Chile y España refuerzan lazos operativos en torno al C295 y la vigilancia marítima

La Aviación Naval de la Armada de Chile abrió sus puertas la semana pasada a una delegación de oficiales del Ejército del Aire y del Espacio de España. Del 17 al 20 de noviembre, tres especialistas españoles, un piloto de ala fija, un piloto de helicópteros y un coordinador táctico (TACCO), llegaron a la Guarnición Naval de Valparaíso para un intercambio que no solo reforzó lazos, también encendió la chispa de posibles entrenamientos conjuntos en el horizonte.

La delegación española, con su experiencia en escenarios complejos del Atlántico y el Mediterráneo, se sumergió en el día a día de la Base Aeronaval Concón. Recorrieron escuadrones clave, donde se desplegaron exposiciones técnicas que detallaron las capacidades operativas chilenas. La visita ofreció un diálogo franco sobre mando y control, gestión de crisis y esa coordinación interagencial que salva vidas en emergencias marítimas, exhibiendo el avión C-295 y helicópteros Cougar (SH-32) y Super Puma (HH-32) de Airbus. En el Comando de Operaciones Navales, por ejemplo, se expusieron estructuras de respuesta ante desastres en el vasto territorio marítimo de Chile, desde la Zona Económica Exclusiva hasta las aguas antárticas.

Lo que más llamó la atención de los visitantes fue el Airbus C295 Persuader (P-295), del Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP-1. Esta aeronave, clave en la fiscalización y lucha antisubmarina, representa el tipo de plataforma que pronto equipará al propio Ejército del Aire español con 16 unidades. Según fuentes de la Armada, la presentación incluyó detalles sobre su rol en patrullajes de largo alcance y su integración con sistemas de vigilancia satelital, un guiño a la colaboración que podría extenderse a ejercicios binacionales en 2026.

Oficiales del Ejército del Aire y del Espacio de España realizaron intercambio profesional en la Aviación Naval y Guarnición Naval de Valparaíso (FOTO: Armada de Chile)

La visita culminó en un encuentro de camaradería, de esos que dejan huella más allá de los informes oficiales. Allí, entre anécdotas de vuelos sobre operaciones reales con el material de vuelo, se resaltó el valor de la cooperación iberoamericana. España y Chile, unidos por la lengua y una historia compartida de exploraciones oceánicas, proyectan ahora futuras actividades de entrenamiento combinado. En un contexto donde la interoperabilidad es clave, pensando en misiones humanitarias o respuestas a amenazas asimétricas..

Aviación Naval chilena, más de un siglo de vuelo sobre mares turbulentos

Para entender el pulso de este encuentro, hay que retroceder un poco. La Aviación Naval de la Armada de Chile no es solo una flota, es un guardián silencioso de la soberanía marítima. Fundada en 1923, ha evolucionado de hidroaviones rudimentarios a una fuerza versátil que opera desde Arica hasta el Territorio Antártico Chileno. Hoy, como pilar del Comando de Operaciones Navales, despliega una variedad de aeronaves organizadas en cinco escuadrones, cada uno con un rol preciso que amplifica las capacidades de la institución.

Tomemos el Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP-1, con sus Lockheed Martin P-3ACH Orion y los flamantes C-295 Persuader son ojos en el cielo para patrullajes extensos y control pesquero, sumado a la lucha antisubmarina. El Escuadrón de Propósitos Generales VC-1, con Embraer EMB-111A Bandeirante y Vulcanair P-68 Observer 2, se enfoca en búsquedas y salvamentos costeros, esas misiones que a menudo marcan la diferencia entre vida y tragedia. La formación no se queda atrás, aca destaca el Escuadrón de instrucción VT-1 usa Pilatus PC-7 Turbo Trainer para forjar pilotos listos para lo imprevisible. Y en ala rotatoria, el Escuadrón de Helicópteros de Ataque HA-1 luce Airbus AS332F1 Cougar (SH-32) y Super Puma (HH-32), armados con misiles Exocet AM-39 para guerra antisuperficie y torpedos antisubmarinos mientras el Escuadrón de Helicópteros de Propósitos Generales HU-1 maneja BO 105, AS365 Dauphin y H125 en rescates y patrullaje y entrenamiento.

Aviones P-3 Orion y P-295 Persuader, junto a un Submarino oceánico Clase 209, Tipo 1400-L de la Armada de Chile, en operaciones conjuntas.

Esta dotación no solo defiende, también asiste. Como el apoyo a la Campaña Antártica “Hielo V” en diciembre del 2024 con el avión P-3 “Orión” ACH volando más de 11 mil millas náuticas, que corresponden a más de 20 mil kilómetros, prácticamente el diámetro de la Tierra que son 40 mil kilómetros aproximadamente, por lo que recorrió la mitad de la circunferencia de nuestro planeta gracias a las capacidades del P-3 “Orión” ACH” para recoger datos de las plataformas de hielo con radar, antenas y otros sistemas incorporados en el avión y así conocer el impacto del cambio climático. O en ejercicios como Estrella Austral, donde más de 250 efectivos navales se integraron con fuerzas especiales, donde la aviación naval empleo sus medios de ala fija y rotatoria. Recientemente, el 21 de noviembre, se concretó un cambio de mando en la Comandancia de la Aviación Naval, el contraalmirante Ricardo Chiffelle pasó el relevo al capitán de navío Luis Felipe Díaz, en una ceremonia que subrayó logros como aeroevacuaciones en la Macrozona Sur y avances en capacidades no tripuladas.

Hacia un futuro compartido, las lecciones del C295 y más allá

Entre el 2010 y 2011 arribaron al país tres aviones P-295 “Persuader” (Naval 501, 502 y 503) desde la empresa europea Airbus Military en Sevilla, España, constituyendo el primer prototipo de C-295 antisubmarino del mundo. El proyecto “Alcatraz” dotó al escuadrón de sistemas y sensores de última tecnología tales como radares, sensores optrónicos, detectores de anomalías magnéticas, procesadores de sonoboyas, sistemas de misión, sistemas de enlace de datos, medidas de apoyo electrónico, equipamientos satelitales y diversidad de equipos de comunicaciones, además de sistemas de lanzamiento de torpedos.

Algunos de estos sistemas y sensores fueron implementados en ambos modelos de aeronaves (P-3 y P-295), entregando al Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP-1 capacidades más homogéneas para el cumplimiento de sus tareas

El lazo con España se fortalece en este contexto. Mientras Chile consolida su flota de Persuaders, proyecto Alcatraz completado en etapas hasta, el Ejército del Aire español avanza en su propio programa VIGMA 16 C-295 para vigilancia marítima y SAR, aprobados en 2023 por 1.730 millones de euros. Sin embargo, un giro reciente añade complejidad, el plan de desconexión de tecnología israelí ha dejado estos aviones sin su radar ELM-2022A original de Elta Systems, filial de Israel Aerospace Industries (IAI). El primero de los 8 aviones Airbus C295 voló en noviembre de 2025 desde Sevilla, pero la búsqueda de alternativas nacionales como sensores de Indra o SAES podría retrasar entregas previstas para 2026. Entregas que operarán desde la base de Gando, en las Canarias, y que incorporan sistemas optrónicos y el FITS para misiones conectadas.

Este detalle quizás no pasó desapercibido en Valparaíso. Los oficiales chilenos compartieron perspectivas sobre la integración del Persuader en escenarios reales, potencialmente allanando el camino para que España evite tropiezos. Y no es casual, la agenda bilateral, revisada en noviembre de 2025 por la Comisión Mixta Chile-España, incluye más intercambios en seguridad global y regional, proyección en defensa para ambos países sumándose a ejercicios como Southern Star o Empecinado, donde fuerzas especiales de ambos países han homologado tácticas.

En resumen, este intercambio en Valparaíso no fue un mero trámite, fue un recordatorio de que en la aviación militar, las alianzas forjadas en hangares y mesas de planificación valen más que cualquier tratado. Con la Armada chilena en plena modernización, incluyendo proyectos como “Avutarda” dirigido a suplir los actuales helicópteros Airbus AS365 Dauphin (HH-65) por un nuevo  modelo de ala rotatoria. Y España ajustando su flota ante vientos geopolíticos, el Pacífico podría ver pronto cielos compartidos. Solo queda esperar cómo estos lazos se traducen en vuelos conjuntos, esos que, al final del día, protegen no solo fronteras, sino también la estabilidad de una región entera. (Luis Andres Lautaro)