La Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER) sigue demostrando su vigencia como motor de innovación en el sector aeronáutico chileno. El anuncio reciente del Ministerio de Defensa, a través de sus canales oficiales, pone el foco en el T-40 Newen, el próximo avión de entrenamiento básico que promete revitalizar la formación de pilotos para la Fuerza Aérea de Chile (FACh). Este desarrollo no solo honra el legado del emblemático T-35 Pillán, sino que lo proyecta hacia estándares tecnológicos modernos, integrando avances que posicionan a Chile como un referente regional en producción aeronáutica soberana.
El T-40 Newen surge de un contrato firmado en octubre de 2022 entre ENAER y la FACh, por un monto de 142 millones de dólares, que contempla la adquisición de 33 aeronaves junto con un ecosistema completo de soporte, desde simuladores de vuelo y herramientas de mantenimiento hasta sistemas de planificación de misiones y seguimiento en tiempo real. Todo ello, con el piloto como eje central, priorizando eficiencia, seguridad y una operación integral que va más allá de la mera aeronave.
En un reel compartido por el Ministerio de Defensa en Instagram, Patricio Durney, jefe del Departamento de Ventas y Postventa de ENAER, ofrece un vistazo privilegiado a los bastidores de este proyecto. Con la soltura de quien conoce cada remache del proceso, Durney resalta el prestigio internacional de la empresa: "Somos una compañía de servicios reconocida por Lockheed Martin de Estados Unidos. Fabricamos piezas con la misma calidad que ellos exigen, y formamos parte del exclusivo programa Hologram, uno de los pocos en el mundo que nos permite acceder a tecnologías de vanguardia". No menos impresionante es su rol en la modificación de las hélices NP2000, fabricadas en material compuesto para reemplazar las versiones de aluminio: "Somos una de las dos empresas a nivel global que realiza estas actualizaciones, lo que habla de nuestra precisión y confianza en el mercado".
Los avances son palpables
Pero el verdadero protagonismo recae en el T-40 Newen, descrito por Durney como "nuestro producto estrella, en plena fase de fabricación". El "Newen" que en mapudungun evoca fuerza y viento, hereda la robustez del T-35 Pillán, responsable de formar a miles de aviadores en ocho países de América y Europa, con más de 300.000 horas de vuelo acumuladas. "Todos los pilotos que hoy manejan F-16, E-3D Sentry en Chile, o incluso A-400M y F-18 en España, pasaron por el Pillán", explica Durney. "Hemos recogido esa experiencia invaluable para crear algo aún mejor. Estamos a punto del rollout, y en FIDAE 2026 les contaremos todo, desde su diseño hasta cómo transformará la instrucción aérea".
A inicios de noviembre ENAER entregó a la FACh el primer informe de diseño crítico (Critical Design Review, CDR), un documento exhaustivo que detalla modelos 3D, simulaciones de fluidos y cálculos estructurales realizados con la plataforma 3D Experience y metodologías ágiles como Scrum. Este hito, actualmente en revisión por la institución aérea, marca el cierre de la fase de diseño crítico y abre paso al detallado, donde se generarán planimetrías completas para la fabricación. Destaca la soberanía en la producción, con las primeras alas del prototipo ya fueron diseñadas y ensambladas íntegramente en Chile, utilizando una estructura metálica con composites avanzados como prepregs de fibra de carbono curados en autoclave y gradas calibradas con láser para una precisión milimétrica. Elementos como el cono de cola unido al fuselaje, estabilizadores instalados y alas pintadas interiormente reflejan un progreso que supera expectativas hasta octubre del presente año.
El diseño cumple con normativas estrictas como FAR Part 23 de la FAA y CS-23 de EASA, permitiendo operaciones acrobáticas y no acrobáticas en categoría normal (Level 1, Low Speed). Se prevén unos 156 ensayos de validación, con el 18% a realizarse en el extranjero por limitaciones locales, pero el grueso se ejecutará en territorio nacional. El timeline es ambicioso, el prototipo estaría próximo a presentarse y dado el pulso actual, con el primer vuelo en el segundo semestre de 2027 y producción en serie entre 2028 y 2030. Esta hoja de ruta fue compartida recientemente con una delegación de la Real Fuerza Aérea Británica (RAF), durante una visita a la Escuela de Aviación “Capitán Manuel Ávalos Prado” donde se destacaron también novedades como la carrera de Ingeniería Aeroespacial iniciada en 2025 en alianza con la Universidad Adolfo Ibáñez.
El T-40 Newen no es solo un avión, es un sistema integrado que redefine la instrucción de vuelo, con subsistemas periféricos desarrollados por la filial DTS de ENAER para optimizar enseñanza y mantenimiento. En un mundo donde la aviación militar demanda mayor autonomía y menor huella logística, este proyecto consolida a Chile como exportador potencial de soluciones de entrenamiento, atrayendo interés de naciones del Medio Oriente y hasta de la Armada chilena, que evalúa opciones para su aviación naval.
Mientras el Ministerio de Defensa acelera la difusión de estos logros, con Durney como voz cercana y experta, queda claro que el T-40 Newen no solo volará alto, sino que aterrizará directamente en el futuro de la FACh. FIDAE 2026, sin duda, será el escenario donde este "viento de fuerza" despliegue sus alas ante el mundo. (Luis Andres Lautaro)







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