Las operaciones, desarrolladas en coordinación con otras instituciones del Estado se centran en el control de viviendas, calles y áreas donde se presume que se estarían llevando a cabo actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico, el tráfico de armas y la extorsión. Durante las acciones, los uniformados han identificado sectores con sistemas de videovigilancia instalados por las propias bandas criminales, con el propósito de monitorear las rutas de ingreso y anticipar la llegada de las autoridades.
Fuentes militares informaron que el despliegue incluye patrullajes terrestres y controles en puntos estratégicos, con el fin de asegurar la tranquilidad ciudadana y desarticular estructuras dedicadas a actividades delictivas. Los registros se realizan con protocolos de seguridad que buscan minimizar el riesgo para la población civil, al tiempo que permiten a las fuerzas del orden incautar material ilegal y recopilar información clave para las investigaciones judiciales.

Una intervención de fuerzas militares con un detenido.
La intervención en San Francisco se enmarca en una serie de operaciones simultáneas que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas viene ejecutando en distintos sectores del país, en especial en Guayas, Esmeraldas y Manabí, provincias que concentran los índices más altos de criminalidad. Estas acciones responden al mandato constitucional de las Fuerzas Armadas de participar en operaciones de seguridad interna cuando la situación lo amerite, particularmente en contextos donde los grupos de delincuencia organizada han superado la capacidad de control de la Policía Nacional.
El Gobierno ecuatoriano ha reiterado que la militarización de Guayaquil no implica la suspensión de derechos ni el establecimiento de un estado de excepción permanente, sino una medida temporal orientada a garantizar la seguridad ciudadana y restablecer el orden público. El presidente Noboa ha sostenido que la presencia militar en los barrios más conflictivos es necesaria para neutralizar a las bandas que han convertido a la ciudad en uno de los principales escenarios de violencia en el país.







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