertos”.

Recordó que la Marina cuenta con los centros de aislamiento voluntarios, que se tienen además aviones que se dedican al traslado de personal; son cinco aviones de ambulancias aéreas (King Air 350i), así como equipo de terapia intensiva y capsulas para llevar a pacientes graves.

Aquí en la Ciudad de México contamos con un hospital que tiene una capacidad para 140 personas internadas COVID. Igualmente, tenemos tres centros de aislamiento voluntario, tienen una capacidad de mil 252 personas.

El Centro de Estudios Navales en Ciencias de la Salud (CENCIS) es donde se encuentra la Escuela Mé3dico Naval y la Escuela de Enfermería, son sitios en que se atenderá ya a quienes lo necesiten por el COVID-19, indicó el almirante.

Y los buques, agregaba, tenemos estos buques, ahorita tenemos uno en Veracruz donde lo estamos habilitando para darle consulta a nuestro personal, de manera que el hospital que tenemos ahí se dedique a cuestiones de COVID.

Por último, explicó que en la fábrica de vestuario y equipo naval se están haciendo insumos de protección personal y se lleva a cabo el traslado de equipo médico a diferentes partes del país.

En el Centro Médico están haciendo, se están fabricando camillas de traslado y se hace la reparación de ventiladores que diferentes hospitales les han enviado para ponerlos a punto.

En la fábrica de vestuario y equipo naval la meta es elaborar 2 millones 900 mil cubrebocas. Igualmente, los ventiladores. Hemos recibido 99 y hemos reparado 31, ahí hemos, porque la cadena productiva hoy en día está un poco detenida, añadía el almirante Ojeda Durán al cierre de su intervención en el primer de la guerra que causa bajas en silencio, sin balas, sin enfrentamientos; unan guerra de emboscadas a ciegas. (Jorge Alejandro Medellín)

FOTOGRAFIÏAS SEMAR y SEDENA


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