"Jamás escuché una propuesta china de asuntos militares. Aquí se está mintiendo. Como ya dijo públicamente el gobierno, se comprarán aviones Gripen nuevos, de origen sueco", afirmó Petro en una publicación que busca disipar cualquier duda sobre el rumbo de la modernización de la aviación de combate colombiana.
La declaración del jefe de Estado responde directamente a versiones divulgadas el pasado mes mayo, en las que se aseguraba que China había ofrecido a Colombia sus aviones J-10CE como parte de una posible negociación bilateral, sin embargo, el propio presidente desvirtuó estos señalamientos, reafirmando que no se sostuvo ningún tipo de diálogo con el gobierno chino sobre asuntos militares o compras de equipo bélico.
El anuncio reitera la decisión previamente comunicada por el Gobierno Nacional, el pasado mes abril, cuando se informó oficialmente que Colombia reemplazará su envejecida flota de cazas IAI Kfir por modernos aviones suecos Gripen E/F. Esta elección se basó en evaluaciones técnicas, operativas y presupuestales que posicionaron al Gripen como la mejor opción para garantizar la superioridad aérea y la interoperabilidad futura de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC).
Adicionalmente, en días pasados, el ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez, también brindó detalles sobre el cronograma previsto para la firma del contrato de adquisición. Según explicó, se espera que el acuerdo definitivo se rubrique en septiembre de este año, dando inicio al proceso de producción y entrega de las aeronaves.
“Se espera que firmemos el contrato alrededor de septiembre y desde esa fecha transcurrirán unos 16 a 18 meses, dependiendo del nivel de producción que logremos concretar, para tener los primeros aviones acá”, reveló el ministro Sánchez.
En cuanto al aspecto financiero y técnico del acuerdo, el jefe de la cartera de Defensa explicó que las negociaciones con Saab han avanzado considerablemente. Los aspectos contractuales están prácticamente definidos, y la planeación presupuestal se encuentra en fase final dentro de la cadena fiscal nacional. El ministro también subrayó que esta inversión estratégica no representa un obstáculo para los programas sociales, sino que los complementa mediante desarrollos paralelos en sectores clave como energía, agua potable y salud, derivados del componente de compensación industrial o "offsets" asociados a la adquisición.
“En términos contractuales ya se ha conversado entre las dos partes y en temas presupuestales, va todo encaminado en el desarrollo de la cadena presupuestal para garantizar los recursos. Esa inversión no afecta para nada los programas sociales, todo lo contrario, los beneficia porque tiene impacto en energía, con pares solares, en agua y en salud”, concluyó.
Con esta postura clara y reafirmada por el más alto nivel del Ejecutivo, Colombia se alista para iniciar una nueva etapa en su defensa aérea con tecnología de última generación, apostando por la fiabilidad, sostenibilidad y la proyección estratégica a largo plazo que representa la incorporación del Saab Gripen al inventario nacional. (Carlos Vanegas)






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