El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lanzó fuertes acusaciones contra su homólogo colombiano, Gustavo Petro. Asegura que el mandatario colombiano estaría impulsando la producción masiva de drogas en el país y anunció la suspensión inmediata de toda ayuda, pago o subsidio de Washington a Colombia.
Trump afirmó que el narcotráfico se ha consolidado como la principal actividad económica de Colombia y que, pese a los importantes recursos enviados por Estados Unidos durante los últimos años, el gobierno colombiano no ha implementado acciones efectivas para detener su expansión. También advirtió que, si no se toman medidas inmediatas para erradicar los cultivos ilegales, su administración intervendrá directamente para hacerlo.
El pronunciamiento se produjo en un contexto de creciente tensión diplomática entre ambos gobiernos. En septiembre, Estados Unidos había retirado su certificación en la lucha contra el narcotráfico a Colombia por considerar que no cumplía adecuadamente con sus compromisos internacionales en materia de lucha contra las drogas, lo que marcó un punto de deterioro en las relaciones bilaterales.
La situación se agravó después de que el gobierno colombiano denunciara una operación militar estadounidense en aguas del Caribe, en la cual perdió la vida un pescador colombiano. Este incidente generó reclamos por parte de Bogotá, que consideró la acción como una violación de la soberanía nacional.
Frente a las acusaciones, el presidente Petro respondió rechazando las declaraciones del mandatario estadounidense y exigiendo una explicación oficial. A su vez, diversos sectores políticos en Colombia manifestaron preocupación por las consecuencias que este intercambio podría tener sobre la cooperación internacional, especialmente en los ámbitos económico, social y de seguridad.
El enfrentamiento entre ambos gobiernos representa un punto de inflexión en la relación histórica entre Colombia y Estados Unidos. Durante décadas, Colombia ha sido uno de los principales receptores de apoyo norteamericano para programas de desarrollo, erradicación de cultivos ilícitos y fortalecimiento de la seguridad interna. La suspensión de esa asistencia podría tener efectos significativos sobre la estrategia nacional contra el narcotráfico y en la posición internacional de Colombia. (Carlos Vanegas)
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