¿Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
Martes, 19 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

“Se tardó demasiado en condenar la violencia”, asegura el Comandante en Jefe del Ejército de Chile

Este año, con motivo de la pandemia, el Ejército de Chile debió suspender su tradicional Parada Militar de cada 19 de septiembre. En su lugar realizó una acotada ceremonia en los patios de la Escuela Militar (Las Condes, Santiago).

Con una duración de una media hora, y sólo 50 invitados, un contingente reducido protagonizó un desfile  con estrictas medidas sanitarias, el Ejército enfocó su conmemoración en el recuerdo a los fallecidos por la pandemia del coronavirus.

La cita contó con la presencia del Presidente de la República, Sebastián Piñera, el ministro de Defensa, Mario Desbordes, y el comandante en jefe del Ejército, el general Ricardo Martínez. El mandatario fue el único en dar un discurso, en el cual agradeció a los miembros de las Fuerzas Armadas por su trabajo durante la crisis sanitaria y social que enfrenta el país.

"La solución pasa no por la violencia, sino por el diálogo", dijo y agregó: "hemos vivido meses muy duros, muy difíciles, y yo sé que han traído mucho dolor, angustia, sufrimiento a muchas familias, y por eso trabajamos sin descanso por llevar alivio, por comprender y acompañar, pero la solución pasa no por la violencia, pasa por el diálogo, la buena voluntad, la colaboración y los acuerdos".

Por su parte, el comandante en jefe del Ejército, habló a través de una entrevista otorgada a El Mercurio donde hizo algunos anuncios: un plan especial de ingreso al Ejército para pueblos originarios, que el DINE cambiará a Dirección de Planificación del Ejército (Diplinte), encargada de las tareas directivas, y que se creará la Brigada de Inteligencia del Ejército (Binte) para tareas operativas.

También señaló que durante el 18 de octubre pasado, fecha en que en Chile se desató el estallido social, “se tardó demasiado en condenar la violencia” y que la infraestructura crítica es una decisión que le corresponde a las autoridades políticas.

“Lo que más me preocupaba (por esos días del 18 de octubre) era que se tardó demasiado en condenar la violencia por parte de los referentes en todos los ámbitos. Uno puede entender todas las legítimas aspiraciones de los ciudadanos. Pero lo que no es posible entender es el grado de violencia que pudimos ver. La quema de las estaciones del metro pareciera haber sido concertada, no un asunto espontáneo”, dijo.

A su vez, calificó positivamente la labor desempeñada por los uniformados que se desplegaron en las calles: “La actitud correcta de los soldados permitió que no respondieron a provocaciones, que incluso hicieron algunos parlamentarios, que le enrostraban estar desplegados en las calles cuando era una decisión política que el Ejército está mandatado a cumplir”, valoró.

A su vez, consultado sobre las RUF (Reglas del Uso de la Fuerza), dijo que “siempre es bueno que las RUF sean avaladas por la principal autoridad política, quien define que las Fuerzas Armadas  (FFAA) salgan a las calles. Esas RUF fueron aprobadas con un decreto supremo y plantean la acción progresiva de las FF.AA. atendiendo a los medios que disponen y a la naturaleza de ataques que reciben. Pero en ningún caso limita las eximentes legales que existen en el Código Penal y en el de Justicia Militar, que en general autorizan el uso racional de la fuerza para cumplir el deber, y eso es bien importante”.

En tanto, respecto de la ley de infraestructura crítica, que en los últimos días ha estado en la polémica por una supuesta no claridad sobre el rol de la FFAA en su protección, el General dijo que el concepto de infraestructura crítica es correcto, todos los países del mundo la tienen y, eventualmente, han solicitado que fuerzas militares y armadas la protejan, “pero hay que tener el cuidado de cómo se regula, porque lo importante para el Ejército es que no se altere la ley vigente, que exime por el uso de la fuerza racionalmente necesaria para cumplir la consigna, que sería en este caso, resguardar la infraestructura crítica. Pero la definición de qué es infraestructura crítica y de si se requerirá o no al Ejército para su protección, la tienen que hacer las autoridades políticas. Es una decisión política”, detalló.

También se le consultó sobre la discusión constitucional que vive Chile ad portas de un plebiscito y sobre qué le preocupaba del Ejército. “Nosotros esperaríamos que en el nuevo texto se mantuviera el principio de prescindencia política que han tenido las FF.AA. y que, en cierta manera, se logra cuando en el texto constitucional se establece que las instituciones que pertenecen a las FF.AA. están constituidas únicamente por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de Chile. Entonces, creemos que en la búsqueda de continuar en esa prescindencia política, es importante que las FF.AA. estén en ese texto”, dijo.

A su vez, sobre el sistema previsional desde las FF.AA., que es diferente al de capitalización individual civil, fue enfático en señalar que las pensiones de las FF.AA. no son un privilegio, la profesión militar tiene una singularidad especial, y en la mayoría de los países es de responsabilidad del Estado. “En ella abundan muchos deberes y pocos derechos con respecto a la inmensa mayoría de los chilenos. Entre estos deberes, los militares deben cumplir disponibilidad 24/7, no pago de horas extras ni bonos; no estar sindicalizados; no tener derecho a huelga; restricción de sus desplazamientos y libertad de expresión; múltiples destinaciones sin derecho a oposición, con la consiguiente pérdida de empleos de sus cónyuges y el desarraigo de la familia, además de trabajar con armas y explosivos que, eventualmente, pueden producir accidentes graves o mortales, y lo más importante, estar dispuesto a dar la vida por la misión que se le encomienda en nombre de la República. ¿Le parece que hay otra profesión, que sea necesidad del Estado, que se le parezca?”, concluyó. (Pamela Squella)


Copyright © Grupo Edefa S.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.