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Lunes, 14 de octubre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Entrevista al coronel Fabian Ochsner

Jefe del Centro de Operaciones Aéreas de la GBAD (Ground Based Air Defence), o Defensa Aérea Basada en Tierra, de la Fuerza Aérea helvética y  vicepresidente responsable de Gestión de la Cartera de Productos y Marketing de Rheinmetall Air Defence Zurich.

La mayoría de los países con un Ejército desarrollado mantienen una artillería antiaérea (AAA) que cuenta con cañones, misiles portátiles y superficie-aire. ¿Cree que estos sistemas seguirán conviviendo o con el tiempo alguno acabará desplazando a los otros?
Desde siempre han existido razones válidas para defender el empleo de sistemas múltiples en la defensa aérea terrestre - sobre la base del concepto de capas - ya que una única tecnología podría ser neutralizada si se atacan sus puntos débiles.  En la carrera de armamentística que siguió a la II Guerra Mundial, las armas tipo “stand-off”  se convirtieron en uno de los principales elementos empleados para mantener a los pilotos enemigos y a sus costosas plataformas lejos del letal radio de acción de estas sofisticadas armas. Esto condujo a una situación en la que los sistemas terrestres empezaron a ser muy caros y por ello escasos en número. Por otra parte, la tendencia antes del cambio de siglo apuntaba a un fuerte decrecimiento de los sistemas basados en cañones, debido a su limitado alcance.

Respecto a la amenaza aérea, hemos sido testigos del impulso en el desarrollo y despliegue de aeronaves o proyectiles de bajo coste que tienen la capacidad de saturar las defensas aéreas del enemigo. Esto ha sido posible gracias a la enorme disponibilidad de componentes de alta tecnología relativamente baratos que, por ejemplo, pueden ser empleados para poner a punto vehículos aéreos no tripulados (UAV) con impresionantes capacidades. Los UAV están disponibles para ser utilizados con múltiples propósitos y en casi todas las misiones que se desarrollan en los conflictos actuales. Rheinmetall Air Defence (RAD), la antigua Oerlikon Contraves, tuvo que hacer frente a la cuestión de o bien cancelar la producción de sus sistemas de defensa aérea basada en cañones o encontrar vías para dotarles de las capacidades necesarias para afrontar las amenazas modernas.
El cambio del antiguo paradigma de defensa basada en plataformas volantes (tipo misil) en beneficio de la munición convencional marcó el resurgimiento de los cañones antiaéreos. Inventos como la munición AHEAD hicieron posible interceptar los proyectiles antes de que pudiesen impactar sobre el objetivo y así el cañón encontró la vía que propiciaba su retorno con un valioso elemento en la malla de tiro del moderno entramado de los sistemas de defensa terrestre. En virtud de anterior, estoy seguro de que los misiles tierra-aire y los cañones antiaéreos coexistirán en el futuro especialmente en la constitución de un moderno sistema de gestión del campo de batalla que nos proporcionara alerta temprana permitiendo al mando elegir cual será el agente más adecuado para afrontar la amenaza. Los misiles y lo cañones tienen distintas ventajas que pueden ser usadas de modo complementario y por ello constituyen la mejor combinación. 
¿Cree que, tras los atentados del 11 de septiembre, con la irrupción de las denominadas amenazas asimétricas, la evolución de la artillería antiaérea ha sufrido algún cambio?
Estos ataques no solo influyeron en la artillería antiaérea, sino en la forma en que muchos países comenzaron a gestionar los asuntos relacionados con la seguridad. El 11-S demostró que los resultados pueden resultar devastadores si pensamos pensar que cosas que pueden ocurrir no lo van a hacer por el mero hecho de no tener en cuenta todas las posibilidades y sus consecuencias. La cuestión que debemos resolver radica en que si una acción es físicamente posible y la respuesta es afirmativa, el simple propósito de ponerla en práctica incrementa el nivel de amenaza. Prepararse para afrontar la variedad de nuevas amenazas asimétricas que pueden ser ejecutadas por actores no estatales o terroristas mediante el uso de las cotas más bajas del espacio aéreo ha conducido a plantear nuevas necesidades y cometidos en relación con la defensa aérea terrestre, en el marco de las llamadas operaciones militares no bélicas (MOOTW) .
Un cierto número de países despliegan ahora defensas aéreas para proteger eventos importantes de amenazas aéreas, como los UAV o aeronaves tripuladas sean grandes o pequeñas. Esto ha abierto la puerta a nuevas oportunidades y Rheinmetall ha realizado una reingeniería de su Modulo de Gestión de Batalla Skymaster, así como de sus sistemas de defensa aérea Skyshield/Skyguard, para cumplir con los requerimientos altamente específicos de las misiones MOOTW. De hecho un sistema de defensa aéreo basado en cañones es la elección más segura para esas críticas misiones, habida cuenta de que en su actuación se emplean exclusivamente trayectorias balísticas, los daños colaterales pueden calcularse con exactitud. El hecho  Estos sistemas son los mas efectivos en las distancias cortas lo que permite a los responsables disponer de más tiempo para tomar una decisión tan crítica como el derribo de un objetivo aéreo en tiempo de paz. Skymaster facilita una completa alerta temprana dentro del aérea de exclusión aérea que normalmente se establecerá alrededor del evento o de la concentración de masas, incluyendo la posibilidad de proporcionar imágenes electro-ópticas al mando o nivel de decisión que se determine, en tiempo real incluso a grandes distancias, todo ello al objeto de facilitar la identificación del objetivo antes de su interceptación.   La Fuerza Aérea suiza ha puesto en marcha esta capacidad y ha decidido sustituir el sistema Skyguard, que llega al final de su vida, por un nuevo sistema basado en cañones, como el Skyshield. El requisito de MOOTW  puede dar  forma  al futuro de la defensa aérea basada en tierra y, por tanto, impulsará la demanda de sistemas basados en cañón.

En relación con la artillería antiaérea, ¿qué experiencias o enseñanzas se extraen de conflictos actuales, como Irak o Afganistán?
Estados Unidos, Reino Unido y Alemania han desplegado o están comprando sistemas de defensa aérea basados en cañones para proteger sus bases operativas avanzadas de ataques de cohetes y morteros. Las soluciones  basadas en cañones han demostrado que son la única respuesta viable a estas amenazas y no parece que otras tecnologías puedan cerrar esta brecha en un futuro cercano. La principal ventaja de este  sistema radica en su tiempo de reacción, ya que el mayor problema es detectar y enganchar el blanco en sólo unos pocos segundos. Nuevas tecnologías, como artillería contra artillería de alta energía por laser se encuentran, en estos momentos, en un nivel de desarrollo conceptual y se necesitarán muchos años para que estos sistemas maduren y sean realmente operativos. Israel ha desarrollado y puesto en servicio su sistema basado en misiles “Iron Dome” contra tales amenazas, pero hay que diferenciar los dos requerimientos. El Iron Dome tiene un alcance efectivo de 4 a 40 km y solo puede ser utilizado contra grandes cohetes de entre 10 y 100 km de alcance. En el caso en Iraq y Afganistán, los ataques se lanzan desde unos 5 km empleando cohetes de 107 mm, tipo 63, el Iron Dome carece de eficacia y sólo los sistemas basados en cañones pueden resolver la situación. Se puede asumir, no obstante, que esta capacidad para contrarrestar cohetes, artillería y morteros (C-RAM ) tendrá una creciente demanda en el futuro y entonces se producirá la integración de nuevos elementos a medida que vayan estando disponibles.
¿Cree que la artillería antiaérea está llamada a ser un elemento más de seguridad militar y policial, presente en grandes eventos y acontecimientos en tiempo de paz?
Sin la menor duda, por las razones anteriormente expuestas. La protección del espacio aéreo nacional frente a determinados elementos que pueden usar diversas amenazas aéreas, normalmente lanzadas desde el interior del propio país, será cada vez más importante en el futuro que podemos prever. Como muchas de estas amenazas potenciales  no se pueden interceptar usando cazas con capacidades aire-aire, la protección de las cotas más bajas y el mantenimiento de las zonas de exclusión en eventos y áreas críticas ganará muy probablemente mayor importancia. Los riesgos de ataques de bajo coste y grandes resultados son particularmente elevados durante la celebración de eventos o en los acontecimientos donde miles de personas se acumulan en pequeñas áreas, tales como estadios o determinadas zonas de una ciudad. Los países que quieran estar preparados para reaccionar ante  estos altos niveles de amenaza o incluso si ya han sufrido algún tipo de ataque, deben reconsiderar la adopción de estas capacidades con la suficiente antelación,  ya que la puesta en servicio y la obtención de  la experiencia necesaria para el empleo seguro de estos medios requieren de un proceso que implica un considerable consumo de tiempo. Suiza lo hizo en 2006 y ahora puede presumir de tener los más sofisticados sistemas y conceptos de operaciones para estas misiones, permitiendo tomar la decisión de actuación al nivel del ministro de Defensa, y ello a pesar de los extremadamente reducidos tiempos de reacción.
¿Cuáles son los objetivos y nuevos productos de Rheinmetall en este campo?
La adaptación de las actuales capacidades a nuevos cometidos, como la protección de infraestructuras petroquímicas, requiere proyectos I+D. Los nuevos desarrollos jugarán un importante papel en las futuras aplicaciones y, al respecto, Rheinmetall está cooperando con Rheinmetall Weapons and Munitions (RWM) para desarrollar un cañón láser de 100kW en estado sólido. Se han realizado ya dos pruebas satisfactorias en relación con la integración de la fuente de láser de RWM con el sistema de defensa aérea Skyshield. Se espera que el desarrollo esté disponible en los próximos cinco a diez años y será la más importante innovación tecnológica dentro de la cartera de Rheinmetall. Hay que destacar que el láser será un elemento adicional y no pretende remplazar ni a cañones ni a misiles. El hueco que pretende cubrir el láser es la acción contra pequeños UAV a distancias de hasta 8 km., una misión que es casi imposible de acometer con los sistemas actuales.

¿Cuáles son en éste área los principales mercados de Rheinmetall a nivel mundial? 
Rheinmetall Air Defence tiene una base de clientes muy extensa, con cañones de 35 mm a lo largo y ancho del mundo. Muchos llevan en servicio desde hace muchos años y hay que modernizarlos o reemplazarlos en la medida que sea necesario para mantener la las adecuadas capacidades. Habida cuenta de los nuevos requerimientos de empleo de estos sistemas en todo tipo de misiones, este asunto se considera de gran importancia. También, los mercados emergentes, como Oriente Medio, India o Brasil se encuentran en el foco de atención de Rheinmetall.
Siempre existió el debate sobre si la artillería antiaérea debería formar parte de ejército de tierra o del aire y Alemania decidió recientemente que sea encuadrada en su Fuerza Aérea. ¿Cuál es su opinión?
Como oficial de aviación a cargo de las misiones relativas a la GBAD  desde el Centro de Operaciones Aéreas I, tengo la opinión que la mejor solución es la dependencia de la Fuerza Aérea, al menos para organizaciones pequeñas. La razón reside en que ambas ramas, aire-aire y tierra-aire, operan en el mismo entorno y comparten y gestionan una misma situación. Como sistemas complementarios, operando en un entorno de tiempo de reacción muy estrecho, la directamente beneficiada es la estructura de mando, que no precisa de interfaces adicionales. Las misiones MOOTW se llevan a cabo directamente bajo la misma estructura de mando y con la máxima eficiencia.
Dentro de las nuevas tendencias que desarrollan las denominadas capacidades C-RAM para destruir proyectiles de artillería o de mortero en vuelo, ¿un cañón antiaéreo puede realmente destruir estos objetivos?
Absolutamente, los únicos sistemas disponibles en este momento para tal fin se basan en cañones. Estados Unidos y el Reino Unido están desplegando sistemas de cañones Phalanx de 20 mm y Alemania ha comprado sistemas Skyshield de 35 mm para este cometido. De momento no existen otras soluciones disponibles y respecto a otras posibilidades como el láser o la artillería no se encuentran lo suficientemente maduras aún. Puedo asegurarle que los sistemas basados en cañones son muy adecuados para destruir objetivos RAM.


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